Volar con angustia
La reconfiguración del espacio aéreo de CDMX crea graves riesgos
Las prisas con que se construyó el AIFA, en el afán de sustituir al nuevo Aeropuerto Internacional de Texcoco que se construía al oriente de la ciudad, la falta de planeación adecuada del espacio aéreo de la Ciudad de México para que operaran desde ahora dos aeropuertos en vez de uno, y la falta de preparación adecuada del personal de controladores aéreos, hizo crisis la noche del sábado 7 de mayo en que un avión de Volaris obtuvo el permiso para aterrizar en la pista 05 Izquierda del Aeropuerto Internacional Benito Juárez mientras estaba sobre la misma otro avión de la misma compañía, creándose así el mayor peligro de colisión de dos naves aéreas de que se tenga memoria en la Ciudad de México.
Dos aviones de Volaris estuvieron cerca de chocar cuando un controlador autorizó al piloto de un vuelo que venía de Mazatlán, Sinaloa, a aterrizar en la pista 05 Izquierda, donde estaba por despegar otro avión de la misma compañía con destino a Guadalajara.
El grave incidente provocó la renuncia inmediata del Director General de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), Víctor Manuel Hernández Sandoval, ya que aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador todavía andaba en la República de Cuba, hasta allá le llegó la noticia, lo cual debió haberle preocupado porque él tenía programado aterrizar en México a la noche siguiente a este evento.
Los medios televisivos y las reproducciones de una filmación del grave incidente, se esparcieron inmediatamente a nivel nacional e internacional, y se han estado proyectando continuamente, ya que se escuchan las voces del piloto que pide permiso para aterrizar en la pista 05 Izquierda y la del controlador que otorga el permiso e inmediatamente después se escucha la voz de un piloto de otro avión que está en tierra observando y que grita: “¡No! ¡No! ¡No! ¡No!”, advirtiendo al piloto de Volaris para que no tocará tierra, lo cual hizo y volvió a elevarse; es decir, fueron otros pilotos quienes salvaron la situación que pudo haber sido una catástrofe.
En su mañanera, el Presidente López Obrador, el día 9 de mayo, admitió que el Director del SENEAM, señor Víctor Manuel Hernández había renunciado, aunque comentó que: “Sólo fue un error”.
En efecto, fue un error del controlador, que se supo después, por informes de los propios pilotos miembros de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores, que se había hecho cargo de las operaciones minutos antes del acontecimiento y sin ningún ayudante, lo cual es violatorio de la normatividad, según dijo el vocero de la ASPA.
Esta situación que se ha generado de fallas en el control aéreo sobre la Ciudad de México, donde se han reportado ya, según la ASPA, 40 incidentes de diversos tipos en los últimos 10 meses, hará que los pasajeros se suban a los aviones con un grado de angustia causado por la desconfianza, sentimiento que tendrán también los miles de pasajeros que desde otras ciudades de México, de Estados Unidos, Europa y Asia, llegarán acá por la vía aérea.
Hay que recordar, al mismo tiempo, que la calidad del control aéreo en México fue degradado del 1 a la categoría 2 por la Administración Federación de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés, de Estados Unidos) a causa de la falta adecuada de capacitación del personal y de equipos modernos y actualizados para el control aéreo, incluyendo los servicios meteorológicos de la zona del Aeropuerto Benito Juárez.