Nuevos términos para formar una agenda bilateral con Estados Unidos
La política exterior de México hacia Estados Unidos en los últimos 12 años se ha concentrado básicamente en dos temas: migración y narcotráfico. En un primer período, el gobierno de México puso toda la atención para lograr una reforma migratoria integral: “la enchilada completa”, pero no logró absolutamente nada en ese campo.
En el segundo período, durante la administración de Felipe Calderón, la agenda bilateral con Estados Unidos, se enfocó hacia el narcotráfico como eje central. De ahí, se derivaron otros temas como la corresponsabilidad, el tráfico de armas, las operaciones encubiertas, el mapeo del territorio nacional por aviones no tripulados; en pocas palabras: mucho del otro lado y poco para México.
Ahora en esta nueva administración encabezada por el Presidente Enrique Peña Nieto, estas agendas que correspondían a una relación bilateral de enfoque monotemático migrarán hacia una gran estrategia de política exterior con los Estados Unidos. Este modelo implica recuperar los temas principales, que por su importancia y significado, deben ser parte integral de la agenda bilateral; los cuales corresponden a temas prioritarios que trascienden enfoques coyunturales, como sucedió en el pasado.
En primer lugar, se tienen que reconocer los intereses prioritarios del país en cuanto a mejorar los índices de bienestar del pueblo mexicano para erradicar la pobreza y la exclusión social. Es prioritario darle empleo a millones de mexicanos que durante los dos últimos sexenios han sido marginados. La política exterior debe ser también una palanca del desarrollo nacional que aproveche un ambiente internacional cada vez más globalizado; mejorando a través de políticas públicas nuestro desempeño económico para que México pueda tener mayor capacidad competitiva. Es un hecho, que para crecer se necesita aprovechar plenamente la ventaja geoestratégica que se tiene con Estados Unidos. Compartimos una frontera común de más de 3 mil kilómetros, tenemos una interacción anual de más de 360 millones de cruces transfronterizos, contamos con un intercambio comercial de más de 400 mil millones de dólares, compartimos modelos culturales; y, nuestra población se extiende más allá de los estados fronterizos del sur de Estados Unidos, tenemos comunidades mexicanas en Nueva York, Arkansas, Carolina del Norte y hasta Alaska.
Ante esta realidad es impostergable elaborar una agenda estratégica multitemática de largo plazo con los Estados Unidos. En primer lugar resulta prioritario explorar y profundizar cada uno de los temas de relevancia que componen esta agenda. Contamos con acuerdos y mecanismos de concertación con ese país que por razones burocráticas se les han dejado en los estantes de las oficinas responsables o en los archivos de las dependencias federales.
TRATADO DE LIBRE COMERCIO CON AMÉRICA DEL NORTE
Vayamos punto por punto con los principales temas. En principio, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es un formato que impulsa nuestra productividad económica, debido a que nos integra a economías de escala con amplios mercados internos. El TLCAN posesiona mejor a México frente a otras naciones si comparamos el nivel de costos que tenemos frente a los procesos productivos de bienes y servicios de otros países. El TLCAN por la dimensión de sus beneficios atrae el asentamiento de empresas de clase mundial de todas partes del mundo que desean beneficiarse de las rentas que implica participar en estos mercados.
Los beneficios microeconómicos del TLCAN se traducen también en ingresos fiscales, en ingresos por salarios y servicios, y por el efecto multiplicador, incentivan económicamente a las pequeñas y medianas empresas; que por cierto son las mayores creadoras de empleo. Permite la estructuración de mejores políticas públicas macroeconómicas en cuanto a creación de empleos, ingreso fiscal y gasto en bienes públicos. El TLCAN ofrece múltiples oportunidades poco exploradas, verbigracia, la modernización del sector privado, mejores comunicaciones y servicios, ventajas competitivas regionales como los clusters en Baja California (televisiones, electrodomésticos e instrumental médico); el Estado de México (vehículos y autopartes-Ford y GM-); Querétaro (vehículos y autopartes- Honda y Audi-); Aguascalientes (vehículos y electrónicos –Nissan-); Guanajuato (G M, Nissan, Mazda, Volkswagen y Honda); Chihuahua (arneses y productos farmacéuticos); etc.
