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Humboldt y la Ciudad de los Palacios

Disertación ante el Club Rotario Toastmaster Distrito 4170

Por el Lic. Rotario Toastmaster Mauro Jiménez Lazcano,

Director General de la Revista Macroeconomía

Rindo homenaje ante Ustedes a los maestros e intelectuales mexicanos Electra y Tonatiuh Gutiérrez, quienes realizaron hace exactamente 40 años, 1983, una profunda investigación de la vida y obra de Alexander Von Humboldt en su travesía por tierras de América, inspirado por un explorador, naturalista, geógrafo y lingüista Georg Forster y acompañado siempre por un joven botánico francés Aimé Bonpland, cuyo nombre quedo unido para siempre a Humboldt en la historia de la ciencia; Humboldt y Bonpland recorrieron cordilleras y encontraron pueblos indígenas, monumentos, escrituras, jeroglíficos, de los que quedaron enamorados y admirados para siempre.

Alexander Von Humboldt nació en 1769, el mismo año en que nacieron Napoleón, Wellington, Chateaubriand y Cuvier, en la ciudad de Berlín que gobernaba entonces Federico el Grande; luego de una educación científica, al llegar a la edad de 27 años decidió realizar una expedición al Nuevo Mundo.

Zarparon de la Coruña Humboldt y Bonpland en la corbeta “El Pizarro”, el 5 de junio de 1799 tras haber dejado a su paso por España un levantamiento de la península; desembarcaron después de un mes y medio, el 16 de julio en Cumaná en la costa de Venezuela, sobre vivientes al tifus que ataco a la tripulación del barco; 5 años duró su visita a América antes de regresar a Europa, tiempo en que realizaron, según calificaron los estudiosos de entonces, “un segundo descubrimiento de América”.

En su etapa inicial fue la primera exploración científica en América a lo largo de 2,500 kilómetros; recorrieron el inmenso territorio entre las cabeceras del Río Amazonas y del Río Orinoco, cuando probaron la existencia de un fantástico canal natural, único en el mundo, que comunicaba estos dos grandes sistemas fluviales.

Humboldt estuvo a punto de morir envenado por el curare, cuando se impregnó por accidente de ese liquido mortal en esas tierras amazónicas.

Se propusieron explorar las más grandes cordilleras volcánicas del mundo: los Andes de Colombia, Ecuador y Perú, una expedición que duró dos años.

HUMBOLDT LLEGA A MEXICO

A bordo de la fragata “Orué” Humboldt y Bonpland desembarcaron a Acapulco el 22 de marzo de 1803, procedentes de Lima; ahora se había unido al pequeño grupo de dos un tercer explorador, el joven Carlos Montúfar, científico ecuatoriano, con quien habían subido al volcán Chimborazo, el 23 de junio de 1802 rompiendo el récord de altitud alcanzada por un ser humano (5,881 m).

De Acapulco, Humboldt y sus acompañantes recorrieron el Virreinato de la nueva España y subieron a sus principales volcanes: el Jorullo, el Popocatépetl, el Nevado de Toluca, el Cofre de Perote, el Pico de Orizaba; y llegaron a las maravillosas minas de plata de Taxco, Real del Monte y Guanajuato y exploraron el famoso túnel de Nochistongo, a donde los acompañó el Virrey José de Iturrigaray, quien les proporcionó amplio acceso a los archivos estadísticos oficiales, así como la colaboración de intelectuales y científicos, sobre todo del Real Seminario de Minas; en retribución, Humboldt ayudó a la preparación de los libros de texto de dicho Seminario, bajo la dirección del notable mineralogista Andrés del Río que había sido compañero de estudios de Humboldt en la Universidad de Freyberg.

Humboldt quedó enamorado de México y de todo lo que vio y recolectó aquí, y al fascinarse con la gran capital del Virreinato la nombró “Ciudad de los Palacios”.

En sus viajes a la hermosa y naciente ciudad de Cuernavaca la denominó “la Ciudad de la Eterna Primavera”.

Después de un año de trabajos científicos con sus colaboradores Bonpland y Montúfar, y auxiliado por científicos mexicanos, Humboldt se embarcó en Veracruz rumbo a La Habana a donde le remitieron las colecciones científicas recolectadas en Sudamérica y donde redactó un “Ensayo Político de la Isla de Cuba”.

Antes de regresar a Europa visitó los Estados Unidos de América donde fue recibido por el Presidente Jefferson.

El 30 de junio de 1804 Humboldt, Bonpland y Montúfar se embarcaron a Europa con 40 cajas conteniendo colecciones botánicas, zoológicas y mineralógicas, cartas geográficas, notas astronómicas, nivelaciones, levantamientos, planos y diseños, con quien viajaron en la fragata francesa “La Favorita”, con destino a Burdeos; en cinco años había Humboldt recorrido 10 mil kilómetros por las selvas más remotas y las más altas montañas volcánicas del mundo; y había visitado hermosas ciudades de América entre ellas nuestra “Ciudad de los Palacios”.

En Europa Humboldt y Bonpland tuvieron el mayor éxito al publicar la gran obra “Viaje de Humboldt y Bonpland 1799-1804”, que constituyó la hazaña editorial más grande emprendida por un particular; le tomó 30 años preparar la edición ayudado por especialistas, grabadores y dibujantes.

Publicó así mismo el “Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España” y “Tablas Geográficas Políticas del Reino de la Nueva España y Correspondencia Mexicana”.

Nota.- Todo el texto anterior, excepto algunas líneas, fue tomado de la obra de Electra y Tonatiuh Gutiérrez, publicada por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos en 1983, que a su vez se inspiró en la edición francesa “Vistas de las Cordilleras y Monumentos de los Pueblos Indígenas de América” por Alejandro de Humboldt, publicada en Paris por Chez F. Schoell, Rue des Fossés-Saint-Germain-L’auxerrois, número 29.

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