Internacional

Los refugiados en Suecia cambian el rostro y los sentimientos de esta nación

Estocolmo, Suecia. Este país es un ejemplo humanitario de protección a quienes huyen de los grandes problemas beligerantes que les agobian como consecuencia de guerras, acciones beligerantes entre facciones, atrocidades dictatoriales, violación de sus derechos humanos, desastres naturales y desplazamientos de toda índole.

Está en la sociobiología sueca el de vivir y asumir las contradicciones, resolverlas tomando los parámetros de los extremos como tendencias a su favor. La contradicción es patente en el clima, la relación entre población y territorio, la configuración geográfica e histórica, en los modelos de vida y en la integración racial; esta métrica ha sido parte integral de la vida nacional. Suecia en su historia ha transitado de ser uno de los países más beligerantes a uno sumamente pacifista, y con orgullo ahora anhela izar la bandera de la paz mundial desde un puesto en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.

66-267En términos climáticos, los extremos son parte de la vida cotidiana del sueco; los hogares, los centros de trabajo, el mercado interno, y los lugares de entretenimiento y diversión están acondicionados de tal forma, que este país es uno de los sitios más atractivos y agradables para vivir. En Estocolmo la tasa de fecundidad asegura el reemplazo poblacional de las clases medias acomodadas y empresarios opulentos; mientras que a nivel nacional la historia es otra; la tasa de fecundidad del país de 1.89% está por debajo del 2.1% necesario para asegurar el reemplazo. Suecia tiene un extenso territorio desde la punta norte hasta al poblado sur de Malmo; es la misma distancia existente entre esta ciudad sureña sueca y la capital de Italia. Por lo que sus casi 10 millones de habitantes son insuficientes para poblar la inmensa superficie territorial de Suecia.

Así como la población presenta una interesante radiografía del país, también lo hace la historia. Esta nación en un tiempo, digamos pre moderno (entre 1560 y 1658), se distinguió por ser uno de los países más agresivos de la región; al grito de “ahí vienen los suecos” los habitantes de las naciones aledañas de la región del Mar Báltico se estremecían de pavor, el imperio sueco era una realidad contundente.

Tuvieron que sufrir una de las grandes derrotas con Rusia para reinventarse como país garante de la paz y la libertad. Fue la batalla de Poltava del 8 de julio de 1709, cuando el zar Pedro I de Rusia en una de las más famosas compañas beligerantes de la Gran Guerra del Norte finiquitó al Reino de Suecia como superpotencia europea.

En las contradicciones, Alfred Nobel es también un ejemplo claro de este proceso, logró combinar la nitroglicerina con un compuesto hecho a base de pasta que impedía que a la vibración el líquido desencadenara una reacción explosiva, así nació la dinamita. Este personaje, hijo de empresarios, con el invento de la dinamita abrió una nueva etapa al mundo tanto en la construcción como en la destrucción. Su visión era usar este invento con fines industriales, para la construcción y el desarrollo económico de los países, pero también sirvió como un instrumento de destrucción a gran escala; fue indudablemente un factor importante en acciones beligerantes y geoestratégicas en la palestra de naciones.

Nobel consciente de esta contradicción hizo un testamento donde dejaba toda su fortuna a una institución encargada de premiar anualmente a las personas que aportaran algo importante a la humanidad en diversos ámbitos científicos; más tarde se incluirían también la literatura, la economía y la paz. Nobel fue pues una contradicción en sí, le dio al mundo la capacidad de la creación pero también de la destrucción.

En el tema de los refugiados que ha sido muy discutido en toda Europa y aquí en Suecia, hay ciertos ingredientes de contradicción. En principio son personas que dada su vulnerabilidad a consecuencia de la guerra, la violación de los derechos humanos, o los desastres naturales buscan un refugio seguro. Transitan por varios países de Europa, lugares no inseguros que hipotéticamente les podría brindar asilo, pero prefieren hacerlo en Suecia 67-267por su sentido humanitario, capacidad económica, densidad demográfica y extensión territorial. Miles son conscientes de la cultura humanitaria de Suecia y quizá también la nación así lo crea pero en realidad el futuro para estos migrantes es más que incierto. A pesar de esa contradicción, miles siguen llegando y tan sólo en una semana arribaron más de 10 mil; de continuar esta tendencia en 2015 se proyecta que el total de refugiados podría llegar a unos 150 mil. Más allá de los límites de lo posible para Suecia tanto socialmente, económicamente como políticamente.