Como señaló recientemente el economista Ildefonso Guajardo, en un foro sobre economía organizado por la cadena CNN, que debemos explorar y profundizar las oportunidades que ofrece el TLCAN, considerado no sólo lo que antes hemos señalado; sino en el marco de un enfoque competitivo global. Con el TLCAN en la nueva prospectiva económica multilateral se abren otros horizontes para el sector privado al relacionarlo, por ejemplo, con el Acuerdo Transpacífico (Trans-Pacific Parnership, TPP) y con el acuerdo de libre comercio firmado con Centroamérica. Producto de estos acuerdos vía TLCAN crecerán aún más las exportaciones y las inversiones extranjeras directas.
TURISMO
Otro rubro importante de la relación bilateral es el turismo, en el que poco o casi nada se ha hecho al respecto en los últimos 6 años para contrarrestar las alertas de viaje que constantemente emite el gobierno de Estados Unidos para prevenir a sus ciudadanos sobre los peligros que existen para los viajeros en algunos destinos turísticos de México. Estas alertas perjudican altamente las actividades económicas de algunas localidades del país donde el turismo es la fuente principal de ingresos. Recuerdo una entrevista con el ex presidente colombiano Álvaro Uribe (que pronto publicaremos en este medio), quien decía que Cartagena como destino favorito de miles de turistas provenientes de cruceros de todo el mundo, de pronto dejó de ser ese destino turístico debido a las alertas de inseguridad y peligro que emitían distintos gobiernos del mundo.
Álvaro Uribe muy preocupado por esa situación instruyó a su cuerpo diplomático a promover la seguridad que prevalecía en la ciudad de Cartagena, se reunió con las organizaciones de operadores de cruceros y les hizo saber que él personalmente se responsabilizaba por la seguridad del lugar. Amplió la cobertura de seguridad en la zona y puso espectaculares que decían: “si Ud. tiene algún problema en Cartagena llámeme por teléfono”. Después de este operativo tuvo dos llamadas de nacionales de Alemania quienes se quejaban porque una peluquería local les había cobrado demasiado por un corte de pelo; les parecía que 50 dólares eran excesivos. Álvaro Uribe les prometió a las alemanas que en su próxima visita a la ciudad el corte de pelo les costaría 25 dólares. Es una anécdota pero vale la pena elevarla a categoría de análisis.
Este es un buen ejemplo del grado de involucramiento y compromiso de los gobiernos en esquemas de seguridad. Los gobernadores, los presidentes municipales, el gobierno federal deben de operar de la misma manera ante las llamadas alertas de viaje que emite el Departamento de Estado. Recuperar el turismo es una estrategia integral que significa incorporar a la Secretaría de Relaciones Exteriores, vía representaciones en el exterior, en la promoción de los destinos turísticos, a la Secretaría de Gobernación en los esquemas de seguridad estratégica (de acuerdo al nuevo esquema del Presidente Enrique Peña Nieto), a los presidentes municipales y gobernadores de los estados.
Como enfatizó el Gobernador del Estado de México Eruviel Ávila Villegas cuando promovía la venta de árboles de navidad en la localidad de Amecameca: “Invito a todos los ciudadanos para que vengan a cortar su árbol de navidad, con la confianza de que no serán molestados por policías, además de ayudar a aumentar la producción, porque no se trata de tala, sino de cosecha, para sembrar más árboles que dan la sensación en los hogares de estar en el bosque”. Ese es el tipo de política local que debe impulsarse ante alertas de viaje, transmitir confianza y proveer al turista de una seguridad real porque está de por medio la palabra del gobernante. Cero tolerancia, es la manera de recuperar el turismo. Es un tema que por su importancia debe estar dentro de la agenda bilateral con Estados Unidos para involucrar más a las autoridades estadounidenses en la promoción turística binacional. Se trata de impulsar protocolos de coordinación, comunicación y colaboración, entre los gobiernos federales de ambas naciones antes de las alertas emitidas con el fin de dar mayor tranquilidad a los paseantes extranjeros y permitir que los operadores de servicios locales tengan ingresos provenientes de esta importantísima actividad.
