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La próxima entrevista Peña Nieto-Trump

El presidente de México Enrique Peña Nieto y el Presidente Electo de Estados Unidos, Donald Trump, acordaron por vía telefónica entrevistarse antes de la Toma de Posesión del segundo, probablemente de Washington, lo cual es un signo positivo que tiende hacia el diálogo diplomático en su más alto nivel, para tratar los asuntos que atañen a los dos países.

Y una cosa es la campaña electoral, con lo que se dice y hace, y otra cosa es entrar a los asuntos de la realidad económica y social: no se puede desconocer un Tratado como el TLCAN sin desquiciar la economía de los Estados Unidos y también la economía mexicana.

Y no se puede expulsar a once millones de indocumentados, desde luego, no criminales, sin provocar el caos en muy amplias regiones y ciudades norteamericanas, que se quedarían sin trabajadores agrícolas, industriales y de servicios: sería la locura en Nueva York, en Los Ángeles e Illinois, Chicago, y en muchas otras ciudades de Texas: El Paso, Austin, Houston; de Arizona; de Las Vegas, en Nevada; así como en innumerables zonas agrícolas de los estados del sur y del centro de los Estados Unidos.

Por eso ha hecho bien el Presidente Peña Nieto en proponer el diálogo con el Presidente Electo Donald Trump, buscando, en términos de dignidad y equidad, un arreglo justo y diplomático, en las diferencias planteadas por Donald Trump, en sus futuras políticas de gobierno.

 

FIRMEZA Y DIGNIDAD

El Presidente de México debe actuar con firmeza y dignidad ante el nuevo mandatario norteamericano; no es la primera vez que México se ve amenazado por la potencia del norte; desde la guerra de Texas hasta la expropiación petrolera, de 1938 México sufrió los embates y amenazas de los Estados Unidos de América.

En esa entrevista que sostendrá el Presidente Enrique Peña Nieto con Trump, tendrá que hacerle notar que México fue un aliado de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, y que contribuimos al triunfo sobre Hitler, no sólo con la aportación de fuerzas militares, sino con decenas de miles de trabajadores que ayudaron con su esfuerzo a la producción del campo y la industria norteamericana; y que nuestro país abasteció de productos agrícolas e industriales a los Estados Unidos en los peores momentos de la guerra.

Hoy, somos socios y amigos, y como tales nos debe tratar y respetar el señor Donald Trump, si quiere que seamos recíprocos.

El Nuevo Trato de México con Estados Unidos debe estar fundamentado en la equidad, la confianza y la cooperación amistosa.

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