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Grandes escritores mexicanos coordinaron los primeros Libros de Texto Gratuitos: Reyes Tamez Guerra

Agustín Yáñez, Antonio Caso, José Gorostiza, Ignacio Chávez y Alfonso Reyes

Palabras del Dr. Reyes Tamez Guerra, investido como Miembro del Consejo de Honor de la Academia Mexicana de Ciencias Políticas al otorgarle la Gran Orden de Honor Nacional al Mérito en la Administración Pública por su destacada trayectoria en el ámbito científico, cultural, académico y en la Administración Pública el 6 de septiembre de 2023 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes de la CDMX.

Doctor Reyes Tamez Guerra; Antes que nada, muy buenas noches; me siento muy honrado por esta distinción inmerecida que la Academia Mexicana de Ciencias Políticas hace a mi persona; quiero en primer lugar agradecer a su Presidente el Doctor Arent Olvera, a mis queridos amigos, a todo el Consejo Directivo; especialmente también, al señor Vicepresidente el Doctor Jorge Fernández Ruiz y a mis queridos amigos, el Dr. Jaime De la Garza, al Licenciado Eduardo Montoya Jarquín; quiero decirles que he estado viniendo a México a algunas reuniones de la Academia de algún tiempo para acá para participar en este proyecto al que se refirió el señor Presidente de la Academia.

También quiero agradecer a todos ustedes su presencia, especialmente a las personas que vinieron de fuera a acompañarme en esta ocasión tan especial; a mis amigos, mis queridos amigos, quiero destacar la presencia del Licenciado Enrique Martínez y Martínez, exgobernador del Estado de Coahuila, exSecretario de Agricultura, entre otros muchos cargos que ha tenido; a Don Armando Fuentes Aguirre, “Catón”, que actualmente es el articulista más leído en todo el país en 200 periódicos al día y realmente uno de los mejores analistas políticos que yo he conocido y muy certero, muy acertado siempre en sus juicios; yo soy uno de sus cuatro lectores, siempre muy distinguido.

Quiero agradecer la presencia de varios empresarios de Nuevo León, muy queridos amigos también que nos acompañan, Don Héctor Martínez, Don Héctor Elizondo, Francisco Ahumada, Javier Treviño, Ignacio Diego, y alguien también que lo voy a mencionar más adelante, pero lo quiero mencionar ahorita también porque ha sido una gente que me ha acompañado mucho tiempo de mi carrera y que ha sido una persona realmente, de los mejores colaboradores que yo he tenido, el Ingeniero José María Fraustro Siller que actualmente es el alcalde de Saltillo.

Con él comenzamos desde que los dos éramos rectores, él en la Universidad Autónoma de Coahuila, yo de la Universidad de Nuevo León y junto con otros rectores hicimos muy buenos trabajos, siempre bajo el liderazgo del Doctor Julio Rubio Mota, que espero esté por aquí y ahora acabo de ver también la presencia del Licenciado Juan Carlos Romero Hicks, exrector de la Universidad de Guanajuato, ex gobernador de Guanajuato, Director General del Conacyt, diputado federal y Senador; Juan Carlos, muchas gracias por estar aquí.

Hicimos muchas travesuras juntos en bien de la educación superior del país en ese tiempo junto con otros rectores como Carlos Salazar exrector de la Universidad Autónoma de Colima que también está por acá, mi querido Carlos no veo donde estás, felicidades y gracias por estar aquí.

Ahí ya vi a Julio que está por allá con Margarita su esposa, muchas gracias también, otro excelente colaborador en el caso de Julio Rubio, de él aprendimos mucho, les platico una anécdota; yo no conocía al Presidente Fox, y cuando me hizo este honor de invitarme como Secretario de Educación, en la primera reunión de trabajo que tuvimos le dije: “Señor Presidente, disculpe mi atrevimiento pero, yo quisiera pedirle que me permitiera proponer al equipo de colaboradores más cercanos en la Secretaría –le dije–, no se preocupe, no voy a invitar a nadie que haya trabajado conmigo antes, voy a invitar a puras gentes que sean mejores que yo en cada uno de sus puestos”; y entre ellos Julio Rubio y Chema Fraustro fueron los que se integraron en ese equipo, muchas gracias; déjenme permitir dar lectura a este documento:

Mi experiencia en el Servicio Público.

Lo más importante en el caso del servidor público es que éste se ejerce siempre a partir de una determinada matriz de valores; en mi caso, fueron siempre los valores adquiridos desde mi primera infancia por la influencia de mis padres.

De mi madre, que había sido maestra antes de casarse, recibí el primer impulso para el estudio y la lectura; pues fue con ella con quien desde muy pronto aprendí a leer, esta actividad se volvería central en mi vida tanto para la adquisición de nuevos conocimientos, como para fundamentar la toma de decisiones en la vida; esta actividad también fue estimulada por mi padre, quien nos acercó a mí y a mis hermanos, lecturas apropiadas a nuestro nivel y de acuerdo con nuestros diversos intereses.

