Política

Presentación de Un Punto de Partida: Una Nueva Visión de País

Discurso del Dr. José Narro Robles

Muy buenos días tengan todas y todos los presentes y también quienes nos siguen por las redes.

Hoy es un día especial. Lo es porque estamos aquí reunidos para atestiguar la presentación de una estrategia, de una convocatoria y un grupo. El grupo es Méxicolectivo. La convocatoria es para construir una propuesta de futuro para el país. La estrategia consiste en el trabajo colectivo que nos permita tener, antes de que termine junio, una nueva visión de México, de sus entidades y regiones, con las propuestas para alcanzar nuestro propósito.

Pretendemos contribuir a terminar con la polarización, a valorar la importancia de la pluralidad, a entender que es mejor tener un país con un coro de voces incluso disonantes, que uno de una sola voz. Queremos organizar un proceso para discutir nuestro futuro, intentarlo con todos los que estén en la disposición de hacerlo de manera participativa, racional y por tanto tolerante, respetuosa, libre e informada. Habremos de acordar los caminos para arribar a un México nuevo, más justo, con derechos exigibles para todos, con seguridad, mejores oportunidades y mayor certeza. Un México con instituciones fortalecidas, con salud y educación de calidad, con empleo con prestaciones y salario remunerador.

Aspiramos a tener un país que permita a los mexicanos vivir con dignidad, en paz, en democracia, con libertad, unidos por nuestra identidad, con el compromiso de realizar las hazañas nacionales que permitan resolver los viejos problemas y disminuir los riesgos de los que se anticipan en el horizonte. Queremos vivir en un México en el que prevalezcan el optimismo y la alegría; uno en el que nuestros jóvenes puedan desarrollarse, en el que existan oportunidades para todos, en el que recuperemos la decencia en todos los quehaceres, en el que prevalezcan los valores laicos y la dignidad humana.

México es un mosaico. Es la expresión de distintas culturas, experiencias y cosmovisiones. El nuestro es un país con temperamentos diferentes. Uno de colores, sabores, sensibilidades y perfiles muy diversos. Es una nación con un gran pasado, con un presente complicado y un futuro promisorio. Nuestro México no merece estar en la parte media de las clasificaciones internacionales y menos en el fondo de las mismas.

El nuestro es un país grande y con grandeza. Por ello debemos ver para adelante, pensar en grande y trabajar en unidad por causas superiores. Seamos generosos con la Patria. Pensemos en el porvenir de nuestros hijos, de los suyos y sus descendientes. Sembremos hoy, para que mañana ellos cosechen. Ignoremos las disputas transitorias y respondamos con una convocatoria a la unidad y el trabajo.

La salud y la educación son dos dimensiones fundamentales en la vida de individuos y colectividades de las que habremos de ocuparnos de forma prioritaria en nuestra tarea. Las dos están en todo aun cuando no son únicas, sin embargo, sin ellas no prospera nada de lo importante. La influencia que tienen alcanza la vida cotidiana, la intelectual y la espiritual; pero también el empleo, el ingreso y la productividad; por igual la democracia y el bienestar; las relaciones sociales y la vida familiar. Alcanzan también el presente y el futuro; la escuela, el sitio de trabajo y el de entretenimiento.

Son derechos humanos esenciales e igualadores sociales sin par. Se constituyen en elementos de inclusión social, de estabilidad y representan una de las mejores inversiones sociales con retornos importantes. Son dos de los antídotos más potentes en contra de males ancestrales: de la pobreza y la desigualdad; de la muerte evitable, el empleo incompleto y la baja productividad. Cuando se trata de fortalecer la vida colectiva o el desarrollo de las potencialidades personales, se requiere de salud y educación, áreas estratégicas que por desgracia han tenido rezagos históricos agudizados en los últimos años. Sin ellos no saldremos adelante.

Toda la información en estas materias nos muestra que los servicios no funcionan como sería deseable y que en muchos de los indicadores no calificamos como deberíamos. Es cierto, no vamos bien y lo que se requiere es ver hacia adelante, no volver la mirada para reconocer los productos de la ineficiencia. Debemos esmerarnos en diseñar, acordar y poner en marcha dos de las reformas que más le urgen al país, la de salud y por supuesto la educativa, incluida las ciencia y la tecnología y la cultura y el arte.

Todos tenemos una responsabilidad frente a la nación. Los invito a participar en el proceso al que se convoca. Los invito a pensar y proponer, a hacerlo en la plataforma que hoy se presenta y en las reuniones estatales y temáticas que se organizarán. Emprendamos el camino del reencuentro de las confianzas. A México le hace falta y cuenta con nosotros.

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