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“La violencia no se desarrolla igual en todo el territorio nacional, aplicar las mismas medidas a todos,  no va a conducir a un proceso de pacificación”: Senador Carlos Ramírez Marín

¿Qué indicadores de éxito-fracaso podemos presumir?, preguntó el PRI en el Senado a la titular de Seguridad

La Presidenta Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila: Se reanuda la sesión.

Les doy la más cordial bienvenida a este salón de sesiones del Senado de la República a la y los integrantes del gabinete de seguridad del gobierno de México.

Doy la bienvenida a nuestra comparecencia a la licenciada Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, a quien se le convocó en el marco del análisis del Tercer Informe de Gobierno.

La Presidenta Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila: Tiene la palabra el Senador Jorge Carlos Ramírez Marín, del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, hasta por cinco minutos.

Muchas gracias, Senador.

El Senador Jorge Carlos Ramírez Marín: Con su permiso, presidenta.

Con su permiso, señora secretaria, compareciente.

Señores secretarios de Defensa, Marina, invitados a esta comparecencia.

Honorables Senadoras y Senadores:

La diferencia entre Seguridad Pública y Seguridad Nacional parecería más que evidente, en la seguridad pública el interés se centra en salvaguardar la integridad física y material del individuo, en la seguridad nacional el interés se centra en la salvaguarda de la estabilidad e integridad de las instituciones nacionales.

Lic. Rosa Icela Rodríguez Velázquez, Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana; Senadora Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, Presidenta del Senado y Almirante José Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina

Sin embargo, en México, desde hace ya más de una década parece perderse la diferencia entre estas líneas.

De allá que en el ámbito de participación de quienes son responsables de estrategias para estos fines, insisto, pareciera verse difuminado esa diferencia, así se ve, por ejemplo, en los números de la Guardia Nacional, donde usted, señora secretaria nos informa hoy que esta institución cuenta ya con más de 100 mil elementos.

Sin embargo, en el anexo estadístico del informe, en la página 69 dice que cuenta con 37 mil 664 elementos, más de 40 mil, si contamos a los que aun perteneciendo a la Policía Federal se encuentran adscritos aún a la Guardia Nacional.

¿Dónde está esa diferencia? Es mi primera pregunta.

La diferencia la hacen soldados y marinos comisionados a la Guardia Nacional sin que formalmente sean parte de ella, ¿cómo se contabilizan? ¿en qué presupuesto se carga? ¿de qué prestaciones gozan? ¿cuál es su certeza laboral? Más aún, considerando que son personal que pone todos los días en riesgo su vida para proteger el interés o nacional o de los particulares.

Sostengo, secretaria, que la paz no se establecerá, no se construirá desde el centro, por más voluntad que tengamos, porque los delitos que vulneran la seguridad pública principalmente ocurren en una demarcación específica, mi casa, mi colonia, mi ciudad y afectan un espacio inmediato, mi libertad de tránsito, mi libertad de movilidad, etcétera, mientras no tengamos fuerzas locales, capaces, leales y confiables, las cosas no cambiarán demasiado.

Pongo ejemplos, tan sólo en cinco meses, en la Ciudad de México se reportan 87 agresiones sexuales cometidas por agentes de la Seguridad Pública.

En Mérida, dos corporaciones se disputan el ominoso honor de haber sido los violadores de un particular y casos como estos suceden una y otra vez por toda la República, las violaciones suman un incremento superior al 30 %, respecto al 2020 en cinco meses.

3 mil 635 casos de extorsión han sido denunciados de enero a mayo, un porcentaje 4 % mayor al mismo período del 2020. El robo se ha incrementado en los últimos 3 meses con cifras que sobrepasan 50 mil denuncias, contra las 45 mil que ocurrieron en enero y febrero, reconociendo, sin embargo, que el porcentaje anual es aún más bajo que el año anterior.

El robo a transeúnte, al que usted hacía referencia, acumula su mayor saldo en los primeros cinco meses de este año, comparados con los del año pasado.

Pareciera que la pandemia nos dio un respiro, pero sin embargo, las causas estructurales de la violencia, las causas estructurales de la delincuencia organizada siguen ahí, sería justo señalar a los estados, ocurre en su territorio, pero es injusto tratarlos a todos por igual, la reducción de los fondos del FAD, específicamente, llega ya al 10 % en lo que va del sexenio y por segundo año, el Presupuesto de Egresos de la Federación no contempla subsidios para la seguridad, para asistencia de los municipios, la razón podría ser, no lo han aprovechado bien, pero insisto, tasar con la misma vara a todos es una estrategia que no va a llevar a buen fin por una razón, la violencia no se desarrolla igual en todo el territorio nacional, aplicar las mismas medidas a todos,  no va a conducir a un proceso de pacificación.

En los últimos meses, 14 estados son los que representan la mayor cifra de homicidios en el país, 14 entidades federativas, de ahí mi pregunta inmediata.

Desde que se ha adoptado la política de disminuir la inversión en estados y municipios vía subsidio, de qué manera podemos percibir el éxito o fracaso de esta política. Cuál cree usted que han sido los efectos inmediatos de estas decisiones particularmente a nivel municipal, suprimiendo el Fortaseg y el Subsebum, ha contribuido a tener un estado más sólido, más seguro.

¿De qué manera, si pudiera corregir algo respecto de esta política, para tener mejores resultados, en qué haría usted esa corrección y por qué?

¿Puede explicarme cómo la disminución de la inversión en estados y municipios puede afectar de manera positiva en el ámbito local donde ocurren esos delitos la seguridad?

¿Qué indicadores de éxito-fracaso podemos presumir?

¿Qué medidas son necesarias para corregir y obtener los resultados que esperamos?

Viene usted precedida por la fama de una funcionaria eficiente y doy fe que es una funcionaria abierta a escuchar.

Hago votos y tomo, a nombre de mi grupo parlamentario, su ofrecimiento para trabajar juntos, sin lugar a duda, en este barco, estamos todos igual.

Muchas gracias, secretaria.

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