Además de ponernos el ejemplo, pues él mismo era un lector asiduo de revistas, libros y enciclopedias en una época en que ésta no era una práctica muy generalizada en las familias; y fueron el estudio, la dedicación, la honestidad, el empeño y la perseverancia los factores que guían mi actuación desde entonces.

La incursión en el servicio público no fue en mi caso personal algo buscado, una vocación definida como parte de un proyecto de vida personal; mi vocación primera es así auto definida y auto asumida fue la investigación científica, a la que he dedicado mi vida desde que estudié la carrera que ya se mencionó de químico bacteriólogo parasitólogo, en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Pero, desde antes de terminar mis estudios, como estudiante, como representante de los alumnos, yo era representante ante el Consejo Universitario de los alumnos de la Facultad de Ciencias Biológicas, participé en las primeras gestiones, que vistas en forma de prospectiva pues podría decirse que fueron mis primeras experiencias como gestor.

Me refiero a que, junto con otros compañeros, conseguimos el apoyo del Presidente Luis Echeverría para que se construyeran y equiparan los laboratorios de nuestra Facultad, pues ya se pueden imaginar lo que era una Facultad de Ciencias Biológicas sin laboratorios, de modo que fueron exigencias de nuestra formación que nos llevaron a asumir esas iniciativas.

Déjenme platicarles un poco esto; el Presidente Luis Echeverría apoyó mucho a las universidades después del 68; y en el caso de la Universidad Autónoma de Nuevo León no fue la excepción, se empezaron a construir muchos edificios y facultades, excepto los laboratorios nuestros; entonces, nosotros andábamos detrás del Presidente Echeverría no sólo cuando iba a Monterrey si no cuando sabíamos que iba de gira a otros lugares; una vez nos enteramos que venía en trayecto de Torreón a Saltillo y que iba a hacer en Parras, se iba a detener.

Nos fuimos un camión de estudiantes de la Facultad a buscar hablar con él en Parras, se nos acercó el Estado Mayor Presidencial y dijo y ustedes que andan haciendo aquí, si son hasta de otro Estado, le dijimos que queríamos hablar con el Presidente, le dimos el antecedente hemos hablado con él y nos ha ofrecido que nos van a construir los laboratorios y esto no ha pasado, no tengo ninguna intención de hacer ninguna cosa más que hablar con él; y ya nos dice uno de sus ayudantes de él, si yo les garantizo una audiencia, nada más se quedan aquí en la carretera todos, excepto tres personas que van a acompañarme; claro que sí.

“Pero no vayan a hacer nada porque va a haber un suceso importante, ahorita, antes, no quiero, que vayan a interrumpir al Presidente, ni lo vayan a tratar de abordar, perfecto”; pues entonces, pasamos ahí y resulta que el suceso importante era que Luis Echeverría iba a destapar al Senador Oscar Flores Tapia para que fuera Gobernador del Estado de Coahuila y nos tocó ser testigos ahí en una palapa muy grande en Parras, estando el Senador en un lado y llegando el Presidente por el otro extremo, señor Senador y amigo, venga para darle un abrazo, próximo Gobernador.

Pues ahí no pasó como quiera nada; hablamos con el Presidente Echeverría, le encargo a una de las gentes, “Por favor, yo me comprometí, quiero que se construyan estos laboratorios” y no pasó nada; la escuela, no es esta en una escuela pequeña, no tenía un peso político dentro de la Universidad, entonces, sellada el rector Lorenzo de Anda nos dice al Consejo universitario, vamos a darle las gracias al Presidente Echeverría por todo el apoyo que nos ha dado y vamos; y yo era consejero y fuimos tres personas de cada facultad y total con dos amigos, hablé yo con el rector: “Deme oportunidad de hablar con él, de hablar, de dar un mensaje para que nos ayude, no se puede, ya está designado quienes van hablar”.

Pues total, empieza el evento y tomo yo el micrófono, no era el programa, me atravieso, me salto y tomo el micrófono y le digo: “Señor Presidente, estamos todos muy agradecidos con el apoyo que nos ha dado, pero nosotros, nos recuerda lo vimos en tal parte y tal parte y Usted nos dio su palabra de que nos iban a construir los laboratorios y no ha cumplido Usted su palabra; entonces lo que venimos a pedir es que cumpla con su palabra”, se lo dijimos, se lo dije al Presidente.

El presidente Echeverría se vino desde donde está, me puso una mano en el hombro, que pesaba como una tonelada, y me dijo, “El Presidente tiene palabra, lo que no tiene a veces son buenos colaboradores –y dice–, a ver, dónde está el Secretario de Educación, –que era don Víctor Bravo Ahuja–, debería de estar aquí sí o no, pues sí, sí debería”.

