Economía

Las Reservas Internacionales y el fin de una Era

Desde hace varios, años hemos observado cómo evoluciona la cifra de Reservas Internacionales en poder de todos los Bancos Centrales, y notamos que éstas llegaron a un pico el 2 de agosto de 2014, cuando alcanzaron su máximo nivel, $12.032 millones de millones de dólares, de acuerdo a Bloomberg.

Ahora, al revisar de nuevo esta cifra, en abril de 2014, obtenemos información interesante.

Como vimos, en agosto de 2014, las Reservas Internacionales en poder de todos los Bancos Centrales llegaron a un total de $12.032 millones de millones de dólares, y desde entonces han bajado $479 mil millones de dólares, para ubicarse en un total de $11.553 millones de millones de dólares, a este mes, abril de 2019.

Desde 1971, la principal causa por la que se incrementan las Reservas Internacionales en los Bancos Centrales, es el déficit comercial de EU; recordemos que en 1971, el oro dejó de considerarse como el respaldo de las Reservas Internacionales. Desde 1971, los dólares fluyen para pagar la diferencia entre lo que EU importa y exporta, y así compensar su balanza comercial.

Curiosamente, aunque durante el periodo de agosto de 2014 a febrero de 2019, EU incurrió en un asombroso déficit comercial de $3.603 millones de millones de dólares (según la Oficina del Censo de EU), pagados para liquidar importaciones cuya suma no fue cubierta por ingresos de exportaciones, el total de Reservas Internacionales en poder de los Bancos Centrales, no solamente no aumentó ni un centavo, sino disminuyó $479 mil millones de dólares.

El crecimiento explosivo de las Reservas Internacionales en Bancos Centrales que comenzó en 1971 se detuvo en 2014; y después de eso, ni siquiera el gigantesco déficit comercial de $3.603 millones de millones de dólares de EU pudo contribuir para que las Reservas Internacionales continuaran creciendo; y de hecho, se contrajeron (!) $479 mil millones de dólares, a abril de 2019.

En mi opinión, este cambio de enorme magnitud no puede ser resultado de las ‘fuerzas del mercado’. Sólo puedo atribuirlo a una decisión deliberada, de parte de las grandes potencias exportadoras, para detener el crecimiento de sus Reservas Internacionales.

En 2014, los grandes países exportadores deben haber llegado a la conclusión de que EU, como cliente, está en un problema permanente muy serio, ya que su déficit comercial necesariamente tiene que incrementarse cada año, y esos países tuvieron que frenar el incremento de sus Reservas Internacionales (principalmente dólares obtenidos mediante la exportación), porque eso provoca un aumento de la cantidad de dinero en circulación, dentro de sus países; en otras palabras, acumular más reservas significa importar inflación desde EU.

De 2014 a 2019, EU pagó al mundo la gigantesca cifra de $3.603 millones de millones de dólares, y si éstos no aparecen, ni siquiera parcialmente, como parte de las Reservas Internacionales, entonces, ¿dónde están?

Los dólares de papel pueden moverse a cualquier parte del mundo, pero todos los dólares digitales, que conforman los depósitos bancarios, ‘residen’ exclusivamente en EU, lo cual quiere decir que los $3.603 millones de millones de dólares que pagaron los EU para cubrir su déficit comercial, no se trasladaron físicamente hacia sus propietarios en países extranjeros; todavía se encuentran en EU, en forma de saldos en dólares, en cuentas bancarias a favor de extranjeros, tanto particulares como corporaciones. Esos $3.603 millones de millones de dólares permanecen en el sistema bancario de EU, en cuentas que pertenecen a extranjeros, pero no a los Bancos Centrales.

La decisión de las potencias exportadoras, de poner fin al crecimiento de sus Reservas Internacionales (conformadas por dígitos irredimibles, principalmente dólares, así como otros dígitos irredimibles de monedas menos importantes, todas válidas para fines de reserva), efectivamente ha puesto punto final al sistema monetario que los EU establecieron al romper el Acuerdo de Bretton Woods, en 1971, y que controlan desde entonces.

El comercio continúa y los dólares se siguen usando para cubrir los déficits de exportación, pero los Bancos Centrales de los países exportadores ya no están reteniendo dólares: el total de Reservas Internacionales se congeló desde 2014 y ha disminuido desde ese año.

