“Hoy se recogen los frutos de las relaciones establecidas por Luis Echeverría Alvarez y Mao Tse-tung”: Mauro Jiménez Lazcano

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL LIC. MAURO JIMENEZ LAZCANO, DIRECTOR GENERAL DE LA REVISTA MACROECONOMIA, EN LA CEREMONIA ORGANIZADA POR LA EMBAJADA DE LA REPUBLICA POPULAR CHINA EN MEXICO; LA REVISTA CHINA HOY Y EL GRUPO DE AMISTAD MEXICO CHINA DE LA CAMARA DE DIPUTADOS, PARA CONMEMORAR EL 100 ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA.- CIUDAD DE MEXICO, JUEVES 8 DE JULIO DE 2021 A LAS 11:00 HORAS.

Señor Embajador de la República Popular China en México, Zhu Qingqiao;

Señora Directora de la Revista China Hoy, Linda Liu;

Directiva del Grupo de Amistad México China de la Cámara de Diputados

Es para mí un honor haber sido invitado a esta celebración mundial de los 100 años de la Fundación del Partido Comunista Chino, toda vez que he sido testigo del desarrollo y mejoramiento del pueblo chino en estos últimos 50 años, ya que en mi calidad de Director de Difusión y Relaciones Públicas de la Presidencia de la República, en el Gobierno del Presidente Luis Echeverría Álvarez, asistí al establecimiento de las relaciones diplomáticas, políticas, económicas y culturales de México con la República Popular China presidida entonces por “el Gran Timonel”, Mao Tse-tung, Presidente de la República Popular China y del Partido Comunista Chino, el 14 de febrero de 1972.

Conocí y hablé en mi calidad de funcionario con el histórico Primer Ministro de la República Popular China, señor Chou En-lai, y asistí, hace 24 años, el 1º de julio de 1997, a la ceremonia, en Hong Kong, de la devolución de esa provincia china por parte del Imperio de Gran Bretaña; acontecimiento que marcó el fin de la etapa colonialista de Occidente.

Presencié la Asamblea General de las Naciones Unidas en que el Presidente de México, Luis Echeverría Álvarez demandó a ese máximo organismo internacional aceptar a la República Popular China como integrante de ese organismo mundial y su incorporación como miembro permanente al Consejo de Seguridad de la ONU.

Desde febrero de 1972 a la fecha he visitado cuatro veces a ese gran país y he visto su veloz recuperación y evolución: conocí Pekín, hoy Beijing, cuando era una ciudad llena de árboles y de gente caminando a media calle por millares; cuando los automóviles tocaban el claxon para que se abrieran los peatones y poder avanzar; y después la vi poblada de rascacielos, de vías rápidas y pasos a desnivel, de segundos y terceros pisos para automóviles y modernas líneas del tren metropolitano; y a Shanghái la visité cuando tenia viejos edificios despintados y abandonados y después la vi llena de rascacielos de más de 100 pisos, de vías a desnivel gigantescas, y presencié el nacimiento de una ciudad satélite modernísima y bien planeada, con gigantescos edificios de cristal vacíos, recién construidos, que esperaban a los nuevos inquilinos de las grandes compañías internacionales que estaban por llegar; Shanghái, donde primero se construyeron los segundos y terceros pisos, esperando los automóviles que habrían de llegar tiempo después.

La China nueva, con sus viejas ciudades como Xian y sus ejércitos de terracota y las grandes ciudades planeadas en todos los detalles y construidas a gran velocidad; he recorrido la supercarreteras de China y he visto brotar en los campos los edificios multifamiliares de 40 pisos y las gigantescas redes de acero trasmisoras de electricidad; he sido testigo de la transformación increíble de China en estos 50 años; he recorrido las carreteras sobre el mar para llegar al puerto más moderno para el comercio internacional en Shanghái, y me he transportado a 420 kilómetros por hora en el tren MAGLEV, el único tren comercial de levitación magnética, del aeropuerto al centro de Shanghái.

Me alegro por haber participado, como miembro del gobierno del Presidente Luis Echeverría Álvarez en ese momento histórico en que México y la República Popular China presidida por el gran líder Mao Tse-tung, iniciaron relaciones diplomáticas, políticas, económicas y culturales; y de ver ahora el fruto logrado por nuestros dos países, y ver aquí en México y saludar al nuevo gran líder de China, el Presidente Xi Jinping, cuando nos visitó en el año de 2013, cuando fui invitado a su recepción oficial en el Campo Militar Marte y cuando después pude presentarle mis respetos al finalizar una reunión de trabajo con sectores de la industria y la cultura mexicanos, en La Hacienda de los Morales.

La apertura que hace 50 años dio el Colegio de México para que jóvenes chinos vinieran a aprender nuestro idioma y nuestra cultura y la existencia de numerosos colegios donde hoy los mexicanos pueden aprender el idioma chino; el gran turismo que se ha iniciado en ambos sentidos; los enormes intercambios comerciales que rebasan hoy los 100 mil millones de dólares anuales y la gran amistad chino mexicana, son apenas el principio de una relación que crecerá en los próximos decenios para beneficio de nuestros dos pueblos.

Muchas gracias por su atención.

LIC. MAURO JIMENEZ LAZCANO.