“Y dónde está, no está, por eso no pasan las cosas, quién está de la Secretaría, –estaba el Director de Educación Superior, un rector de la Universidad de Guerrero que había sido secuestrado junto con el Gobernador y que era director, no recuerdo su nombre–, le dijo: “A usted lo voy a hacer responsable, dígale al Secretario, porque si yo me encuentro con estos muchachos en cualquier otro lado del país y no se ha hecho esto, ustedes me van a responder a mí”.

Esa misma noche, ya estábamos viendo planos de construcción; y cambió el rector, llegó el rector Luis Eugenio y lo primero que se construyeron fueron los laboratorios de la Facultad y no sólo eso, fuimos a agradecerle al Presidente, “Pero no tenemos con qué llenar los laboratorios”; dijo: “Miren, vayan a ver al Director del Instituto Mexicano del Seguro Social y al Secretario de Hacienda”, nos dio dos tarjetitas; el rector Luis Eugenio dijo, “No hombre, con esas tarjetitas, cómo creen”, bueno pues, vamos a ver. Pues esas tarjetitas se tradujeron en siete tráileres en equipo, en verdad.

Siempre, como ya se ha comentado después, Cristina y un servidor nos venimos a México a estudiar el postgrado; quiero decirles que mi esposa es una de las gentes con la que Dios me ha bendecido, es una gente brillante, fuera de serie, madre muy amorosa con sus hijos.

Es Investigadora Nacional Emérito del SNI, solo hay quinientos de estas personas en el país con esta distinción y el día de mañana recibirá un premio en investigación; el Premio Anual de Investigación de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Y también, todo lo que hacemos, lo hacemos por nuestros hijos y por nuestros nietos y Dios nuestro Señor, nos ha bendecido con una gran familia, unos excelentes hijos, nueras y nietos y estamos muy satisfechos en la vida con esta bendición.

Mi participación formal como servidor público se da a partir de 1991, cuando siendo Director de la Facultad de Ciencias Biológicas, el rector de la Universidad me invitó a ser Secretario General de la institución; esta ya fue una actividad más de administración que de academia y mi acceso a esa responsabilidad fue como siempre suele ocurrir, circunstancial.

Yo quiero decirles que lo único que yo quería, en el 91, ya habiendo regresado de un posgrado en la UNAM, como se ha dicho aquí y en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, una gran escuela, cuando estuvimos ahí estudiando, premios nacionales de ciencia, grandes investigadores, maestros, y yo decía: “cómo no podemos tener nosotros en Nuevo León una facultad de este nivel y tenemos que regresar porque yo quiero ser el Director de la Facultad para apoyar que haya un desarrollo como este de aca”.

Y tenía yo apenas dos años, había regresado del EDUIF, en 1989 cuando soy director de la facultad y en el 91, a principios, el rector Manuel Silos, como ya les he mencionado, me invita y en la primera que me habla, me dice: “es que yo quiero…”, y le digo: “Mira Manuel, ni me digas de qué me quieres invitar porque yo no quiero que pienses que no valoro la posición que me vas a ofrecer, no me interesa; yo quiero ser Director, yo te ayudo desde la dirección, déjame seguir siendo Director, yo desde ahí puedo, es lo único que he aspirado yo, es lo único que he querido, o sea, ser Director de la Facultad es lo único y me está yendo muy bien como Director”, “dijo bueno, está bien”.

Y luego me vuelve hablar otra vez y me dice: “Es que quiero crear una Secretaría Académica y realmente tú tienes el perfil y quiero que tú lo hagas”, dije: “Bueno a ver, déjame pensarlo, cómo le hago para que no, para decir que él me diga que no”, entonces, me entero que él ya le habían ofrecido la Secretaría General de la Universidad, a otra persona y la otra persona ya había aceptado, entonces ya voy con él a otra cita, le digo: “Sabes que ya lo estuve pensando, esta Secretaría no está ni en la Ley orgánica, ni en el Estatuto General de la Universidad, lo único que yo te aceptaría sería la Secretaría General y me va a decir que no porque ya la tiene otro –y me dijo– no pues, déjame pensarlo”.

No después me habla y me dice que sí, que te quedes como Secretario General, pues ni modo y fue una situación muy difícil porque como ya comentaba Jaime, a mí me toca asumir la rectoría de la Universidad en una situación de una de las mayores crisis en la Universidad, con un problema precisamente de corrupción.

Entonces, yo llego a la rectoría y lo primero que hago es hacer una auditoría, hay evidentes motivos de malos manejos ahí, hay pruebas de malos manejos y hago una denuncia contra quien resulte responsable de lo que pasó en la institución.

