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“No hay tales compromisos para liquidar a miles de trabajadores de PEMEX”, expresa Carlos Romero Deschamps, Secretario General del STPRM

PALABRAS DEL SENADOR CARLOS A. ROMERO DESCHAMPS, SECRETARIO GENERAL DEL SINDICATO DE TRABAJADORES PETROLEROS DE LA REPÚBLICA MEXICANA EN LA CEREMONIA CONMEMORATIVA DEL 77 ANIVERSARIO DE LA EXPROPIACIÓN PETROLERA EN LA TERMINAL MARÍTIMA DOS BOCAS, PARAÍSO, TABASCO, EL 18 DE MARZO DE 2015.

Lic. Enrique Peña Nieto, 
Presidente Constitucional de Los Estados Unidos Mexicanos
 Lic. Pedro Joaquín Coldwell
 Secretario de Energía y Presidente del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos 
Lic. Arturo Núñez Jiménez 
Gobernador del Estado de Tabasco 
General Salvador Cienfuegos Zepeda 
Secretario de la Defensa Nacional 
Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz
Secretario de Marina 
Lic. Emilio Chuayffet Chemor 
Secretario de Educación Pública 
Ing. Juan José Guerra Abud
 Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales
 Distinguidos Señores Gobernadores que nos acompañan
 Emilio Lozoya Austin
Director General de Petróleos Mexicanos 
Señores Directores Corporativos y de Organismos Subsidiarios Distinguidos Funcionarios de la Administración Pública 
Distinguidos integrantes del Poder Legislativo, Diputados y Senadores que nos acompañan
 Distinguidas Autoridades Civiles y Militares 
Compañeros Integrantes del Comité Ejecutivo General de Nuestra Organización Sindical
Secretaria y Secretarios Generales de las 36 Secciones de nuestra Organización

Saludo con especial afecto al Compañero Gustavo Guerra, Secretario General y a todos los integrantes de la cálida Sección 50 
Señoras y Señores:

Hoy hace 77 años que, en gran medida, debido al impulso de la lucha emprendida por los obreros integrantes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana en defensa de sus derechos laborales, nuestro país vivió la histórica decisión del Presidente Lázaro Cárdenas del Río que hoy conmemoramos y que marcaría el devenir de México durante casi ocho décadas.

Durante ese tiempo Petróleos Mexicanos mantuvo dos constantes: primera, la fluctuante dirección de las diferentes administraciones de Pemex a lo largo de los sexenios las que, en diversos momentos, llegaron a ser incluso contradictorias.

La otra: que a pesar de las limitantes que la industria ha tenido a través del tiempo, el desempeño de sus trabajadores, de confianza y sindicalizados, le han permitido cumplir invariablemente su compromiso con el país. Sin que jamás se haya siquiera preguntado alguien, si por causa de ellos se podría poner en riesgo la disponibilidad de crudo para la exportación o de gasolinas para el consumo en todo el territorio nacional.
Sin embargo, así como hay quienes le apuestan a la descomposición del orden social e institucional para, a partir de ahí, según ellos, construir uno nuevo. Así también, hay quienes insisten en su visión supuestamente progresista en demeritar a los trabajadores petroleros, argumentando que reducir su número es “indispensable” para mejorar el desempeño de Pemex.

Para su desencanto, les podemos afirmar: Que no hay tales Convenios para liquidar a miles de trabajadores petroleros.

Lo que sí es real, lo que sí hay, es el trabajo coordinado, profesional y sensato para implementar medidas de racionalidad presupuestal que permitan mejorar la eficiencia en la operación y, al mismo tiempo, hacer un óptimo aprovechamiento de los recursos humanos.

Los petroleros como participantes de una empresa fundamental para la economía del país, estamos plenamente conscientes del deterioro de las expectativas de crecimiento que se observan. Del impacto negativo que significa la baja en los precios internacionales del crudo y la declinación sensible de algunos de nuestros campos.