OTROS RUBROS DE LA AGENDA BILATERAL
México también tiene que impulsar los acuerdos existentes en materia de cooperación científica, ecológica, de salud, fronteriza y de seguridad con los Estados Unidos. Incluso se debe ir más a fondo y aprovechar en todo su sentido estratégico cada uno de los modelos ya existentes y que poco se les ha impulsado por falta de cuadros organizacionales y de perfiles adecuados dentro de la Secretaría de Relaciones Exteriores, SEMARNAT, Gobernación, SSP y CISEN. En este sentido, para dar un enfoque temático sobre estos rubros a la relación bilateral, se recomienda a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto la revisión de los perfiles y los sistemas de organización de cada una de las esferas de la administración pública federal encargada de la gestión de cada uno de estos asuntos.
LA REFORMA MIGRATORIA
La reforma migratoria es otro tema fundamental de la agenda bilateral que ha merecido en el pasado un análisis pobre desde una perspectiva supuestamente integral, porque no ha sido considerado desde las diversas aristas que le conforman. Debe ser otra la visión y el enfoque. Sólo por anotar un ejemplo, actualmente en el Congreso de los Estados Unidos existe una mayor sensibilidad sobre el tema, después de la reelección de Barack Obama, pero ello no es suficiente, continúa habiendo diferencias en posiciones tanto en la Casa de Representantes como en el Senado, que se advierte al hacer un análisis más profundo sobre la representatividad y perspectiva de cada uno de los legisladores. Hay sus oposiciones y hay sus acuerdos. En esta materia es importante señalar el rol de oposición que juegan ciertos sindicatos para lograr una reforma migratoria integral. Sindicatos poderosos consideran que los migrantes reducen su capacidad de negociación con las empresas respecto a los contratos colectivos de trabajo e impulsan la caída sistemática de la filiación laboral a los sindicados.
La poderosísima organización American Federation of Labor y el Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO) cuentan con 56 organizaciones sindicales que cubren todas las ramas de la producción y una membrecía de más de 12 millones de afiliados que abarcan todos los sectores de la economía desde restaurantes, taxis, industrias hasta la construcción. En todas estas actividades participan migrantes mexicanos indocumentados a quienes les pagan salarios por debajo de lo que realmente cotiza un ciudadano o un residente legal. Para los sindicatos el problema es aún mayor, porque los migrantes indocumentados cuando son residentes legales tienden a no afiliarse e irse por la libre; afectando los intereses de las centrales sindicales y las relaciones contractuales de sus agremiados.
Actualmente los empleadores de las industrias de la construcción y de agricultores han optado, ante la escasez de mano de obra local, por traer trabajadores extranjeros bajo el programa de visas H-2B y H-2A, de conformidad con lo que estipula la Ley de Inmigración y Nacionalidad de ese país pero las cuotas impuestas por la Ley hacen que el beneficio sea insuficiente y los requisitos nebulosos y múltiples. Para los empleadores no habría mejor esquema que lograr una reforma migratoria integral pues el nivel de productividad como el costo laboral del trabajador mexicano son condicionantes altamente valoradas por el empresariado estadounidense. Un esquema de negociación y cabildeo bien estructurado por parte de México pueden aglutinar a su favor aquellos sectores empresariales (agrícolas, de la construcción e industriales) que estén inclinados hacia una reforma migratoria integral. Establecer un esquema similar al que operó el gobierno de México durante el cabildeo de la reforma migratoria de 1986: Immigration Reform and Control Act (IRCA).