Y bueno, pues así nos tocó comenzar en la institución, digamos que cuesta arriba, entonces, cómo le hacemos para cambiar esta situación dentro de la Universidad; recuerdo que fue el Presidente Zedillo, unos dos meses después; el Presidente Zedillo, economista y amigo de Manuel Silos, economista, entonces llega a la Universidad a inaugurar una preparatoria en el municipio de Apodaca, llega y los estudiantes le ofrecen una chamarra, del equipo de futbol americano de la Universidad, y dice el Presidente Zedillo, al ratito.

Entonces, ya doy yo mi mensaje que iba acompañado por el Secretario Miguel Limón, Secretario de Educación Pública en ese momento y yo doy un mensaje muy autocrítico del deber ser de las universidades y cómo no cumplíamos con lo que la sociedad demandaba de las universidades, de ser instituciones cerradas que no rendíamos cuentas, pues no estábamos abiertas a la autoridad y voy a empezar a cambiar esto; y ya me siento

Y se asomaba así el Presidente Zedillo y me dice: “A ver rector, ese mensaje que dijo es para mí, verdad, –le dije no, no, a lo mejor me corren, pero no tenga duda de que lo voy a intentar– total me dice el presidente Zedillo, voy a estar pendiente de lo que pase aquí en la Universidad”.

Y fue la Universidad que más visitó el Presidente Zedillo, afortunadamente nos apoyó mucho, teníamos un gran problema con el nivel salarial porque un rector no había aceptado cuando se habían homologado todos los salarios de las universidades con la UNAM y nos habíamos quedado rezagados, el personal académico particularmente; y teníamos un gran problema en puerta que era el del fondo de pensiones y jubilaciones.

El Presidente a principios de los setenta se les habían otorgado a muchas Universidades públicas una prestación denominada jubilación dinámica, donde los jubilados, aunque se jubilen, siguen ganando lo mismo que los activos; sin presupuesto, era impagable.

Y ya varios rectores sabían que era un problema, pero nadie le quería entrar, total, le entramos nosotros a ese tema, le decíamos a la gente no hay cómo pagar, hay que aportar; y en el primer año se nos hizo bolas el engrudo y hubo muchas cosas que no pudimos hacer, ya el segundo año pudimos consensar mejor, yo me metí directamente hablar con todos, iba a las escuelas, con los jubilados porque también los jubilados tenían que aportar en este esquema y los primeros 160 millones de pesos que juntamos en la Universidad, creamos un fondo de pensiones que había sin tener un acuerdo con el sindicato.

Para que vean que había una intención de hacerlo, y finalmente lo logramos en un esquema y no me voy a referir a él, pero en un esquema que aceptaron a todos los trabajadores de la Universidad, un esquema muy pesado porque había que aportar el 26% de la nómina; 14% la Universidad; 12% de los trabajadores académicos; 9% los administrativos; y fue la primera universidad pública en resolver ese problema de pensiones.

Actualmente, la Universidad tiene más de 9,000 millones de pesos en este fondo de pensiones y cada año se hace un estudio actuarial y se toma sólo el dinero que el estudio actuarial dice, ya después siendo su servidor Secretario, Julio Rubio, Subsecretario de Educación Superior y José María Frausto Subsecretario de Planeación, logramos que 26 universidades más resolvieran ese problema, con 6000 millones se bajaron los pasivos en las universidades en el orden de 350,000 millones de pesos; entonces fue una cosa muy importante que sucedió a partir de eso.

Qué estrategia seguí yo como rector en esa situación, primero, abrirnos a la sociedad, tenemos un Consejo Consultivo Externo, constituido por personas muy distinguidas en todo el ámbito del país, yo recuerdo a grandes hombres como el doctor Jesús Kumate, el mismo doctor Jaime de la Garza que fue también miembro de este Consejo Consultivo, la Subsecretaría de Educación Superior, tenía un espacio, el Secretario de Educación, empresarios muy distinguidos, recuerdo a Don Manuel Barragán, de Arca Continental, de la Coca-Cola, Don Efrén Salcido de FEMSA, Raúl Rangel de Vitro y tuvimos la gran ventaja de que toda esta gente se unió al proyecto de la institución y nos permitió darle la vuelta al tema de imagen y el poder avanzar.

Qué cosa hicimos, no me voy a referir con detalle, pero hicimos un programa de división a 10 años, el programa de división 2006 que afortunadamente todos los rectores que han seguido después de un servidor han apoyado ese programa vigente y cuando ha sido necesario han creado uno nuevo.

Ahorita, hay un programa de visión al año 2026 que se ha seguido con metas y responsabilidades muy concretas a alcanzar en tiempos definidos; de verdad no en el aire, eso ha permitido que la Universidad de Nuevo León sea una de las universidades ahorita más prestigiosas del país que está entre las mejores.