Situaciones todas ellas que, aunque no conllevan participación directa de los trabajadores en esta realidad, nos comprometen a ser solidarios en la búsqueda de soluciones.

Por ello, de tiempo atrás, hemos venido platicando de manera franca y transparente con nuestro Director General, Emilio Lozoya Austin, para encontrar alternativas justas que a ambas partes beneficien.

Sabemos, Señor Director, de su buena disposición e interés, confiamos que estos difíciles momentos nos permitan demostrar al país que nuestra más alta prioridad es fortalecer a Petróleos Mexicanos.

Todo cambio es conmoción y expectativa pero, sobre todo, adaptación. Probablemente seremos los petroleros los que más rápidamente encontremos esa adaptación pues, a fin de cuentas, haremos lo que siempre hemos hecho: trabajar con emoción y compromiso.

Señor Presidente:

Hace poco más de dos años, con su arribo a la Presidencia de la República, el país pudo constatar el gran esfuerzo de conciliación puesto en marcha para que, con el concurso de diversas fuerzas políticas nuestro país pusiera a discusión y decidiera acerca de temas prioritarios para el avance de la nación.

Como en todo cambio trascendente existen voces discordantes que preferirían el rumbo contrario. Sin embargo, tal vez el mayor lustre de un estadista como usted sea, precisamente, tomar decisiones aún a riesgo de su propia popularidad coyuntural.

En una democracia plena como es a la que todos aspiramos, disentir del proyecto gubernamental es, aparte de legítimo saludable para la vida del país.

La discusión de ideas permite una mejor construcción de nuestra visión de progreso; permite, igualmente, evitar posturas intolerantes que dada su resistencia al cambio prefieren denostar todo intento de avance. Acontecimientos recientes nos recuerdan crudamente que los momentos más difíciles que ha vivido el país en su historia, han sido aquellos cuando mayor división hemos tenido como sociedad.

La mejora en las condiciones de la nación que todos queremos nunca se dará como resultado de la confrontación; todos quienes la deseamos sabemos que solamente se podrá obtener a partir del trabajo solidario y el esfuerzo compartido.

Lo hemos expresado antes y hoy lo reiteramos: tenemos presente que fuimos los trabajadores petroleros quienes impulsaron un modelo de industria petrolera hace casi ochenta años y, tenemos claro hoy, que la nación a través de sus instituciones ha modelado un nuevo camino.

En ese como en el anterior, las mujeres y los hombres que laboramos en esta industria aportaremos lo mejor de nosotros pues entendemos puntualmente que, del buen resultado de uno u otro modelo, han dependido siempre la estabilidad y progreso de la economía de nuestro país.

Esperamos que pronto la dinámica de este sector, el petrolero, impulse una mejoría sensible en nuestro crecimiento, que permita atender mejor todos esos rezagos cuya solución postergada han sido motivo de confrontación de diversos sectores de nuestra sociedad a lo largo del tiempo.

No son, sin embargo, el encono o la diatriba los elementos que permitirán la mejoría de nuestra realidad, sino el trabajo y la responsabilidad de todos los mexicanos.

Reconocemos y admiramos el esfuerzo y grandeza de espíritu de la generación de la Expropiación, pero hoy, estamos seguros que nuestros compañeros operarios o nuestras compañeras operadoras de plantas, que las hay, no desmerecen en vocación ni capacidad.

Los petroleros hemos mantenido nuestro compromiso a lo largo de décadas, no solo en términos del esfuerzo cotidiano y del trabajo diario sino, responsablemente, no comprometiendo jamás el desempeño de la industria a la que servimos.

En los tiempos que corren, Señor Presidente, los petroleros redoblaremos nuestro esfuerzo para estar a la altura de las exigencias.

¡El cambio no espera!
¡El reto está aquí!
¡México necesita de todos!
Los petroleros no seremos la excepción. ¡Unidos Venceremos!

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