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LEA rumbo a los 100 años

Por Enrique Efrén Mayorga Martínez

Por instancias de mi señora Madre la Señora Consuelo Martínez Meléndez teníamos unos meses de habernos cambiado a la nueva casa, en 1967, en lo que a la postres sería la colonia Luis Encinas, meses después ahí festejo junto con amistades, Pepin su Hermano y demás familia, Carlos Armado Biebrich Torres, el haber sido electo diputada federal. Unos años después, como era costumbre, junto con Don Faustino Félix Serna, entonces gobernador regresaron juntos a platicar con mi Mamá y el licenciado diputado me pregunta, tú juegas beisbol verdad y continua cómo la ve Don Faustino hacemos un equipo que se llame Juventud CNOP con puros estudiantes. Asintió don Faustino y el licenciado voltea y me dice ármate un buen equipo.

El Equipo ya existía y jugábamos en la liga ladrillera y lo integraban Martín mi Hermano, el pato Esquer y su Hermano Jorge, también el chalunga Esquer, el peligro Domínguez, El muro Bernal, el Maike, Víctor y Adán Preciado, Tomas Taylor, Valente Vázquez y su hermano Gilberto, Javier el gordo, el gato Hernández y otros tres que no recuerdo sus nombres. Este bien dicen pero ahora van a jugar en la liga municipal.  

Nos dio muchos gusto porque ahí jugaban el Pancho Lacandón Barrios, el Tatacha Noriega el Cahaumas Figueroa, el Rubio, Miguel Solano, Alberto Luna, el galletitas López, el Huámara y otros que con el tiempo fueron grandes estrellas del beisbol profesional en México y en las ligas mayores con equipos como los de la secundaria de la Uni Son, Ferretería Matamoros, Librería Nogales y otros. 

Meses después una persona enviada por el Partido Revolucionario Institucional, el PRI, nos contactó y pidió la lista de jugadores y posición de juego y se había zurdo en el equipo, había tres y se fue; como a las dos semanas vuelve y nos cita en la Casa del Pueblo enfrente del parque Madero y a un costado del estadio de beisbol Fernando M. Ortiz. Y nos dice, el domingo tienen que ir al Cine Sonora, ahí les van entregar los arreos para jugar. El que falte no entrara al equipo.

Cuando llegamos al cine en la calle Matamoros y Sonora, nos pararon en la banqueta y que no nos moviéramos pasara lo que pasara, así nos dijo… y entonces nos dimos cuenta que era un mitin para recibir al candidato del PRI a la Presidencia de la República, Luis Echeverría Álvarez. Todos nos quedamos pasmados, impresionados sin decir nada. Y que llegan dos carros y tras ellos un camión.

Se abre la puerta y se asoma un señor altísimo con negra cabellera, pantalón caqui y guayabera blanca y grita dónde está Enrique, el chalunga, el Martín, el peligro y el pato. Aquí, aquí, aquí gritamos más asombrados aún.

Mucho gusto Enrique me dice y me estrecha la mano en lo que saluda por su nombre uno a uno como si nos conociera de toda la vida y eso que era la primera vez que nos veíamos. 

Sin bajarse de la escalinata del camión estira el brazo saca una bolsa y de ahí agarra una manopla se la da al Peligro Domínguez, el zurdo, y le recomienda que no se le pase ni una. Me da la bolsa con todos los arreos incluidos para cátcher, pelotas, guantes y bates.

Se baja del camión de la nada saca una camiseta blanca que al frente dice Juventud, con letras blancas, le da vuelta y en la espalda dice CNOP con letras  tricolor.

Con un grito nos pregunta cómo se llama el equipo?

 Todos gritamos ¡¡¡JUVENTUD CNOP!!! ¡¡¡JUVENTUD CNOP!!! ¡¡¡JUVENTUD CNOP!!!

Ahora cada vez que tengo la oportunidad saludarle le recuerdo el momento y sin decir nada, solo sonríe.

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