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Rumbo a las Elecciones de Estados Unidos 2024

Por Tesi Tafich Romo

Volvemos a encontramos rumbo a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en este 2024, viviendo una vez más, los eventos que marcarán el inicio de un nuevo ciclo político.  Proceso en dónde se determinará quién asumirá el cargo más importante en una de las naciones más poderosas del mundo.

El proceso comenzó el pasado 15 de enero con la presentación de los candidatos, quienes buscarán hacerse lugar en las boletas electorales. Como ya es tradición, este acontecimiento marcará su influjo más allá de las fronteras nacionales, y el impacto repercutirá en el espectro político mundial. Las decisiones de las que seremos testigos definirán el futuro del país, las cuales tendrán un complejo análisis en el panorama internacional.

En estos momentos, estamos en las fases iniciales del proceso electoral, donde los candidatos finales de cada partido se disputarán la oportunidad de ser el rostro que los represente. Desde mi perspectiva, es evidente que el impacto en estas etapas iniciales puede tener una relevancia profunda en el rumbo que adquiera el país. Esto se debe a la cantidad de intereses y preocupaciones que posee cada uno de los actores políticos, y sus inclinaciones dependerán de lo que quieran salvaguardar. En este sentido, la competencia política se decantará por la manera en que aborden sus temas y estrategias, pequeños detalles podrían influir en las decisiones que le darán forma al futuro de este país.

La atención se concentra en la tarea de los partidos políticos por pulir a sus candidatos y elegir al mejor, a partir de procesos internos que terminan por seleccionar al candidato más fuerte; el de mayor número de delegados. Esta elección promete marcar un punto irreversible en los eventos mundiales, veremos cómo se mueven los hilos en diferentes direcciones, y cada candidato hablará sobre cómo estructurará sus políticas según los desafíos globales que se enfrentan. No hay que perder de vista que el ganador representará a una de las potencias más influyentes del mundo.

En medio de todo este movimiento me resulta fundamental someter a un breve análisis en cuanto a cómo se están colocando las piezas en el escenario, cuáles son las posturas políticas de los candidatos y retomar un poco de sus ideologías y sus propuestas. La diversidad de enfoques va desde cuestiones educativas, económicas y de políticas exteriores, y cada candidato ejerce una posición diferente dentro del tablero actual. Quiero iluminar un poco las diferencias cruciales que distinguen a cada uno dentro de la lucha por el puesto más alto al que se puede acceder en la política.

La única candidata que todavía puede oponerse a Trump es la republicana Nikki Haley. En los últimos dos debates, la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de Estados Unidos frente a la ONU ha logrado redefinir su campaña política interna, y ha capitalizado la atención general en el ataque de Hamas en contra de Israel. Esto le ha permitido capitalizar los acontecimientos internacionales para fortalecer su política exterior. Esto le ha ganado el apoyo y ha consolidado su posición como una alternativa para los votantes del partido republicano.

Durante el año 2011, Haley se alzó con una victoria histórica al ser elegida como la primera mujer gobernadora en la historia de Estados Unidos. Su mandato no sólo marcó un hito en términos de igualdad de género, sino que dejó impacto en la economía y el empleo del estado de Carolina del Sur. Su liderazgo bajó la tasa de desempleo y su estrategia atrajo inversión de una inyección económica cercana a los 20 millones de dólares. Lo que revitalizó la economía estatal y generó nuevos puestos de trabajo.

Como embajadora de Estados Unidos no ha escatimado su postura en temas controversiales de política internacional, uno de los puntos centrales de su agenta es apoyo y el respaldo que profiere a su postura con Israel. El cual defiende de manera enérgica. Ella sostiene que esta alianza es crucial para los intereses nacionales de dicho país. También defendió la retirada de armamento en Irán, aunque mantiene su postura que sanciona las conductas en contra de Rusia y Siria.

Dentro del ámbito social, ha demostrado tener posturas conservadoras en torno al tema del aborto. Su posición se permea por restricciones estrictas que solo permiten tomar acción si la vida de la madre está en riesgo. No obstante, el año pasado, respaldó una propuesta del senador Graham quien promueve que la prohibición del aborto a las quince semanas de gestación tuviera excepciones por violación o incesto. Además de mostrar su oposición a las leyes que se tiene sobre la pena de muerte para las mujeres que realicen el aborto.

