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Luis Niño de Rivera pide ante el Presidente: “Nos urge como país simplificar muchos trámites burocráticos para lograr el bienestar de toda la población que tanto anhelamos”

“La regulación y la burocracia excesivas también prohíbe”, destaco al dejar la Presidencia de la ABM

Mensaje del licenciado Luis Niño de Rivera-Lajous, presidente saliente de la Asociación de Bancos de México en la Ceemonia de Clausura de la 84 Convención Bancaria celebrada en la Ciudad de México. Ciudad de México, 12 de marzo de 2021

LUIS NIÑO DE RIVERA: Señora Jefa de Gobierno; distinguidos miembros del presídium; señora y señores:

El 13 de marzo de 2020 celebramos en Acapulco, Guerrero, la clausura de la Convención Bancaria número 83, que se convirtió en el último evento presencial de gran escala en nuestro país.

En esa ocasión como ahora nos hizo el favor de acompañarnos el presidente Andrés Manuel López Obrador. Los 12 meses transcurridos de aquella fecha al día de hoy han sido muy dolorosos para México y para el mundo.

Este es momento propicio para reconocer a todo el personal médico y de los servicios de la salud que con enorme valentía, amor al prójimo y profesionalismo nos han seguido atendiendo en todo el territorio nacional.

De igual manera queremos reconocer la entrega y capacidad profesional de nuestros colaboradores de la red de sucursales y áreas de atención a clientes por mantener los servicios bancarios abiertos durante los últimos 12 meses.

A todos ellos, también queremos brindarles un fuerte aplauso de gratitud.

La pandemia ha repercutido de manera muy significativa en el devenir económico de México y el mundo, con severas contracciones en las actividades productivas.

Conscientes de esta situación, en la ABM reaccionamos de inmediato en abril del año pasado y junto con nuestros reguladores implementamos un plan de diferimiento de cuatro a seis meses de capital e intereses, como apoyo a la liquidez de todos nuestros acreditados. Como ya mencionó el señor secretario de Hacienda.

A partir de finales de agosto, ofrecimos reestructuras a mediano plazo de éstos y de todos los créditos.

Hasta la fecha mantenemos una buena calidad de cartera de crédito en señal de que la gran mayoría de nuestros clientes retomaron su calendario original de pago.

Trabajamos también, de manera intensa, para avanzar en la inclusión financiera; incrementamos la presencia de la banca en 227 municipios con mucho mayor énfasis en el sur-sureste de México.

Adicionalmente, duplicamos el número de clientes de banca digital al llegar a 30 millones de usuarios con una aplicación bancaria en su teléfono inteligente.

Al día de hoy, los indicadores financieros de la banca en su conjunto, mantienen una solidez muy relevante. Por ello, frente a la repercusión y la dificultad económica, la banca sigue siendo parte de la solución.

En la ABM estamos muy conscientes que esta inusitada crisis económica ha afectado considerablemente a las personas físicas y a las micro, pequeñas y medianas empresas. Esto se ve reflejado en el número de personas  en estado de pobreza.

Por ello, quiero tomar unos minutos para hablarles de dos temas que debemos mantener y analizar con consideración detallada, no solamente para recuperar nuestra capacidad de crecimiento económico, sino también para elevar el bienestar de quienes menos tienen en México.

El primero de ellos, la tan anhelada prosperidad. Para entenderla con mayor profundidad, estamos obligados a identificar su origen, de dónde viene y cómo se genera.

En el libro “La paradoja de la prosperidad”, de Clayton M. Christensen y coautores, ofrecen un análisis tan profundo como elocuente sobre los caminos que han llevado a distintos países a la prosperidad.

Estoy seguro que a nadie sorprenderé si les digo que PIB per cápita de Japón es cuatro veces mayor y en PIB per capital de Corea del Sur es tres veces mayor que el de México; pero sí parece difícil de creer que en 1950 ambos eran más pequeños que el nuestro, ambos países devastados por la segunda guerra mundial y por la guerra de Corea.