Hay regiones en Suecia donde los chilenos agradecen al pueblo sueco su generosidad al igual que lo hacen los de Eritrea, Camboya, Vietnam, China, Sri Lanka y otros países de África, Europa y América Latina. Aquí los apoyos para los inmigrantes son múltiples van desde las subvenciones de renta, alimentación, servicios médicos, educación y entrenamiento para el empleo. Por esta razón, miles de refugiados vienen a Suecia y con esta decisión están reconfigurando el rostro y estilo de vida de esta nación. Si bien es cierto que aún se ve la raza caucásica como predominante en Estocolmo hay otros barrios y otras provincias donde predominan los asentamientos de refugiados.

Esta ola masiva de inmigrantes ha impactado la conducta socio cultural de los suecos, en cuanto a gustos y tendencias. El sueco ha aprendido a disfrutar los diferentes sabores y tiene en su carácter un interés extremo por lo diferente. Ello es notorio en la variedad de las ofertas de productos en el mercado interno, aquí sin lugar a dudas es un gran nicho de oportunidades comerciales para empresarios con visión; o para aquellas oficinas comerciales que promocionan sus países en cuanto a cultura, bebidas y cocina. Los vinos, licores y cervezas de todo el mundo se pueden disfrutar en cualquier bar de Estocolmo; al igual que la comida de todas las regiones del planeta desde la asiática, mediterránea, hasta la mexicana. Ahora, se ha convertido en una moda sueca los “viernes de tacos”. Una oportunidad que no ha sido bien aprovechada por empresarios de México, sólo un segmento de jóvenes emprendedores mexicanos fueron capaces de incursionar en este mercado con un restaurante llamado la “Neta”, el resto de los establecimientos de tacos al estilo nuestro son de empresarios de Texas como “Taco Bar” y “Zócalo”.

España, un país con mucha carrera recorrida en la promoción turística, ha iniciado una campaña aguerrida y vigorosa para impulsar los destinos turísticos ibéricos de playa y sol. En una de las plazas más importantes de Estocolmo, donde circulan cientos de transeúntes todos los días y a todas horas, los ibéricos han instalado grandes carpas donde promueven sus destinos turísticos, sus ofertas de sol, playa, comida típica, cultura andaluz y servicios al mejor nivel. Ahí hay facilidades infraestructurales para hacer reservaciones en hoteles y vuelos, comprar boletos de tren y lugares de hospedaje. Los curiosos se abarrotan alrededor de los mostradores de promoción y hacen de inmediato uso de sus tarjetas de crédito, efectivo o cheques para aprovechas las oportunidades ibéricas. Lo mismo hacen otros países como Tailandia y Brasil con ferias turísticas.

LAS OLAS DE INMIGRANTES, EL NUEVO ROSTRO Y SENTIMIENTO SUECO

Los gobiernos de Europa se han aglutinado en varias reuniones cumbre para discutir acaloradamente las cuotas de refugiados que a cada país le corresponde e implementar programas para recibirlos e integrarlos a sus naciones; principalmente asilados de Siria que huyen de la guerra, el terrorismo o violación de sus derechos humanos. Las cargas mayores las tienen, por su ubicación geográfica, Turquía (sin ser miembro del eurogrupo), Grecia e Italia. Pero hay otros que no sólo piden dar apoyo a los inmigrantes sino recibirlos de manera inmediata como lo han expresado abiertamente algunas naciones escandinavas como Suecia e Islandia. En Islandia, por ejemplo, 11,000 personas se han ofrecido a abrirles las puertas de sus casas.

En 2013, el gobierno sueco diseño un plan de contingencia ante el aumento masivo de solicitudes sirias de asilo, gracias a su organización podían registrarlos y otorgarles de inmediato permisos de residencia, desde entonces anualmente más de 40,000 sirios llegan a Suecia. Sólo el año pasado ingresaron 80 mil asilados, ahora están rebasados y al final de 2015 podrían llegar a ser más de 150,000. La situación es tan grave que la estación de inmigración de la localidad de Malmo está abarrotada e incluso en situación casi de emergencia ante la llegada de miles de niños no acompañados que ingresaron por esta región en busca de protección y asilo. Por su vulnerabilidad, los menores deben ser atendidos de manera especial, el gobierno sueco ha dispuesto de una partida presupuestal emergente para darles las condiciones adecuadas de estancia y para ello ha subcontratado a compañías inmobiliarias que aprovechando la situación de emergencia han reportado ganancias millonarias exorbitantes a consecuencia de este flujo de refugiados.

