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Historia de la lucha contra la Poliomielitis: el papel relevante del Club Rotary International

Reflexiones con motivo del 35 Aniversario de la participación de CRI contra la pandemia de la Polio

Por Luis Guillermo Medina Montejo

 

En estos días de pandemia con el COVID-19 estamos viviendo momentos de incertidumbre. No sabemos cómo o dónde la gente se contagia, así era la poliomielitis. Sin respetar razas, credos o clases sociales, este virus infectaba a ricos y pobres por igual, lo peor de todo, a diferencia del COVID, es que este virus atacaba a los niños.

Las familias numerosas sabían que la probabilidad de que alguno de sus hijos contrajera tan terrible enfermedad era alta.

No es una enfermedad que se transmitiera por tos o estornudos, así que las medidas, de las que ya nos hemos vuelto expertos, no servían, simplemente un niño enfermaba y moría o en el mejor de los casos algunas de sus extremidades dejaban de crecer.

Ante tal panorama de incertidumbre y considerado el problema más grave de salud de la época siendo 1952 fue el peor brote de la historia documentado en Estados Unidos. De los casi 58 000 casos reportados ese año, 3145 fallecieron y 21 269 quedaron afectados por parálisis. Al igual que, los científicos iniciaron una carrera contra el tiempo para encontrar una cura o una vacuna.

Y entonces surgen los héroes, en 1955 tras 7 años de ardua labor El Dr Jonas Salk con un equipo numeroso de médicos logran crear la vacuna contra la poliomielitis en forma de inyección, para 1957 Albert Sabin consigue crear una vacuna administrada de forma oral, lo que permitía pasar del miedo a una jeringa a disfrutar de un dulce terrón de azúcar con estas gotitas milagrosas reduciendo ampliamente el costo de la producción.

A partir de ese momento esta temible enfermedad tenía una solución, sin embargo la extensión del planeta, el costo y la logística necesaria para llegar a cada niño era una misión imposible, o bueno casi imposible.

Según nos cuenta Rodrigo Mendirichaga en su libro Biográfico del Doctor Carlos Canseco, quién era secretario de salud de Nuevo León y vicepresidente de Rotary International, los rotarios de Filipinas solicitaron una subvención para vacunar a los niños contra la polio. Y sorprendentemente lo primero que hizo el Dr. Carlos Canseco fue ¡detener el proyecto temporalmente!

En sus palabras: “Esa magnífica ayuda humanitaria se está realizando sin que haya un programa perfectamente establecido…. Nuestro programa tiene que ser aceptable y sancionado por las autoridades de salud internacionales y de cada país”.

El Dr. Canseco diseñó un programa que pudiera funcionar en todos los países  y buscó el consentimiento de la Organización Mundial de la Salud.

En junio de 1984 se entrevistó con el Dr. H. Malher director de la OMS

“La salud es un privilegio de esta organización… Ustedes dedíquense a otra clase de servicios … Nosotros no trabajamos con organizaciones de servicio sino con instituciones públicas de salud”

Y así fue como los rotarios iniciamos con un portazo en las narices a palabras del Dr. Canseco nuestra relación con uno de los principales socios en nuestro camino a la erradicación.

Finalmente siendo aprobado el programa Polio 2005 como Polio Plus y aceptado como el único programa corporativo de RI. Rotary envió un delegado a Ginebra a la reunión de la OMS consiguiendo que Rotary fuera aceptado condicionalmente por 2 años como miembro no gubernamental de la organización.

El compromiso de Rotary no era fácil, Rotary se comprometió a entregar las vacunas solicitadas por cada país y para eso se pidió a los rotarios reunir 120 millones de dólares, bajo el lema “un dolar… 8 niños sin polio”, como todos saben, reunimos 240 millones, dinero que se puso a disposición de la Iniciativa, lo cual permitió arrancar el proyecto.

EL Dr. Canseco además de tener una amplia amistad y relación profesional con Sabin y con todo el sector médico y gubernamental, tenía los conocimientos y la posición en Rotary para conjuntarlo todo.

Me pregunto si él nos regaló Polio Plus o fuimos el medio para lograr una visión personal. Al final no importa, lo que importa es que gracias a miles de horas y esfuerzos dedicados por personas como Salk, Sabin y el Dr. Canseco a través de nuestra organización estamos hoy a nada de conseguir erradicar la enfermedad mas temible del siglo XX de la faz de este planeta.

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