“La humanidad pondrá en práctica su capacidad de adaptación por la pandemia del Coronavirus”: Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director de Macroeconomía

Versión del Mensaje del Lic. Mauro Jiménez Lazcano para Radio Universidad de Tlaxcala del día 5 de junio de 2020

Lic. Mauro Jiménez Lazcano: Saludos cordiales y afectuosos a toda la comunidad de Radio Universidad Autónoma de Tlaxcala; es especial a su Director General el Dr. José Guadalupe García que tan amablemente ha sido conmigo, al darme alojamiento en esta comunidad; recuerden ustedes mi nombre es Mauro Jiménez Lazcano, soy economista de la Universidad Nacional Autónoma de México, recibido y con número de título y también soy el Director de la revista de economía, Macroeconomía y siempre la pongo a órdenes de ustedes por si quieren enviar artículos o colaborar con nosotros.

Tomo unos minutos de su tiempo a invitación del señor Director Don José Guadalupe García, para reflexionar en estos momentos de meditación forzada de muchas maneras, pero que llega a tener su utilidad; les recuerdo por ejemplo, que la gran obra de Giovanni Boccaccio, “El Decamerón”, escrita en aquellos años de 1348 al iniciarse el Renacimiento en Florencia, pues ahí escribió precisamente “El Decamerón”, con motivo de la Peste Negra, que se declaro en el año de 1348, él se llego a reunir con un grupo de tres damas y siete caballeros, en un encierro provocado por la pandemia y ahí, cada uno de los que participaron, contó sus anécdotas y sus historias que en total fueron cien y dieron origen a esta obra tan magnífica “El Decamerón”, lo que contaron en diez días, eso quería decir; y que, pues hombre, hablaron nada más y nada menos que de la libertad sexual en ese año, en que salían de la Edad Media, en la edad oscura

Y creó Giovanni Boccaccio una obra sensacional, divertida que mucho les recomiendo que la puedan tomar por la vía digital o de sus bibliotecas, para echarle una repasada, para ver lo que se puede hacer durante el encierro provocado por una peste o ahora, como se llama una pandemia o una epidemia; y, todo esto lo traigo ahora a cuento, por la capacidad de adaptación del ser humano

La humanidad ha pasado por muchísimas etapas y la naturaleza misma, también la vida, se ha ido adaptando en nuestro globo terráqueo a grandes calamidades; solamente les recuerdo una cosa muy cercana a nosotros que es la deliciosa ahora por su clima y por sus productos, la Península de Yucatán, que los científicos señalan que hace 66 millones de años, cuando vivían los dinosauros, cayó un asteroide y provocó el cráter de Chicxulub, que muchos de nosotros hemos andado por ahí y es una zona prodigiosa por su naturaleza; pues ahí cayo según los estudios elevados de los científicos, un japonés Kunio Kaiho es el que desarrolla toda la teoría, después de investigaciones muy serias y señala cómo ese, lo que produce el choque del meteorito con ese bloque de nuestra corteza terrestre, es lo que hace que mueran los dinosauros, desaparezcan porque se produce una nube muy grande de polvo de hidrocarburos, de cenizas que impide el paso de los rayos solare, se enfría la tierra y los dinosauros, pues no tienen forma de alimentarse y se van muriendo.

A propósito de esos grandes cataclismos, por ejemplo, ahora, de repente, vamos a hacer un aeropuerto aquí en Santa Lucía, en el camino al Estado de México y descubren ahí, decenas de Mamuts, que ahí quedaron también enterrados y que ahora, nuestros antropólogos están descubriendo y que van a hacer una gran sección en el Aeropuerto de Santa Lucía, ahora que se termine, para que los turistas puedan ver lo que había ahí, la vida que tuvo esa zona de lo que es ahora nuestro país.