¿Cómo lograron Japón y Corea tanta prosperidad? Nos relata Christensen que en su camino al éxito está plagado de ejemplos de innovación que crearon mercados de consumidores en donde no los había, consumidores que aumentaron la demanda por infinidad de productos y servicios que multiplicaron el crecimiento económico de cada uno de esos dos países.

La pobreza en Japón después de la segunda guerra mundial era enorme, con una hambruna muy extendida, con apoyo externo comenzó la reconstrucción del país y con ello aparecieron oportunidades para empresarios que pudiera advertir con sumo potencial en donde no era aparente.

Entre muchas otras empresas los líderes de Sony y Toyota atinadamente decidieron que primer tenían que atender las necesidades del mercado local antes de pensar en exportar, crearon productos con precios accesibles para satisfacer necesidades básicas de una población de muy bajos recursos que por ningún lado daba señales de consumo posible, radios de transistores de bolsillos, televisiones blanco y negro portátiles, y el walkman entre muchos otros productos de parte de Sony.

Y vehículos de bajo precio con la robustez suficiente para transitar en un país con solamente el 20 por ciento de las carreteras pavimentadas de parte de Toyota.

Surgieron consumidores que no existían, y con ellos la demanda por otros productos, servicios e infraestructura. Japón entró en un círculo virtuoso de generación de riqueza y se convirtió con el tiempo en la tercera economía del mundo. 

En Corea del Sur sucedió algo similar con Samsung, Hyundai, LG y Kia Motors, las innovaciones de productos a precios competitivas para la población que anteriormente no tenía acceso a ellos por falta de conocimiento, de recursos o de tiempo, transformaron la dinámica económica del país. 

Las preguntas obligadas en este momento son: “¿Y nosotros por qué no, por qué seguimos con un número elevado de personas en pobreza alimentaria?”. La paradoja de nuestra limitada prosperidad se vuelva más compleja de comprender si tomamos en cuenta nuestros atributos, somos un pueblo orgulloso de su capacidad y respuesta ante la adversidad, calificado con frecuencia por organismos internacionales como el más trabajador del mundo, seguido de Corea del Sur. 

En las últimas tres décadas hemos innovado constantemente para elevar la eficiencia de nuestros trabajadores, capaces hoy de competir al tú por tú con los mejores del mundo, pero siempre orientados a satisfacer la demanda de consumidores ya existentes en mercados externos. 

Para conquistar el siguiente nivel de desarrollo económico y convertirnos en potencia mundial es indispensable innovar para satisfacer las demandas de millones de mexicanos que hoy no son consumidores de los productos existentes, se trata concretamente de multiplicar su capacidad de crear riqueza para elevar sustancialmente sus niveles de bienestar. 

Por fortuna en las últimas dos décadas hemos logrado avances con ofertas creativas que están dando ya resultados muy favorables. 

En los últimos 18 años los bancos orientados a quienes tienen escasez de recursos han bancarizado a 17 millones de personas, en su mayoría mujeres, con productos y servicios de crédito, ahorro y medios de pago que les han permitido potenciar su creación de riqueza. 

En los últimos 10 años un joven neolonés, Javier Lozano, fundó clínicas del azúcar para atender a decenas de miles de enfermos de diabetes de bajos recursos, la segunda causa de muerte en nuestro país. 

En ese mismo tiempo Hugo Ladislao Moreno creó la empresa “Ópticas Ver de Verdad” para atender a un mercado potencial de 10 millones de personas que no tienen dinero suficiente para comprar lentes con graduación. 

En los últimos 15 años, la marca de motocicletas Italika, ha permitido a 5.7 millones de personas elevar su capacidad de generar riqueza incrementando su movilidad con unidades a precios muy competitivos que anteriormente no existía.

Finalmente, después de 2 años de trabajo integrando a los gobiernos estatales de Chiapas, Veracruz y Tabasco, y uniendo a todos los participantes en la cadena de valor, en la producción de leche, a fines del año pasado se puso en marcha con los primeros financiamientos el proyecto Cuencas lecheras del sur sureste de México.

En los próximos tres a cinco años, los pequeños y medianos productores de leche de esa región con mayor producción y mejores precios aumentarán su capacidad para crear riqueza.

