EconomíaEstados y municipios

Una alternativa para Banxico

Por Hugo Salinas Price

La situación actual
Están entrando fuertes cantidades de “capitales golondrinos” a México, porque las tasas de interés aquí, son más altas que en EU y en Europa. El país está relativamente menos endeudado; la combinación de relativamente poca deuda y tasas de interés más altas ofrece considerable atractivo para poseedores de capital en el extranjero. La búsqueda de rendimientos relativamente seguros se ha vuelto cosa obligada y frenética.
Estos flujos no convienen al país, primero porque los capitales que llegan son convenencieros y alzarán vuelo tarde que temprano. En su mayoría no llegan para crear empresas sino para aprovechar oportunidades financieras pasajeras, que en sí no son productivas.
En segundo lugar, no convienen porque al ofrecerse monedas extranjeras en nuestro país, para inversión en pesos, sube la demanda de pesos en forma artificial y presiona al alza el valor del peso frente al dólar, lo cual a su vez, deprime las utilidades en pesos de los exportadores mexicanos.
Por otra parte, al comprar Banco de México (Banxico) cantidades crecientes de dólares o euros para sus reservas, Banxico invierte esas monedas extranjeras en bonos extranjeros de calidad más que dudosa. En el caso de bonos del Tesoro americano se vuelve cada día más claro que son pésima y peligrosa inversión por las políticas monetarias descabelladas de los EU, criticadas mundialmente.

¿Qué hacer?
Lo que se tiene qué hacer será algo que no está en el “Manual de Operación de un Banco Central”.
Todos los bancos centrales del mundo operan según este “Manual de Operación”, que para desgracia de los banqueros centrales no incluye soluciones a los problemas que los mismos bancos centrales han creado. A los banqueros centrales del mundo jamás se les ocurrió que todo el sistema mundial de bancos centrales llegaría a las condiciones apocalípticas actuales y no saben qué hacer, porque la solución no está en el Manual.
Prohibido está, según la ética de la cofradía mundial de banqueros centrales, mencionar que todo el maremágnum financiero mundial es consecuencia directa del abandono de dinero real y la sustitución en su lugar, de algo que futuras generaciones verán como absurdo, el dinero ficticio, de papel o digital.
El mismo presidente del Banco Mundial, Zoellick, en un momento de descuido mencionó en forma de comentario pasajero, que el oro podría tener “algún papel” en el diseño de una nueva unidad monetaria mundial. Su comentario suscitó insultos personales que lo tildaron de “estúpido”. El oro no se menciona en el “Manual de Operación” de bancos centrales y Zoellick pisó en falso al mencionar la palabra “oro”.

Una propuesta
Proponemos ahora una medida que, precisamente porque no se halla dentro de ese “Manual de Operación”, podría ser una medida útil para nuestro Banxico.
China está haciendo esfuerzos desesperados por deshacerse de siquiera parte de la inmensa cantidad de “reservas internacionales” que ha acumulado, por medio de la compra de activos reales en cualquier parte del mundo donde pueda adquirirlos. Esto nos da la razón para proponerle a Banxico, que acepte y abrace de buena gana la monetización de la onza de plata “Libertad” al darle un valor monetario el propio Banxico.
Hace años Banxico dijo que “demanda mexicana de la onza “Libertad” sería enorme. La enormidad de la demanda prevista por Banxico es parte de la propuesta que ofrecemos.
Banxico puede hacer lo siguiente: transformar parte de sus reservas de bonos en dólares y euros en algo real: la plata, porque la calidad de sus reservas en bonos está cayendo conforme se intensifica la crisis americana y se persigue una política monetaria descabellada. Por otra parte, en Europa hay una profunda crisis que amenaza la existencia misma de la Unión Europea, la Unión Monetaria y el euro mismo.
La Casa de Moneda transformará esta plata en onzas “Libertad”; aceptada la conversión de esta moneda en dinero contante y sonante mediante la cotización de Banxico que le dará un valor monetario a la onza, éste envía las onzas al sistema bancario para su entrega al público a cambio de billetes o saldos digitales en cuentas de depositantes.

La capacidad de ahorro se
incrementa a través del tiempo

La demanda será enorme, pero Banxico tomará cuidado de no ofrecer cantidades excesivas al público: en cuanto perciba que los bancos del país le regresan monedas a Banxico, esto será la señal que la capacidad de ahorro de los mexicanos ha sido saciada, por el momento. Retendrá en caja Banxico los saldos de monedas que no pueda absorber, de momento, el público. En cuanto los bancos informen que requieren más monedas porque el público las pide, se movilizarán estos saldos retenidos por Banxico enviándose a los bancos, que colocarán la plata entre los ahorradores.
En cualquier momento dado, el ahorro nacional tiene un límite, porque cada ahorrador tiene disponible para su ahorro una cantidad limitada, en un momento dado. Sin embargo, conforme pase el tiempo, el público continuará ahorrando y adquiriendo monedas de plata. Banxico jamás se quedará con monedas de plata en sus bóvedas, en forma permanente.
La plata ahorrada, aun teniendo valor monetario, no circulará porque los ahorradores se aferrarán tenazmente a sus monedas, cuyo valor subirá a la par con el valor ascendente de la plata en los mercados mundiales.