Los Bancos Centrales de los países exportadores, a partir de abril de 2014, ya no consideran al dólar como una inversión deseable, y esto marca el fin de una Era.

Ahora, los Bancos Centrales de los países exportadores pasan los dólares a entidades gubernamentales subsidiarias, que compran oro. Y las tenencias de oro de estas subsidiarias, no se reflejan en las hojas de balance de los Bancos Centrales.

En realidad, los Bancos Centrales de los países exportadores ya consideran al dólar como si fuera el ‘Pagaré de Dudoso Cobro’ de una empresa que produce una serie infinita de ‘Pagarés de Dudoso Cobro’. Y los países acreedores actualmente buscan cobrar estos ‘pagarés’, mientras aún conservan algo de valor, comprando con ellos recursos naturales en los “países en desarrollo”.

Por lo tanto, es probable que el valor del dólar entre en una etapa de declive generalizado en todo el mundo, ya que los Bancos Centrales lo descartan cada vez más, y se mueven hacia el oro, el nuevo elemento que desean para sus Reservas.

El gobierno de EU pensó que mediante manipular el precio del oro para mantenerlo bajo, y detenerlo cuando subía, iba a disuadir al mundo de invertir en oro. No han comprendido, que no siempre están tratando con inversionistas privados, simples y desconocedores, sino que también hay individuos inteligentes, que fácilmente pueden darse cuenta de la farsa que montaron. Por eso, el bajo precio del oro, que ellos mismos propiciaron, ha resultado un excelente incentivo para que los rusos, los chinos y otros orientales, adquieran mayores cantidades de este metal.

Ahora el oro fluye permanentemente de Occidente a Oriente, ya que China, y probablemente también otras naciones, quieren deshacerse de los dólares y quieren adquirir oro, un activo físico con valor independiente de cualquier entidad política.

El Banco Central de China ha traspasado sus tenencias en dólares, fruto de las exportaciones, a varias entidades de su país, y éstas harán todo lo posible por adquirir activos tangibles en todo el mundo, con esos dólares. Los chinos colonizan África Central y compran sus tierras agrícolas y sus recursos minerales, con los dólares que obtuvieron gracias a sus exportaciones a EU. Toda América Latina en general, e inclusive México, están consuetudinariamente hambrientos de dólares para equilibrar sus Balanzas de Pagos, porque por lo general, importan más de lo que exportan. Los chinos ofrecen inversiones en dólares – que les llegaron en exceso desde EU – a América Latina, que da la bienvenida a inversiones chinas en dólares, a cambio de tierras agrícolas y fundos mineros. ¡Vaya ironía! ¡Que EU promueva los intereses chinos de esta forma!

Por otra parte, el Banco Central de Rusia ha reducido al mínimo su tenencia de dólares (depositadas, como ya vimos, en bancos de EU) y constantemente compra oro, que va a dar a manos de su Banco Central y se almacena en el país. En un movimiento significativo, recientemente Rusia exentó a sus ciudadanos del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la compra de oro.

(¡En Rusia, se acabó aquello de que “El oro debe conservarse en Londres”!).

Y China no solamente hace lo mismo, sino que alienta a su población a comprar oro.

* En mi opinión, tanto Rusia como China reportan menos cantidad de oro, como todos los ejércitos reportan menos armamento del que realmente tienen.

* El crecimiento de las Reservas Internacionales de los Bancos Centrales se detuvo en 2014, y desde entonces su tendencia no es a crecer, sino a contraerse. El dólar está perdiendo su posición como moneda de reserva.

* Las reservas de oro crecen en Rusia y China (y en silencio, también en otros países).

Conclusiones:

  1. a) El apogeo del dólar ha terminado.
  2. b) El mundo se mueve hacia monedas redimibles por una cantidad fija de oro, característica que será determinante en las monedas del futuro.
  3. c) Dada la naturaleza humana, en algún momento puede presentarse una corrida hacia el oro, y esto puede provocar que su precio se coloque en lo que, en términos financieros, se conoce como “backwardation”, es decir, una situación donde ninguna cantidad futura de oro que se ofrezca al mercado, logrará detener el alza de su precio de venta al contado, que alcanzará varios múltiplos de su precio actual, artificialmente bajo.

Por Hugo Salinas Price

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