Recientemente hemos ido al número uno en patentes en el país, o sea, producir más patentes que la UNAM, que ha sido siempre la guía, no ha sido sencillo, tenemos dos años de producir más patentes en la Universidad, y bueno, otro orgullo mío es que mi esposa Cristina, es la investigadora con más patentes en la Universidad, tiene 20 patentes ella en particular.

Yo siempre he sido un convencido en la evaluación y como rector me puse como meta que la Universidad fuera la primera en evaluar todos sus programas académicos, todas sus facultades y la misma rectoría y las formas de operación, leyes y reglamentos, administraciones y los CIES, que cuando fui rector, en la segunda semana que vine a México a hablar con el Director de los CIES me dijo, tengo que ser la primera y me dijo, va a ser muy difícil, en Veracruz, la Universidad Veracruzana ya va a la mitad, bueno, pues vamos a darle a ver qué pasa.

Cambio el rector de la Universidad Veracruzana, ellos se estacionaron y fuimos la primera Universidad en evaluar todos los programas y también busqué una evaluación internacional por parte de la Southern Association Colleges and Schools, SACs; tuvimos otros problemas, el equipo de futbol era un problemón, la gente, hacíamos un evento, iban 40 países y al rector nada más le preguntaron: “Oiga y cómo ve que se peleó el entrenador contra el jugador; oiga y sabe usted si van a contratar a fulanito”, porque el equipo era de la Universidad, el equipo “Tigres” y dije no, además la universidad no podía ponerle ni un centavo al equipo verdad.

Y entonces, hicimos una licitación y finalmente dos grandes empresas, Cemex y Cervecería tomaron la administración y hasta la fecha y ha sido una gran asociación, primero porque al equipo le ha ido muy bien, pero sigue siendo de la Universidad, juega en el estadio universitario y hay que jugar con los colores.

También otro aspecto importante es que creamos el primer laboratorio de bioseguridad en América latina y un gran esfuerzo en la formación de posgrados de los maestros; integramos la Secretaría de Extensión y Cultura que nos permitió recuperar la presencia cultural de la institución, que la institución tuvo en otras épocas, así como programa de apoyo a la investigación científica y la vinculación con los sectores social y productivo.

Poco después, en enero, el presidente Zedillo realizaba una reunión en la Secretaría de Educación al arrancar el año e invitaba a todos los Secretarios de Educación, a todos los rectores, al sindicato y había un Gobernador que daba un mensaje en esa ceremonia; en diciembre de 99, me habla el Licenciado Limón y me dice: “El Presidente quiere que yo de el mensaje del año 2000, de enero de 2000, –le digo– oye pero siempre lo da un Gobernador”, me dijo: “No, no, el Presidente quiere que ahora tú des el mensaje”.

Había una situación de crisis porque la UNAM estaba en huelga en ese momento; entonces, ya me preparé yo para dar ese mensaje y fue en el mismo sentido de cuando había yo tomado posesión de la rectoría, cinco años antes; muy autocrítico y claro pidiendo el respaldo para la UNAM de la situación que tenía que resolverse en favor de la Institución, total, el Presidente Zedillo pues, fue muy generoso en ese sentido.

En marzo, después, como candidato Vicente Fox diálogo con los rectores en una reunión nacional de la ANUIES, que cumplía 50 años en Sonora y alguien, el rector de la Universidad de Puebla le preguntó que qué perfil buscaría para el próximo Secretario de Educación y el presidente Fox contestó: “Pues díganlo ustedes, ustedes saben mejor; a la mejor el próximo secretario está sentado aquí en esa reunión en este momento”.

Entonces, cuando nombra a Rafael Rangel Sostmann como Coordinador del Equipo de Transición en Educación pues todos pensamos particularmente un servidor, de que el presidente Fox quería que fuera el doctor Rangel Sostmann el Secretario de Educación; y había en una reunión de ANUIES en la Universidad en octubre, presidida aquí por el Doctor Julio Rubio que era el Secretario General; llegó Rafael Rangel diciendo que el Presidente quería que la ANUIES le enviara una terna, y finalmente esa terna en que participaba el doctor Rubio, el doctor Gustavo Candela que había sido rector de la UAM y un servidor.

Y yo quiero decirles porque yo no conocía el presidente Fox a partir de esa reunión en la que fue Eduardo Montoya y cuando me distinguió con esta situación ya les decía yo lo que yo le había pedido; quiero decirles que encabezar la Secretaría de Educación Pública es realmente un compromiso muy serio; yo tengo mucha gratitud con el Presidente Vicente Fox porque siempre me apoyó en todo lo que le pedía; nunca hubo un titubeo.