Necesidad urgente de incrementar
el ahorro personal en México

Hoy está claro que el Seguro Social enfrenta problemas insolubles y es de suma importancia movilizar el ahorro nacional al máximo. No puede haber mayor incentivo popular al ahorro que ofrecerle al público una moneda de plata convertida en dinero. El ahorro popular masivo es indispensable para suplir las deficiencias del Seguro Social y de pensiones en general.
El camino positivo para México es por la vía de incentivos al público para convertir parte de sus ingresos, en ahorros. Podría decirse que el ahorro es “austeridad voluntaria”. La plata impulsa la austeridad voluntaria.
No es la austeridad impuesta por políticas de “ahorro forzoso” lo que hará progresar a nuestro país, sino la austeridad voluntaria, con el incentivo irresistible a trabajar, producir y ahorrar que ofrece la moneda real de plata, convertida en dinero.
Con esta medida Banxico reduce su inversión en bonos de dudosa calidad, a la vez que entrega a la Nación una moneda de plata que es dinero contante y sonante y que motiva la Nación a logros insospechados.
Nos atrevemos a pronosticar que el atractivo de esta moneda “Libertad” convertida en dinero, originará una fuerte demanda internacional para ella y que con el tiempo, Banxico caerá en la cuenta que tener Reservas en la forma de plata es más productivo para Banxico y para el país, que retener, según el “Manual de Operación”, reservas que en su mayor parte son bonos que pronto perderán poder adquisitivo.

La “esterilización” de la entrada
de capitales externos

Para frenar la apreciación del peso frente al dólar, Banxico tiene que comprar dólares y pagarlos con pesos. Pero estabilizar la tasa de cambio peso/dólar significa poner más pesos a circular: así, los americanos exportan su inflación a México. Ahora bien, la moneda de plata ofrece una forma positiva para neutralizar y “esterilizar” esa entrada inflacionaria de capitales: Banxico compra plata con los dólares que adquiere; en seguida ofrece plata al público en forma monetizada y recoge los mismos pesos que entregó al público para comprar dólares (o euros) cuando entraron al país.
La plata ofrecida al público mexicano se irá al ahorro de los mexicanos, donde no podrá ejercer presión inflacionaria sobre los precios, porque estas monedas, como hemos dicho, no circularán: se quedarán permanentemente en el ahorro personal de los mexicanos. Pronto surgirá una importante demanda internacional para esta moneda extraordinaria y única en el mundo: moneda real cuyo valor monetario, en cualquier parte del mundo, subirá según sube el precio de la plata en los mercados internacionales.
Esta forma de “esterilizar” las entradas de capitales extranjeros deja libre a Banxico para establecer una tasa de interés apropiada para el país: no necesita bajar las tasas de interés para frenar la entrada de capitales, porque esos capitales se “esterilizan” con la entrega de plata al público; por otra parte, puede subir las tasas de interés en beneficio de los depositantes del sistema bancario; actualmente, esos depositantes se ven aplastados al ver que sus ahorros no les producen lo indispensable para cubrir sus gastos.

Reducción de la eventual “fuga de capitales”
y aumento de la IED

La plata retenida en Banxico como reservas será efectiva para enfrentar cualquier corrida eventual de capitales; tanto o más que reservas de bonos cuyo valor comenzará a descender fuertemente en cuanto suban las tasas de interés en EU, cosa que por fuerza tendrá que ocurrir tarde que temprano.
Al mismo tiempo, la solidez del peso mexicano se verá incrementada por el hecho de que parte de los ahorros de los mexicanos estará en monedas de plata y porque existirá la opción de cambiar pesos mexicanos por onzas de plata en cualquier momento. Los mexicanos no tendrán razón alguna para huir al refugio de monedas extranjeras, cuando ya tengan refugio en la mejor moneda del mundo: la onza “Libertad” monetizada, convertida en dinero.
Los capitales “golondrinos” se volverán capitales que buscarán radicarse permanentemente en el país más sólido del mundo, con una población de calidad excelente, deseosa de trabajar y progresar, como somos los mexicanos. La inversión extranjera directa – la IED – aumentará espectacularmente y creará aquí, los empleos que requiere México.
Estamos ofreciendo una alternativa que está fuera del “Manual de Operación” de bancos centrales, que en nuestra opinión es una alternativa “Win-Win”, como dirían los americanos. ¡Todos ganamos!

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