Muchos de los refugiados adultos están desesperados e intentan emplearse en lo que sea para tener un ingreso de inmediato, quieren tener un empleo formal y no depender de la ayuda humanitaria del gobierno sueco; pero en este momento, tanto gobierno como sociedad están bajo presión debido a que la tasa nacional de desempleo alcanza ya el 7.8%. Este porcentaje puede duplicarse en caso de atender prioritariamente a los refugiados. Desafortunadamente la situación no es tan sencilla, la mayoría de los refugiados que llegan a Suecia carecen del idioma, no cuentan con educación en ciencia y tecnología, ello a pesar de que una cuarta parte de los migrantes tienen preparación universitaria en letras, sociología, política pero incapacitados para competir laboralmente por plazas de alta tecnología o ciencias de la computación (en demanda en este país).

Suecia, tiene el mayor ingreso per cápita de toda Europa por lo que las ofertas existentes de empleo son en innovación tecnológica, computación, 68-267química, física, matemáticas y mucho menos en ciencias sociales. Los candidatos extranjeros más calificados que pudieran ocupar estas plazas también lograrían un excelente ingreso. Por esta razón Suecia, al igual que Dinamarca y Noruega son de las economías más caras del mundo. Aquí se paga en coronas y no en euros, una baguete cuesta tres veces más de lo que cuesta en París, tres limones cuestan de 22 a 30 coronas, equivalente a 20 pesos mexicanos por limón. A esta economía también se enfrentan los refugiados y prácticamente viven algunos en un estado marginal de consumo y en algunos casos de indigencia extrema. Las comunidades de “romans”, como aquí les llaman a los migrantes de Rumania, pululan por toda la ciudad de Estocolmo, sobre todo postrados a las afueras de centros comerciales, del metro, de calles donde se ubican tiendas de marca; pidiendo limosna sin importar la lluvia, el frio extremo o el viento congelante del Báltico.

Desde 2010, Suecia estableció una agencia especializada para atender a los refugiados donde se les daba capacitación y se les ayudaba a conseguir su primer empleo pero ya están rebasados y ahora es mucho más difícil atenderlos debido a la escasez de plazas laborales. Asimismo, la competencia con los nacionales es desigual, en principio por el idioma, la educación, el costo de la vida y la escasez de vivienda en zonas cercanas a los centros de trabajo especialmente en Estocolmo y si logran una plaza tienen que hacer exhaustivas travesías, pagar transporte público altamente costoso o hacerse de un automóvil.

En Estocolmo, además de la escasez, el costo de la vivienda es exorbitante y en algunos casos representa la mitad del ingreso promedio de un asalariado. Por ello miles de personas viven en lugares muy lejanos de sus centros de trabajo y en algunos casos mientras consiguen una vivienda pernoctan en los centros de atención a inmigrantes. Otros refugiados han logrado ubicarse con familiares, con grupos voluntarios, con amigos o en instalaciones gubernamentales deshabitadas o vivir en situación de calle, pero las condiciones no son las óptimas para desarrollarse e integrarse en una sociedad altamente competitiva.

Pero la integración y aceptación de los inmigrantes es sólo una parte de esta narrativa hay otro segmento de la sociedad sueca que los rechaza. Ello es debido a que el flujo masivo de inmigrantes ha producido un sentimiento de rechazo entre algunos segmentos de la sociedad. Han surgido entre la sociedad sueca tendencias antiinmigrantes en ciertas provincias del país y algunos barrios cercanos a Estocolmo. Por ejemplo, en la localidad de Rinkeby, cercana a la ciudad, con 15 mil habitantes, donde el 90 por ciento son extranjeros sobre todo provenientes de África, Asia y Medio Oriente, se han reportado incidentes donde jóvenes han sido insultados o golpeados por los residentes suecos. Esta tendencia ha sido bien capitalizada por un partido político de ultraderecha que ha empezado a ganar adeptos y de conformidad con las tendencias de las últimas encuestas podría ubicarse en más del 27 por ciento en las preferencias electorales suecas en los comicios electorales de 2018. El Partido de los Demócratas Suecos, abiertamente antiinmigrante, cada vez tienen más simpatizantes, en 2010 contaban con el 5.9 por ciento de las preferencias pero el año pasado llegaron al 12.9 por ciento pero en una encuesta realizada en el mes de agosto, por la empresa Sentio Research, lograron el 26.5 por ciento de las preferencias.

