Política

“México necesita vivir a plenitud un Estado de Derecho”: Dr. José Narro Robles

Más que una distinción personal es un reconocimiento a la UNAM. Afortunado soy al poder fungir como rector de la Máxima Casa de Estudios, pero siendo honesto, he de decir que es más para la institución que les vence el cariño, el respeto, aprecio a la casa de estudios y que me toca en esa condición recibir el reconocimiento, por ello lo hago con una enorme convicción de que se trata de uno más de esos reconocimientos, distinciones a una Casa de Estudio Comprometida con las mejores causas del país. Debo aprovechar la mismo tiempo la oportunidad para hacer algunas consideraciones, para decir que en la tarea de rector uno de los aspectos más delicados e importantes es revisar lo que sucede en las comunidades académicas, hablar y platicar con los miembros de esas agrupaciones; revisar y recoger inquietudes de profesores, investigadores, técnicos académicos, estudiantes y trabajadores y tratar de contribuir al desarrollo de las entidades académicas que integran a la universidad.

Al final del día la Universidad Nacional no es sino lo que esas entidades representan, hacen y aportan para el bien de nuestra sociedad. Recientemente viví una experiencia extraordinaria, tengo que expresar que soy un convencido de la necesidad de avanzar en materia de equidad de género; tengo que decirles que lo que tiene que prevalecer es la categoría académica; son los meritos académicos y no solo una condición de género. Así lo exprese frente a quienes integraron la terna para dirigir la Facultad de Derecho, lo sabe la Dra. María Leoba Castañeda, y las dos colegas de ustedes, doctoras en Derecho y profesoras con todos los meritos para dirigir el trabajo académico de nuestra facultad.

Esa es la razón de porque la terna estuvo integrada de esa manera, lo demás será sencillo de pronosticar, una mujer habría de dirigir entonces el trabajo de la Facultad de Derecho. Pasaron, me recuerdan, 459 años de que inicio la cátedra, de que fue fundada 461 años, el 22 de septiembre de 1551 la cedula real y las primeras tareas ya en el desarrollo en 1553. Esperemos que no sean injustas las mujeres, que no pasen 459 años para que otro varón pueda dirigir esa facultad, y en todo caso que siempre sean los meritos académicos que determinen la configuración de terna y la dirección de una persona en la que deba recaer.

Quiero hablar también para expresarles que soy, de los pocos que no pertenecen, por profesión, aunque me siento cercano al gremio de los abogados. Por eso mismo me atrevo frente a ustedes a hacer la consideraciones del caso, México necesita vivir a plenitud un estado de derecho, no son simplemente tener más leyes sino cumplir con toda oportunidad las que hoy tenemos. Son perfectibles lo he aprendido en el andar acompañando a colegas de ustedes en diversas tareas, pero lo que tenemos que hacer es dejar de tener preceptos, lo mismo constitucionales que las leyes reglamentarias que sean solo apuntes aspiracionales. Ahí en la Constitución, desde hace muchos años están los derechos sociales que no hemos podido hoy, cumplir y ver transformados en plena realidad, ahí en la Constitución y las leyes que de la misma emanan, están muchos derechos de las personas, de los individuos que hoy tenemos que lamentar que no tienen plena vigencia en nuestra realidad. Hemos de comprometernos todos, los profesionales del derecho, los Drs. en Derecho en particular, y quienes no lo somos, en hacer realidad ese estado de Derecho y darle pleno vigor a los derechos que consagra la Constitución y sus leyes reglamentarias. Hemos de pensar que lo que hoy tenemos se lo debemos a otras generaciones, cuando vemos hacia atrás hemos de reconoce el trabajo de muchos otros que nos antecedieron y cuando pensamos hacia el porvenir tenemos que afrontar la responsabilidad que a nosotros nos corresponde.

Los derechos de los niños por nacer tienen que ser tutelados por nosotros, el destino en cuanto a su desarrollo, su progreso, su vida con identidad nos toca hacerla en mucho a nosotros. En esa tarea la UNAM, tiene un enorme compromiso, forma recursos humanos, investiga sobre temas y asuntos para la sociedad; y procura extender los beneficios del trabajo universitario.

Quiero comprometerme frente a ustedes, a nuestra casa, a nuestra comunidad a seguir perseverando en esa única dirección de cumplir con lo que la ley orgánica le mandata, hacer lo que la sociedad mexicana le pide que haga; hacerlo de la mejor manera posible y alcanzando al mayor numero de mexicanos.

Permítanme decir lo que ha pasado en 12 años, en materia de la matrícula universitaria, a finales de 1999 teníamos 269 mil estudiantes hoy 323 mil un crecimiento que no es menor, mas de 50 mil jóvenes que se han beneficiado con el trabajo de la universidad.

Ahí está el compromiso con la sociedad mexicana, cuando los universitarios con la pluralidad que condiciona a nuestra comunidad dan respuesta, opinan, proponen, diagnostican, analizan, y hacen las cosas que les tocan hacer y decir a favor de México ese ha sido el trayecto de la universidad y ese debe ser el camino.

Con esa honrosísima tarea encargada por la junta de gobierno y por nuestra comunidad, concluyo diciendo que me siento honrado y que espero con  mi trabajo con los resultados hacer posible que este reconocimiento que hoy me otorgan sea verdaderamente merecedor para un servidor.

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