Otro caso similar que muestra su visión política se presentó durante el 2013, cuando habló sobre la comunidad LGTB, sus opiniones fueron contradictorias, pues mencionaba que la gente podía vivir como quisiera, sin embargo, impulsó una legislación en la que les obligaba a utilizar los baños en función de su sexo. No tardaría en modificar este acuerdo y declarar estas acciones innecesarias.

Estamos frente a una candidata que, aunque tiene posturas controversiales, puede cambiar su opinión. Sus acciones y experiencias marcan una diferencia dentro del gobierno estadounidense, sin embargo, su aceptación social dependerá en gran medida de la perspectiva individual y los valores de cada votante. El freno que puede desacelerar su campaña puede presentarse debido a sus inclinaciones conservadoras que pueden generar algún tipo de preocupación para aquellos que buscan ideas más progresistas. Al final, veremos cómo va desarrollando su campaña y cuál será el enfoque que termina por darle.

Sobre todo, cuando recientemente el candidato Ron DeSantis se ha bajado del barco y se ha rendido frente a su adversario Donald Trump, en las últimas declaraciones ha respaldado al expresidente dejándole vía libre para hacerse de nuevo con la presidencia. Con esta acción termina su enemistad y deja como única rival a Nikki Haley para la nominación de su partido.

Esto sucedió el domingo pasado, dos días antes de las primarias de Nuevo Hampshire, en donde DeSantis anunció que se retiraba. El gobernador de Florida parecía una opción real para oponerse a la fuerza que estaba ganando el expresidente Trump, pero poco a poco fue perdido intensidad hasta terminar apagándose. Por lo que ahora le está pidiendo a sus votantes que le otorguen su confianza a su antiguo rival para llevarse las papeletas a casa.

Esta acción le quita algo de peso al exmandatario estadounidense, quien de no ser derrotado en las encuestas tendrá su puesto asegurado para enfrentarse, al ganador del partido demócrata. Esto sucedió después de las elecciones en Iowa, en donde las estadísticas mostraron el claro favoritismo que tiene el expresidente, además de que las estadísticas avalan que ningún candidato republicano ha perdido su corona tras conquistar los dos primeros estados.

Lo que deja un panorama cada vez más complejo para la candidata Haley, quien se encuentra ante lo que podría ser su única oportunidad de alcanzar la candidatura presidencial este ciclo. Sin embargo, el expresidente Trump ha iniciado una ofensiva verbal, característica de su estilo político, calificándola de incompetente y cuestionando su capacidad de ganarse a los votantes. Su estrategia parece repetirse al denigrar a sus contendientes con el objetivo de socavar su credibilidad.

Estas acusaciones dieron como resultado que Haley tomara el micrófono y saliera a defenderse. Cuestionó las capacidades mentales del antiguo mandatario sugiriendo que se encuentra en un declive: “Simplemente no está al mismo nivel que en 2016. Creo que estamos viendo su declive, pero más que eso, lo que diré se centra en el hecho de que sin importar de que se trate, el caos lo persigue.”

Solo podemos estar a la expectativa sobre cuál será la apreciación de los votantes después de la retirada de Ron DeSantis. El camino que le queda a Haley no será sencillo; en las encuestas todavía tiene que promediar una ventaja de 15 puntos de desventaja frente a Trump. De conseguirlo podría considerarse una verdadera amenaza para la campaña del expresidente, de no conseguirlo podríamos estar seguros de verlo en las próximas elecciones de noviembre.

Sin embargo, la historia aún no está escrita y quedan cuestiones por resolver. Como sabemos las primarias son la fase más larga del extenso camino electoral en Estados Unidos, y sirven para que cada partido escoja a su candidato para las elecciones. Esta etapa nos va mostrando cómo se van desarrollando las votaciones hasta que los elegidos de ambos partidos se midan frente a frente.

A medida que nos acercamos a las elecciones de noviembre, el escenario político tendrá diversos matices con el preludio de las primarias, en donde cada ciudadano vota por el candidato que espera para las elecciones generales. En este proceso, la competencia se centra en la acumulación de delegados asignados a cada partido. Cada voto contribuye a una determinada cantidad de votantes que respaldará al candidato específico en la nominación presidencial de su partido.

Los delegados se convierten entonces en portavoces, en pilares que apoyan la elección final de los candidatos, es un proceso que no solo define la preferencia de los votantes, sino que manifiesta la complejidad y la diversidad de opiniones que pueden surgir en cada partido, como hemos visto en el bando republicano quienes comparten la misma bandera, con objetivos independientes.