A mi siempre me causa admiración, el hecho de estos descubrimientos científicos y de estas teorías, porque revela que, como dicen los escritores o lo han dicho repetidamente que “la realidad siempre es mayor a la imaginación”; qué escritor podría haber imaginado todo esto; años después, recuerdan ustedes si, cuando se creo la figura aquella de Superman, también hablaban de meteoritos y todo eso, pero fue primero la naturaleza la que dio origen a todos estos acontecimientos tan fantásticos, y lo digo porque ya después, cuando apareció el hombre sobre la tierra y se fue desarrollando, ha tenido que ver con muchos cataclismos y muchos fenómenos naturales como el que ahora vivimos de la pandemia, o artificiales que pudieran ser, pero en aquel momento hubo epidemias absolutamente naturales como esa que señalo de la peste negra, otra que hubo en los tiempos del Emperador Justiniano ahí por el siglo V y VI de nuestra era, que también fue una cosa muy grave y luego la pandemia que también lo fue del siglo pasado, exactamente hace un siglo, en el año de 1918 al 20 y que también infortunadamente murieron decenas de miles de seres humanos en Europa y América y que fue un antecedente muy serio y muy grave de lo que ahora estamos padeciendo.

Pero el hombre tiene una capacidad de sobrevivencia y adaptación muy grande; y somos nosotros y el mensaje realmente que está implícito en esta pequeña charla es el de la supervivencia, el del esfuerzo, el del valor humano, el de la capacidad del ser humano como ser vivo para seguir adelante; creo que nosotros vamos a poder salir adelante en este tiempo que nos ha tocado vivir tan difícil; hemos salido de diluvios, recuerden ustedes a los profetas, allá a Noé, en la historia Hebrea y aquí, también el Popol Vuh, señala una historia de diluvio, pues eso es claro porque obviamente los fenómenos naturales se producen en todos los continentes, lo mismo en Asia que en Europa, que en África, que en América.

Y muchos recogen, los sobrevivientes, las historias de diluvios, de terremotos, de cataclismos, por ejemplo Platón relataba la desaparición de la Atlántida, cómo por “x” fenómeno, cataclismo en Europa desaparece toda una isla según Platón; y bueno lo que hemos vivido de los Tsunamis, de la isla de Krakatoa cercana a Japón; de los grandes terremotos registrados en la historia como el terremoto del Rey Uzias, que aparece en el texto bíblico en Amós y otros libros que probablemente causaron una gran destrucción en aquel entonces, tan grande que la tuvieron que escribir los sobrevivientes y ahí quedo.

Ahora nos toca a nosotros escribir nuestra propia historia y es el exhorto que hago, a los jóvenes, a la niñez que le toca ahora vivir, a estas generaciones, que decía yo que convivimos cinco generaciones: la de los niños que tienen de uno a 20 años; la de los jóvenes de 20 a 40 años; los maduros de 40 a 60 años; los más maduros de 60 a 80 años, en la que ya estoy yo y luego los que siguen.

Somos unas cinco generaciones que estamos viendo este fenómeno que nos hace reflexionar, pensar que nos cambiará la vida y que nos llevará a otras formas de trabajo; de comprensión de nuestra propia vida; a otras formas de alimentación; a otras formas de conocimiento; a otras formas de traslado a, otras formas de producción; sin duda esta pandemia va a transformar la vida de la humanidad y tenemos las capacidades tecnológicas, científicas, humanas para lograrlo.

Pues no quiero tomar yo más de su tiempo, pero me da mucha alegría estar con ustedes y trasmitirles un mensaje de aliento, de que sigamos adelante, que aprovechemos este tiempo para meternos en los libros, en el Internet, en el Google, en todas las formas de conocimiento; en la Wikipedia, en las enciclopedias y que todo lo tomemos con gusto; quiero decir, con la tristeza naturalmente de las pérdidas humanas, pero que no desaprovechemos, que con un grado de alegría espiritual humana, podamos seguir adelante, estudiando siempre y viendo cómo nosotros y nuestras familias y nuestros maestros y nuestras universidades vamos a sobrevivir en los siguientes años.

Un abrazo para todos con todo cariño y afecto.