Incluso, un ejemplo muy concreto, del presupuesto total de la Secretaría cuando llegamos nosotros en el año 2000, el 98% era gasto irreductible, la mayoría se repartía en la Secretaría y solamente quedaba el 2% para proyectos, es decir, tenemos que cambiar esto porque nunca vamos a mejorar la calidad de la educación si no tenemos con que hacer programas que mejoren la educación; terminamos en una cifra cercana al 9% del total del presupuesto.

Ahorita otra vez es una cifra quizá menor que el 2%, es una pena; en el caso de las universidades dejaron 27 programas adicionales al presupuesto irreductible y quedan dos solamente; ha sido un desastre; hicimos algunos programas muy relevantes, pero quiero ahorita, como es un tema de la administración pública quiero comentarles la estrategia.

Por qué tuvimos éxito, además de qué el equipo de trabajo y por qué; el equipo de trabajo es fundamental porque ellos son los que realizan el trabajo, el Secretario debe ser un buen coordinador de esfuerzos pero los que hacen la tarea son todos los colaboradores cercanos y el equipo de trabajo; había un problema porque la educación está muy politizada, entonces creamos el Consejo Nacional de Autoridades Educativas con todos los Secretarios y les dijimos, aunque es potestad de la SEP tomar las decisiones en política educativa no vamos a iniciar ningún programa, ningún proyecto importante que no pase por aquí y había mucho escepticismo en los Secretarios, recuerdo que el ahora Gobernador de Baja California Sur, que era Secretario de Educación, Víctor Castro estiró la mano y dijo: “No hombre Secretario, no venga a decir cosas que sabe que no, porque la SEP siempre nos manda a hacer tareas, no nos toma en cuenta”, le dije “Pues ya veremos”.

“Nada más la regla va a ser que aquí vienen los Secretarios no hay suplentes, y el Secretario de Educación estará en todas las reuniones, dos días y medio, mediodía de temas libres que no tienen que registrar en la agenda, el tema que ustedes quieran tocar, esos temas lo vamos a tratar”.

Eso nos dio una muy buena relación con ellos, se despolitizó la Secretaría, ningún delegado de la SEP era político, pura gente de perfil académico, tenía unas presiones bárbaras incluyendo Nuevo León donde querían que pusiera, dije, menos en mi estado; total eso nos ayudó mucho y logramos en el 2002 la firma del Compromiso Social por la Calidad de la Educación, un esfuerzo muy importante donde todos los Gobernadores y aquí, quiero reconocer al Licenciado Víctor Martínez que nos dio mucho la mano en la conciliación con todos los Gobernadores, de echo él fue el orador oficial en esa ceremonia cuando se firmó el Compromiso por la Calidad de la Educación.

Todos los Gobernadores, los rectores, Secretarios de Educación, las iglesias, las empresas, un evento que estuvimos en el Museo de Antropología que nunca se había dado y quiero yo reconocer a Don Lorenzo Servitje que fue uno de los grandes impulsores también del sector privado que se asumiera este compromiso y él fue por muchos años el que dirigía, el que presidía este Consejo Consultivo que se reunía una vez por mes.

Y a tomar decisiones, la SEP le informaba y ellos le hacían recomendaciones, 30 personas de la sociedad porque yo siempre he sido convencido de que hay que abrirse, de que hay logros que se dan por las opiniones de otros, entonces, incluyendo al sindicato; en ese compromiso por ejemplo se acordó que por primera vez que todos los maestros del país se les diera una nueva plaza y los directivos tenían que acceder por concurso de oposición.

Y batallamos, pero al final del sexenio habían fácil 25 Estados donde las plazas se asignaban por concurso de oposición con los maestros y la maestra Elba Esther en ese sentido era una persona muy abierta a los cambios; obviamente yo batallé con el sindicato verdad, no es, recuerdo la primera vez que nos tocó la revisión salarial, el Secretario General, Rafael Ochoa se fue comiendo el tiempo, ninguna comisión de las que se formó ante la SEP y el sindicato se llegaban a ningún acuerdo, obviamente con ganas de darle una jaladita también, como Secretario porque era la primera revisión salarial.