La primera contienda se llevó a cabo en el estado de Iowa, en donde estaban en juego 40 delegados. En esta primera encuesta los resultados de la votación revelaron la preferencia de los votantes. Trump se llevó la delantera con un 50% asegurando 20 delegados y consolidando su posición en la fase inicial, por su parte, Ron DeSantis tuvo 9 (21%) y Haley 8 (19%). El ejercicio cerró sus puertas con la participación de Vivek Ramaswamy quien solo obtuvo tres votantes.

Iowa no solo marcó el comienzo de la cuenta regresiva hacia la nominación presidencial, sino que arrojó luz sobre quiénes son los favoritos para llevarse la campaña, y sobre cuáles serán las estrategias que deberán continuar los candidatos para los próximos estados.

Con esto podemos ver en dónde se centran los objetivos de cada candidato, y esto radica en el número de delegados que sean capaces de obtener, pues son la moneda de cambio que definirá quien se enfrentará a Biden, quien, aunque no cuenta con una popularidad intensa dentro de los votantes, hasta el momento no se encuentra un rival que pueda hacerle sombra.

El historiador Alexander Keyssar, señala que la diferencia entre el sistema de primarias y el de las elecciones generales radica en que “las elecciones de noviembre, los votantes electorales estatales se basan en el sistema de que el ganador se lo lleva todo”, y esto no ocurre cuando se realizan las primarias que buscan que la porción de los delegados sea mayor en términos estadísticos al 50%, esta contienda se mantiene hasta que uno de ellos alcance la cantidad necesaria para asegurar la nominación del partido.

Para los analistas hay estados estratégicos que cada uno de los candidatos considera prioritario dentro de sus campañas, entre ellos están Iowa y New Hampshire, Florida, Carolina del Sur, Nueva York.

Desde el primero que es Iowa los candidatos buscan hacerse con una buena visibilidad que les permita captar la atención mediática. Por eso junto con New Hampshire proporcionan un impulso significativo que puede beneficiar o acabar con el proceso, como pudimos ver en el caso de DeSantis.

A partir de esto, los especialistas coinciden en que New Hampshire, es la mejor oportunidad de Haley de logar una victoria. De no conseguirla su postulación se verá en dudas y probablemente consolide la victoria de Trump.

Del lado demócrata parece estar todo decidido, Biden se medirá frente al congresista Dean Phillips y la activista Marianne Williamson, sin embargo, las predicciones aseveran que será el actual presidente quien vuelva a representar este partido, por lo que podríamos ver otra contienda entre Biden y Trump en noviembre; lo que sería una continuación de la rivalidad que capturó la atención del país en 2020.

Mientras avanzamos en las elecciones, la atención se centrará en cómo los candidatos abordarán los desafíos actuales. En este recorrido electoral veremos cómo desarrollan sus temas y que soluciones ofrecen para las reformas migratorias, la protección de los derechos humanos, la cooperación internacional, cuáles serán las inversiones en educación, las políticas laborales inclusivas; estos temas deberían ser aquellos en dónde presentemos atención en los siguientes meses.

Más allá de dejarnos llevar por la incertidumbre o la emoción, debemos prestar atención en este proceso electoral ya que, sin duda, está decisión tendrá un gran impacto en el futuro de nuestro país.

Bibliografía

https://www.usa.gov/es/elecciones-presidenciales-estados-unidos

https://cnnespanol.cnn.com/category/elecciones-estados-unidos/

https://cnnespanol.cnn.com/2024/01/21/quien-es-ron-desantis-orix/

https://www.vozdeamerica.com/a/quien-es-nikki-haley-la-candidata-republicana-a-la-presidencia-de-eeuu-en-2024-/7451584.html

https://www.vozdeamerica.com/a/trump-haley-se-enfrentan-nuevo-hampshire-carrera-republicana-por-la-casa-blanca-/7450163.html

https://www.infobae.com/estados-unidos/2024/01/21/ron-desantis-abandono-la-carrera-republicana-por-la-casa-blanca-y-respaldo-a-donald-trump/

https://www.nytimes.com/es/interactive/2023/espanol/elecciones-2024-usa-candidatos.html

https://www.nytimes.com/es/2024/01/23/espanol/new-hampshire-primarias-como-funcionan.html

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