Sin embargo, tenemos aún un largo camino por recorrer para llegar a la meta deseada.

El segundo tema, señor Presidente, es que coincidimos plenamente con su precepto prohibido prohibir. Sin embargo, en estos momentos que tanto requerimos reactivar nuestra economía, debemos de estar conscientes que no solamente se prohíbe por decreto o por iniciativa legislativa. La regulación y la burocracia excesivas también prohíbe.

Como ejemplo palpable está la creación de nuestras empresas formales. Por supuesto que de derecho no es una actividad prohibida; sin embargo, de hecho con la regulación y la burocracia actuales resulta prohibitivo hacerlo.

Tengo aquí en mi mano un manual preparado por expertos en la materia para la creación de una empresa formal que consta de 44 páginas incluyendo 11 anexos. Si ponemos este manual en el contexto del tiempo requerido, el solicitante tiene que dedicar entre 66 y 90 días para solventar todos los trámites.

Pensemos brevemente que en nuestras manos está transformar este tortuoso proceso en un solo trámite digital que dura entre dos y tres días como sucede en los países avanzados del mundo.

Señor presidente, respetuosamente creo que nos urge como país simplificar este y muchos otros trámites burocráticos para lograr el bienestar de toda la población que tanto anhelamos.

Estos son los dos temas que más inquietaron en los últimos 24 meses y que me sentí obligado a compartir con todos ustedes.

De igual manera quiero comunicarles que en estos dos años, gracias a la confianza de mis colegas banqueros he tenido el privilegio de servir al gremio, trabajando de la mano con profesionales de muy alto nivel.

Un abrazo con mi agradecimiento a los integrantes del Comité de Dirección: Carlos Rojo, presidente ejecutivo, y los vicepresidentes actuales: Julio Carranza, Adrián Otero, Eduardo Osuna y Raúl Martínez-Ostos.

También a quienes fueron vicepresidentes por un tiempo breve: Ernesto Torres Cantú, Manuel Romo y Enrique Zorrilla.

A los presidentes de las ocho comisiones y los coordinadores de los 42 comités, mi reconocimiento por su estupenda labor en favor de la banca.

De igual manera, al equipo de profesionales que llevan a la administración de la ABM, comandados por Juan Carlos Jiménez.

Celebro con entusiasmo que mi querido amigo Daniel Becker Feldman, presidente y director general de Banca Mifel, sea quien a partir de hoy ocupe la presidencia de la ABM.

Daniel es un banquero muy destacado y experimentado que, sin lugar a duda, será un gran líder del gremio bancario.

Debo señalar que las labores altruistas de la ABM con Fundación Quiera, siguieron creciendo para brindar apoyo a 52 organizaciones que se dedican a atender a niñas y niños en situación de calle.

Agradezco profundamente a mi esposa Hortensia, por haber encabezado ese esfuerzo en la presidencia de la Fundación. Bajo su liderazgo, el brazo filantrópico de la ABM, retomó sus propósitos originales con estupendos resultados.

A Carmela Pírez y todo su equipo, reconocimiento de la ABM por una labor de alto valor profesional.

Señor Presidente. Antes de concluir estas palabras quiero agradecerle muy cumplidamente, el haberme permitido a nombre de los bancos de México, tener un diálogo abierto y franco con usted.

Pudimos tratar todos los temas de interés común, aun aquellos en los que nuestras opiniones no coincidieron.

Siempre, con cordialidad, respeto y afecto, señor Presidente, le reitero mi gratitud.

Al secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera; al subsecretario, Gabriel Yorio; al titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro, Jorge Meléndez; al gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, a los miembros de la Junta de Gobierno y al equipo de colaboradores del banco central. 

Al presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Juan Pablo Graf; a los presidentes de la Condusef, Oscar Rosado y del IPAB, Gabriel Limón, mi agradecimiento profundo.

A todos mis colegas banqueros, a todos los aquí presentes, y los que nos ven y nos escuchan, les deseo que el éxito, la prosperidad y el bienestar los acompañe siempre. Y les pido, les ruego, les exijo que cumplan con la sagrada obligación de ser felices.

Muchas gracias.

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