Yo todavía el 14 de mayo porque se tenía la costumbre de que el 15 de mayo se anunciaba el acuerdo, invito a desayunar a Rafael Ochoa y le digo: “Oye, no hemos avanzado, por qué” y me dice: “¡No es que la SEP…!”, le digo: “No espera, serénate tantito”, ¡no es que..! –me contestó– y le digo: “Oye, oye, no me levantes a mí la voz; yo no le permito a nadie que me levante la voz, ni yo le levanto la voz a nadie, si vuelves hablar así, me levanto y me voy y aquí te quedas, a mí no me importa si no se firma, ha sido tu culpa”, y me paré y me dice no espérate, no me puedes dejar así”

Y le hablo yo al Presidente y le digo: “Presidente acaba de pasar esto, estoy seguro que la Maestra le va a hablar por teléfono, yo le suplico que me deje resolver a mí este problema, que no le conteste el teléfono a la Maestra porque si Usted lo resuelve con ella, yo ya no le sirvo a aquí; yo le voy a pedir que..”, entonces me habla el Presidente: “Me ha hablado cuatro veces; no le conteste –y me dice– es que mañana es el evento, cómo ve, mire –le dije– ellos no van a echar a perder el evento donde honran a sus maestros de mayor antigüedad, donde entregan los reconocimientos, así que no se preocupe, déjeme verlo con la Maestra, se va a ir con nosotros, vamos a salir del Campo Marte en el helicóptero”, dijo: “bueno, muy bien”.

Yo siempre he salido muy temprano porque no sabíamos si el Presidente sale antes o algo así, llegué a Campo Marte y al rato llega la Maestra quien me dice: “Secretario, a ver, venga, puedo platicar con usted”, les comento nada más unas letras para que entiendan esta parte; en la primera conversación con la Maestra, la Maestra primero me dijo que si no sabía yo que a ella le interesaba el puesto de ser Secretaria de Educación, dije: “Oiga pues no, fíjese que no sabía, pero no sé si usted sabía que a mí no me interesaba”, le dije, “Yo estoy aquí y le vengo a ofrecer una sola cosa y quiero pedirle lo mismo”.

“De donde yo vengo acostumbramos a hablar con la verdad, no decir una cosa y hacer otra distinta, menos a espaldas, lo que yo le vengo ofrecer es eso, que tengamos una conversación directa porque yo sé que hay mucha gente que va a estar interesada en que tengamos problemas y lo único que le pido es lo mínimo” y me dijo me gusta, eso me gusta.

Pasa esto, le paso a mayo en 2001 y la Maestra me dice, “A ver Secretario, vamos a hablar” es que estábamos platicando caminando por un pasillo allí en campo Marte por una banqueta y le dije: “A ver Maestra, es que Rafael Ochoa dice que tal cosa, no hemos llegado a ningún acuerdo por culpa de Rafael y tiene una instrucción de las comisiones de no llegar a ningún acuerdo con nosotros.

“Segundo, paso esto, todavía lo invité a desayunar y él me empezó a levantar la voz y le dije que, a mí, nadie me levanta la voz y le voy a decir una cosa, yo prefiero ser secretario de educación de a deveras tres días, que monigote de nadie, no soy monigote de nadie, entonces, donde tope verdad, si yo me tengo que ir, ahí que tope, pero yo no voy a aceptar esto que está pasando”, entonces me dice ella: “No pues le creo, vamos a darle una lección a Rafael Ochoa”.

Y me dice la Maestra, cuando termine el evento, usted cite a una rueda de prensa sin que esté Rafael y les dice a los medios que ya llegamos a un acuerdo, qué nos ofreció, ella no sabía, pues les ofrecí esto, esto y esto y yo acepte esto y esto, aceptado, vámonos”;  y entonces pues ya cite a rueda de prensa, tenía todos encima porque ya Rafael Ochoa me había mandado a todos los medios a decir que por qué no había acuerdo y dije, vamos hablar del evento, y decían no díganos del acuerdo y entonces les dije les voy a decir algo, les tengo muy buenas noticias ya llegamos a un acuerdo con el sindicato y entonces todos empezaron a voltearse, entonces yo le agradezco al sindicato, yo tengo un acuerdo y no volvimos a ver a Rafael Ochoa hasta cuatro meses después; llega Chema y le dice, oiga qué bueno que estés aquí, y le dice Rafael: “Estoy aquí por, si fuera por mí”, dije espérate, di buenos días primero, antes de qué te enojes”, pero así, con ella al principio unas dificultades como estas que narro, pero la verdad yo reconozco de la Maestra la voluntad de cambiar.

Otro proyecto muy importante que lamentablemente como pasa en la administración pública se destruyen cosas que están funcionando bien y que muchas veces son ejemplos como fue el caso del Seguro Popular que este Gobierno eliminó, teníamos un programa de aprendizaje de los alumnos para combatir el principal problema de la educación que es la memorización.

Los niños memorizan y memorizan y aprenden, si uno les aplica el mismo examen cuatro meses después o sin avisarles, los alumnos que habían sacado 100, sacan 40 porque se preparan solamente para ese momento del examen y lo que nos interesa en educación es el aprendizaje significativo; el que queda para toda la vida, no que puedan leer, que puedan comprender lo que leen, que puedan sintetizar, que puedan identificar y eso no lo estábamos logrando

Y este programa Enciclomedia que empezábamos con niños de quinto y sexto de primaria donde pusimos equipos digitales, pizarrones interactivos, fue una cosa que le estaba dando la vuelta a la forma de aprender en México.

