Desarrollo social

Edificio de “El Moro”

Por Alfonso Fernández de Córdova

La recuperación arquitectónica estilo Art Decó del edificio “El Moro”, que alberga a la Lotería Nacional desde hace más de seis décadas, convierte la casa de la “Diosa Fortuna” en centro de cultura y esparcimiento, con su nueva fachada y, al interior, el  atípico mural de la historia de los juegos de azar -desde la época prehispánica hasta la contemporánea- y pronto será declarado “Inmueble con Valor Artístico Nacional” por el INBA.

Al exterior luce ahora una bella plaza pública rematada con una fuente y la escultura de la “Diosa de la Suerte”, hija preferida de Júpiter, en la mitología romana, que personificaba a la suerte, el azar y la protección de los necesitados. El artista plástico Ricardo Ponzanelli realizó esta obra en bronce que muestra a una joven que lleva en su hombro derecho, a manera de jarro, el cuerno de la abundancia del que fluye cristalina agua.

El conjunto remodelado fue inaugurado por la licenciada Margarita Zavala, esposa del Presidente de la República y presidenta del DIF Nacional, acompañada del licenciado Benjamín González Roaro, director general de la Lotería Nacional, quienes de espalda lanzaron una moneda a la fuente de la suerte, a semejanza de lo que hacen los visitantes a la Trevi, en Roma.

El proceso de modernización continuará con la adecuación del Salón de Sorteos y con  espacios para conferencias, exposiciones y eventos culturales.

La Diosa Fortuna repartió más de mil millones de pesos en el año 2010, a través de los múltiples sorteos que efectúa semana a semana y benefician a miles de personas y  familias.

La Institución de Asistencia acrecienta anualmente sus ingresos con imaginación, tenacidad y atractivos sorteos. La recaudación se deposita y supervisa en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como órgano rector o cabeza de sector de la Lotería Nacional. Esto da transparencia a la operación administrativa y garantiza el cumplimiento del objetivo principal: apoyar las tareas asistenciales y brindar felicidad al público adquirente de los tradicionales billetes de lotería y sus opciones.

Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón Hinojosa, con singular alegría y simpatía, convivió con dos niños representantes de “los gritones” de los números sorteados que cada semana hacen felices a cientos de familias mexicanas, y recibió muestras de respeto y afecto de funcionarios, empleadas y empleados de la Institución y público en general durante su recorrido por el edificio “El Moro”. En el interior observó el Mural Atípico del pintor Ariosto Otero, porque está ejecutado en porciones de muros angostos y verticales entre ventana y ventana, donde las figuras estilizadas cubren de piso a techo un total de 215 metros cuadrados multicoloridos con la historia de México y sus personajes en las épocas prehispánica, de la colonia y de los siglos XIX y XX, así como de los juegos de azar en cada una hasta nuestros días. En el exterior se presentó una muestra gráfica de los edificios ocupados por la Lotería Nacional.

“Permítanme felicitarlos a todos por ser parte de una de las instituciones más queridas de nuestro país, la Lotería Nacional. Me da gusto que me hayan invitado a esta inauguración. La restauración de El Moro es parte de la riqueza arquitectónica que engalana a esta ciudad, muy grande, pero muy hermosa Ciudad de los Palacios. Felicito a los arquitectos, técnicos y trabajadores que participaron en este proyecto artístico”.

Estas palabras de la Primera Dama del país atrajeron aplausos de los concurrentes y ella continuó: “Hay una pintura muy famosa de Juan O´Gorman que está en el Museo de Arte Moderno, se llama “La Ciudad de México”. En ella, el artista, en 1949, justamente dibuja, pinta y plasma este imponente edificio; esas nuevas formas funcionales, esa combinación, esa historia que expresa este edificio el más alto de la ciudad, que lo adorna un estilo Art Decó con sus vitrales, con los símbolos de la suerte, que duró más de diez años en construirse y que después -en 1954- Eduardo Camarena realizó pruebas desde aquí para instalar el canal 4 de televisión. Felicito al director de la Lotería Nacional por hacer caso a la petición ciudadana de restaurar este inmueble y felicito a todo su equipo y al maestro plástico Ricardo Ponzanelli. Felicito a la Lotería Nacional por toda su trayectoria en apoyo a México, a través de la beneficencia pública. La Lotería Nacional está para ayudar a nuestro país, para desearnos suerte, para que todos ganemos y que a través de lo que se gane se solidarice con los que menos tienen”, concluyó Margarita Zavala.

EN EL ARTE, EL TIEMPO NO ES UNA FRONTERA

“Estoy convencido que en el arte, el tiempo no es una frontera. La belleza y la estética conmueven el espíritu humano y nos vuelven más sensibles y tolerantes”, afirmó el licenciado Benjamín González Roaro, director general de la Institución para la Asistencia Pública.

González Roaro dijo: “Es un privilegio para la actual administración el aportar y ser testigos de un proyecto arquitectónico que regresa a uno de los edificios más bellos de esta ciudad a su concepto original Art Decó, y emblema de esa importante corriente arquitectónica. Desde que fue inaugurado -el 28 de noviembre de 1946- se convirtió en el símbolo de la fortaleza de la Lotería Nacional y en confianza por el futuro; sin embargo, con el paso de los años sufrió modificaciones en su fachada, como se mostró en el recorrido por la exposición fotográfica. Al llegar a dirigir a esta noble institución una de las más importantes tareas fue regresar a “El Moro” su belleza original, dada por el ingeniero José Antonio Cuevas en su anteproyecto de 1938. Entre éste y el actual de restauración comprobamos así que en el arte, el tiempo no es una frontera”.

Acerca del sobrenombre “El Moro” explicó que durante una época los sorteos de la Lotería se realizaron en el kiosko “Morisco” que estaba en la Alameda Central, en el lugar que ahora ocupa el Hemiciclo a Benito Juárez. En un momento dado hubo el proyecto de trasladarlo al solar ubicado en la confluencia de las avenidas Juárez y Reforma, plaza en la que también estaban trazadas Bucareli y Rosales, como continuación de la Guerrero. Pero se creyó más conveniente que el kiosko fuera colocado en la alameda de la colonia Santa María la Ribera, su actual sitio.

El reordenamiento urbano de la capital dio vida a la avenida más bella: el Paseo de la Reforma y en una de sus glorietas se alzaba la majestuosa Columna a la Independencia, con su figura alada y dorada de La Victoria, con el paso de los años posrevolucionarios mejor conocida coloquialmente como El Ángel. En el baldío de Reforma número 1 se erigió el principal rascacielos de aquel tiempo, para la Lotería Nacional, al que se denominó “El Moro”, por asociación de ideas y anteproyectos.

La remodelación tuvo un costo promedio de 13 millones de pesos, en un lapso de seis meses. El proyecto de rescate del Art Decó es del ingeniero Ignacio Halls, dirigido por el arquitecto Odón Durán; supervisado por el ingeniero César Buenrostro y administrado por la arquitecta Irma Batres. Se espera que en dos meses más o menos el Instituto Nacional de las Bellas Artes, a cargo de la directora general Teresa Vicencio Álvarez, lo declare: “Inmueble con Valor Artístico Nacional”, por su belleza e historia. “Estoy convencido -dijo González Roaro- que la belleza y la estética conmueven el espíritu humano y nos vuelven más sensibles y tolerantes”.

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