Otros elementos que sobresalen actualmente de este fenómeno es el cambio demográfico de Estados Unidos. Los anglosajones ya no son quienes establecen la agenda política nacional, hoy en día son las minorías de hispanos, mujeres, afroamericanos y asiáticos. Es el momento de empezar a trabajar de forma coordinada y efectiva con las comunidades de mexicanos en el exterior, es el momento para que México privilegie su acercamiento, impulse y refuerce sus vínculos. No se ha otorgado al Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), un papel más proactivo y poco se le ha involucrado estratégicamente. Por ejemplo, el Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (CCIME) es un importantísimo mecanismo para establecer tácticas y estrategias pero hasta el momento no se le ha convocado con este propósito, ni tampoco invitado a dialogar sobre los grandes temas de la relación bilateral. En algunos casos, incluso, el CCIME va mucho más rápido que el liderazgo que pudiera haber desarrollado el IME, incluso sus integrantes han especulado sobre la posibilidad de realizar sus actividades fuera de este marco institucional de México.
El CCIME es un factor de cabildeo que puede ser muy favorable a nuestro país, y a sus integrantes, al promover una agenda migratoria integral. Apoyarse en ellos para el cabildeo en las asambleas locales y en los distritos electorales federales y en los medios de comunicación. Por ello, vale la pena enfatizar que quien esté al frente del IME en la Secretaria de Relaciones Exteriores debe tener un perfil distinto al que hasta ahora se ha considerado para quien ocupe este cargo. Además es conveniente ponderar dentro de este perfil la preparación académica, incluido el manejo fluido de los idiomas inglés y español, carisma, liderazgo, avisado en la esencia bicultural de las comunidades mexicanas en el exterior, dinámico, conocimientos básicos de las leyes norteamericanas, conocedor del sentido de pertenencia de nuestros paisanos a los clubes regionales y contar con amplia información sobre las tendencias regionalistas de cada localidad, etc. Y por ende, si se busca un liderazgo real y efectivo del IME, debe revisarse también el perfil del personal que lo conforma y que esté adscrito tanto en la Cancillería como en las embajadas y consulados de México en el exterior.
Algunos de los actualmente comisionados en el área del IME, particularmente en las representaciones de México en el exterior, no reúnen el perfil de liderazgo, preparación académica y enfoque. No son conscientes del grado de responsabilidad que implica desempeñar tan importante tarea. Se requiere una revisión puntual de todo el personal que realiza estas labores, especialmente al adscrito conforme el Art. 7 de la Ley del Servicio Exterior. Resulta entonces, prioritario hacer una revisión en este rubro.
LA PROTECCIÓN DE LOS MEXICANOS EN EL EXTERIOR
Por último, es fundamental poner el tema de la protección de los mexicanos en el exterior en el centro de la agenda bilateral. La protección representa una de las áreas de mayor impacto dentro de las relaciones bilaterales de México con Estados Unidos, ya sea por actos discriminatorios o por asesinatos de mexicanos por parte de oficiales de la patrulla fronteriza. La protección debe ser proactiva y preventiva. La revisión de esta actividad es prioritaria por los niveles deplorables en que actualmente se encuentra la protección de nuestros paisanos. Hay que hacer, desde el primer día, en la Dirección General de Protección de la SRE una reingeniería dentro del esquema organizacional y de perfiles de quienes están y de quienes estarán a cargo de los asuntos de protección de los mexicanos en el exterior.
El replanteamiento implica asignar en los consulados mexicanos en Estados Unidos, personal ampliamente capacitado y especializado en la protección de los connacionales, tal y como se hizo en la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) a principios de la década de los 80 cuando el personal asignado a esta tarea tenía una preparación previa. Los cuadros de protección estaban integrados con personal que aprobó exámenes específicos para desarrollar estas tareas, recibieron cursos-taller, se verificó su vocación de servicio, su disponibilidad para llevar a cabo estas actividades, que implicaban, entre otra tareas, realizar un cumplimiento puntual de los programas de visitas a cárceles, centros laborales, hospitales, etcétera.
Además para darle sentido a la protección hay que revisar y definir con claridad el perfil de los cónsules fronterizos, sobre todo aquellos asignados a los estados con mayores índices de sentimiento antiinmigrante, como Arizona, Texas y Nuevo México.
Por Jorge Navarro Lucio, Consejero de de Asuntos Políticos y Jefe de la Oficina de Asuntos Fronterizos de la Embajada de México en Washington, DC. En 1986 fue parte del grupo consular que cabildeo la IRCA de 1986. Twitter: @jornalunam.