Fueron los primeros libros interactivos del mundo, porque se basaron en los libros de texto, nueve años después Apple dijo que habían sacado los primeros libros interactivos, los primeros libros interactivos los hicimos en México para con los libros de texto como base, un niño llegaba al pizarrón, le picaba con un dedo al libro de historia, de los mayas y en el libro había muy poco espacio para hablar del tema, en cambio el niño podía decirle que quieres saber, quieres saber cómo está esta pirámide, quieres subir a verla, quiero saber cómo está el entorno, quiero saber que hicieron en astronomía los mayas, en matemáticas; entonces los niños encantados porque era una dinámica de aprender mucho más donde ellos se enseñaron a aprender y exponer puntos de vista, no estaban recibiendo información nada más del maestro, una cosa maravillosa.

La Unesco lo premio como el mejor programa de tecnología educativa del mundo; cuando en 2006 tuvimos una reunión a la que invitaron a México, a Nueva Zelanda y a Brasil el G8 en Moscú, acompañamos al presidente Fox, Julio Frenk que era el Secretario de Salud y yo –Secretario de Educación–, Julio Frenk presentó el Seguro Popular, el programa, y nosotros presentamos la Enciclomedia; a los Secretarios de Educación del G8, fue el único proyecto que aplaudieron; cuando terminó el evento me dijo el ministro de educación de Francia, “Con que yo nomás hiciera eso, ninguna otra cosa, con eso yo ya estaba, nunca había visto cómo sacarle provecho a la tecnología como la están sacando ustedes, nunca había visto un proyecto así”.

Después, el de Inglaterra, el del Reino Unido me dice: “Nosotros somos el país que más invertimos en la tecnología educativa y no tenemos un proyecto como este para sacarle mayor provecho”; en el siguiente Gobierno que a veces esto pasa, del mismo partido, eliminaron este programa Enciclomedia cuando ya estaba empezando en primero de secundaria; si hubieran dejado Enciclomedia, la pandemia nos hubiera hecho los mandados, ¡nos hubiera hecho los mandados!, los niños aprendían divirtiéndose, no salían a recreo con tal de estar en el salón de clases.

O sea, fue un cambio completo; lamentablemente eso se perdió, pero si quiero decirles que todo esto que les he comentado, muchas otras cosas que no puedo mencionar para no extenderme más en esto, se debe sobre todo al equipo de trabajo que me ha acompañado tanto en la rectoría de la Universidad como en la Secretaría Educación Pública yo estoy seguro que sin ellos no hubiéramos podido tener los logros que tuvimos en ese tiempo y quiero terminar en este tema que va de los libros de texto.

El primer libro de texto de la historia se hizo en 1922, quién lo hizo, Justo Sierra, libro de historia, un año después de que José Vasconcelos tomo posesión de la Secretaría de Educación; los libros de texto obligatorios que generaron mucha polémica en el 58 y 59 que fueron 78 libros de texto, quiénes coordinaban los equipos de trabajo, Agustín Yáñez, Antonio Casso, José Gorostiza, Ignacio Chávez y Alfonso Reyes.

Eran los que coordinaba los libros de texto; ahora lo que estamos viendo, los peores libros de texto que yo haya visto en el mundo, o sea, cuando sacan el plan de las reformas, como me interesa el tema busco en el Diario Oficial de la Federación a ver en que consistían las reformas a los planes y programas, la primera vez que no hay ningún plan, ni programa en la reforma, puras ideas, o sea, puras ideas; entonces, lamentablemente ojalá como ya se ha comentado aquí, ojalá encontremos el rumbo de este país.

Y quiero finalizar con una cosa hablando de la amistad y agradeciéndole a Eduardo Montoya esto que comento, cuando yo era rector, en mis mensajes a los alumnos les decía: “Recuerden ustedes que más importante que la calidad profesional, es la calidad humana, nunca se olviden de dar gracias a todos los que les deben haber llegado hasta este momento de su vida; a sus padres, a sus maestros, la calidad humana se mide por la voluntad de servir a los demás; ayuden a quien ustedes puedan, sin esperar nada cambio”.

“Ayuden a su comunidad, a su Estado, a su país, pero sobre todo, sobre todo no cambien de forma de ser si tienen éxito; éxito académico, éxito político, éxito económico, lo que habla más mal de una persona, es que cuando tiene un éxito, cambia de forma de ser, ya no conoce a nadie y es porque ahora”; entonces, yo he tratado de conducirme siempre con sencillez, con humildad, algo que aprendí de mis padres y espero que no los haya aburrido ya con tantas cosas que he comentado, pero estoy muy agradecido de nuevo con la Academia, muchas gracias por esta distinción.

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