Editorial

XIX Aniversario de Macroeconomía ¡Buenos días México!

Con orgullo y alegría estamos celebrando los primeros 19 años de vida de nuestra revista Macroeconomía, un espacio plural y abierto para quienes creen que México es un gran país y que merece el mejor futuro para sus hijos.

Hemos sido testigos en estos 19 años de las subidas y bajadas de la nación mexicana; de los grandes esfuerzos realizados por todos quienes hemos nacido en este hermoso país y de aquellos que por convicción, agradecimiento y también por interés, se han nacionalizado mexicanos o se han avecindado aquí constructivamente.

En estos últimos 19 años México ha cambiado grandemente: desde su entrada al TLCAN que destruyó millares de industrias y de empresas agrícolas y ejidales y provocó un enorme desempleo, hasta la guerra del narco y la guerra política, incluyendo, desde luego, la llegada del PAN a Los Pinos en un proceso de alternancia política que ahora parece consolidarse con el probable regreso del PRI a la Casa Presidencial y al Palacio Nacional.

Han sido 19 años que han pasado vertiginosamente, con cambios profundos en la sociedad mexicana, que infortunadamente han llevado a la mayor desigualdad económica y social sólo comparable a la que existía en la época colonial de nuestro país.

En estas dos décadas México ha logrado construir al hombre más rico del mundo, a 25 súper millonarios en dólares y a 300 familias que perciben anualmente varios puntos del PIB nacional, en tanto que un elevado porcentaje de la población vive en la pobreza y los últimos dos deciles se debaten en la miseria.

Metlotónoc, en Guerrero, fue clasificado por los organismos internacionales como el pueblo más pobre del mundo, en tanto que en otros lugares de la geografía nacional, como en Santa Fe en el D.F. y sobre Reforma y Polanco se han construido rascacielos y edificios maravillosos como el Museo Soumaya.

México no es un país pobre; más bien es un país rico, pero desigual. Una sola plataforma petrolera, en Campeche, produce lo que cientos de miles de campesinos en las áridas y descuidadas tierras de ranchos y ejidos de la nación.

La riqueza petrolera ahora la comparte el Gobierno mexicano con bandas delincuenciales que sustraen de los oleoductos y gasoductos miles de millones de pesos anuales.

Sin embargo, México avanza a pesar de sus gobiernos y gobernantes; a pesar de la delincuencia organizada y la corrupción de los órganos de seguridad pública.

Así, con paso firme, desbrozando el camino, el pueblo mexicano seguirá adelante, en busca de sus metas, y Macroeconomía estará presente.

Mostrar más

Articulos Recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button