En Hasselby Strand suburbio de Estocolmo no es difícil encontrar simpatizantes del Partido Demócratas Suecos, en esa localidad este instituto político obtuvo el mayor número de votos electorales en la elección del año pasado. Algunos consideran que el Partido de los Demócratas Suecos es el que realmente los representa y evita que el gasto público se utilice para subvencionar a los refugiados. El poder político de los Demócratas Suecos todavía es tenue y no cuenta aún con alianzas importantes dentro del Parlamento como para establecer una agenda nacional. Recientemente intentaron derrocar a la Ministra de Finanzas con un voto de desconfianza, pero fracasaron. El 20 de octubre, el Parlamento (Riksdag) votó la declaración de “desconfianza” a la Ministra de Finanzas Magdalena Andersson (Partido Social Democrático), pero la propuesta fue rechazada por 137 parlamentarios, 43 manifestaron su apoyo y 120 se abstuvieron. El Parlamento cuenta con 349 miembros y requería de por lo menos 175 votos a favor para que la declaración de desconfianza fuera aceptada y la Ministra tuviera que renunciar al cargo.

En las discusiones de cafés y en bares de suburbios, se habla ahora abiertamente de la problemática que atraviesa Suecia por el desempleo y la llegada de refugiados, pues según ellos, un gran segmento de jóvenes suecos se encuentra sin trabajo y los refugiados vienen a sumarse a esta presión por las pocas plazas laborales que se abren. Las oportunidades de trabajo escasean, “no hay suficientes empleos para los suecos y mucho menos para los que vienen de fuera”, dice una residente de un lugar donde predominan los refugiados.

Suecia, como lo observamos en la tabla anterior, es un país de casi 10 millones de habitantes que recibió el año pasado un poco más de 80,000 asilados (aunque muchos no calificaron y no se les concedió el asilo) y en este año espera recibir una cantidad semejante, sobre todo refugiados provenientes de Siria, un país en guerra que los ha obligado a buscar asilo en varios países de Europa, siendo Suecia uno de los preferidos.

65-267Algunas naciones, como Hungría han implementado medidas severas contra el flujo de refugiados sirios, han construido cercas de alambrados con púas para evitar que crucen por su territorio, otros como Alemania y Suecia, les dan la residencia permanente casi de manera instantánea. Las reglamentaciones sobre refugiados en Europa no han sido consideradas ni observadas por la mayoría de los socios comunitarios. La inmigración se ha convertido en un tema de debate que ha rebasado las buenas intenciones. Me decía una diplomática de una nación cercana a Turquía que la inmigración debe ser considerada como un tema de consenso europeo donde se considere como esquema principal la protección de las víctimas de la guerra y el terrorismo.

A pesar de que siete de los ocho partidos del Parlamento sueco están a favor de la protección y apoyo a los refugiados sirios, el Partido los Demócratas Suecos no va por ese camino y promete recortar en un 90 por ciento el número de refugiados. Con los atentados terroristas en Paris, el debate se ha recrudecido y el partido en el poder ha reculado, a nivel de que se plantea cerrar el puente que une a Dinamarca con Suecia. Una medida extrema que golpearía severamente las economías de ambos países. Muchas personas viven en Malmo y trabajan en Copenhague.

Hay otros problemas que también han aparecido y que abona al sentimiento de esta ideología partidista entre ellas está el incremento de pordioseros y carteristas. En la biblioteca de la ciudad de Estocolmo hay letreros por varios lugares donde se dice en sueco e inglés: “cuidado con los carteristas”.

La ola antiinmigrante, es un hecho y la está capitalizando el Partido de los Demócratas Suecos. Si para la próxima elección de 2018 este partido logra más del 27 por ciento de la votación, será imposible para el partido gobernante y los segmentos partidistas que lo apoyan lograr una coalición para continuar gobernando y desde esa perspectiva el tema del modelo sueco de bienestar estaría en entredicho.

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Por el Dr. Jorge Navarro Lucio

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