Trump ataca a la Democracia
La actitud inaceptable del Presidente Donald Trump, de los Estados Unidos, a no reconocer los resultados electorales que dan el triunfo definitivo a Joe Biden, quedó definitivamente enterrada cuando después de un recuento a mano de la votación en el último Estado de la Unión Americana en concluir su proceso electoral, el Secretario de Estado, Brad Raffensperger, de esa entidad declaró: “Yo soy definitivamente republicano y he seguido y apoyado en todo su mandato al Presidente Donald Trump, pero me veo en el deber de informar a la nación norteamericana que después de haber realizado el conteo a mano de la votación, el triunfo en definitiva es para el Candidato Joe Biden; yo soy de profesión ingeniero y sé que los números no mienten: aquí ganó Joe Biden”.
La locura de Trump quedó enterrada en Georgia; no puede dar un Golpe de Estado Electoral, aunque quisiera; su principal asesor jurídico Rudy Giuliani, ex Alcalde de Nueva York, que le ha estado aconsejando y ayudando para revertir el resultado de las elecciones presidenciales mediante triquiñuelas jurídicas, de pronto hoy día 20 de noviembre buscó un pretexto para salirse de una línea de actuación tan ridícula, y dijo que su hijo mayor se enfermó de coronavirus, por lo cual ya no asistió a las reuniones de la Casa Blanca.
Era y es imposible el intento de Trump por acabar con la democracia norteamericana y ejecutar en la práctica un Golpe de Estado Electoral ante los ojos del mundo y en particular, a la vista del pueblo norteamericano que ha nacido demócrata y cuyos antepasados inventaron la Democracia moderna en América, que ha pervivido hasta hoy.
El carácter de Trump ha sido descrito en libros enteros y en artículos periodísticos: un hombre ignorante y atrabiliario, que se pasa las leyes por el Arco del Triunfo y que está acostumbrado pisotear al que se deje; pero en este caso se ha topado con hueso: su propio pueblo, que luchó con las armas por la democracia y que su ideal es la libertad y el reconocimiento al valor de las personas.
Los Estados Unidos de América no son una “República bananera”, son los constructores de la Democracia en América, como dijo el gran historiador y escritor francés Alexis De Toqueville.
La democracia se impondrá, como un sistema de frenos y contrapesos, como una forma de vida libre, a la que aspiran todos los pueblos de la tierra; en tanto que Trump será dejado de lado y olvidado.
