¡NO AL DISCURSO DEL ODIO! El Presidente no debe alentar la confrontación
Diputadas y diputados de Morena siguen el ejemplo presidencial
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de la Revista Macroeconomía
El Presidente Andrés Manuel López Obrador no debe alentar el discurso del odio que está dividiendo al país.
El lenguaje presidencial que cotidianamente acusa y condena a periodistas, dueños de periódicos y medios de información, empresarios, legisladores de oposición, diputados y senadores de otros países como el Parlamento Europeo y el Senado de Estados Unidos, al Gobernador de Texas, escritores, historiadores, a las clases medias nacionales; todo ello está causando una grave división en la sociedad mexicana que ya se refleja en violencia verbal en el Congreso de la Unión.
El rechazo de los 223 diputados de oposición a la Reforma Constitucional propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo desquició a tal grado que declaró a los legisladores “traidores a la patria”, lo cual constituye una grave acusación, en la que ahora se apoyan y toman ejemplo los diputados de Morena, Partido Verde Ecologista y Partido del Trabajo, así como los altos dirigentes partidistas.
Toda esta actitud encabezada por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es muy negativa y peligrosa porque además de dividir al país en dos, busca y alienta la violencia verbal que puede desembocar en situaciones mucho más graves.
Algunos altos dirigentes del sector oficial y del Partido Morena han expresado la posibilidad de acusar penalmente a los 223 diputados de la oposición de “traición a la patria”; esto podría ser el principio de una intencionalidad mayor contra la Cámara de Diputados y también contra la Cámara de Senadores; las consecuencias de objetivos políticos que dañen al Congreso de la Unión en su conjunto pueden tener consecuencias muy graves para la democracia mexicana.
Es el momento de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador refrene sus ataques a la oposición en el Congreso; a los ministros de la Corte que no están de acuerdo con él; a los integrantes del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; a los empresarios mexicanos y a sus instituciones y agrupaciones; a los periodistas y directivos de periódicos, a los escritores e historiadores que no están de acuerdo con su gobierno.
La división de México que busca y alienta el Presidente Andrés Manuel López Obrador no conduce a la solución de los problemas de nuestro país.
