¡GOYA!

No vayan a pensar que me referiré al célebre pintor español Francisco de Goya, y que haré comentarios de sus oscuras pinturas como la de “Saturno devorando a su hijo”.  Voy a hablar de un cine, aunque en realidad me referiré a otro tema.

Goya, es la porra que se grita como una expresión de alegría, identificación, empeño, esfuerzo, en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es la expresión dicha con vigor en las festividades y en muchas celebraciones universitarias.

Su origen, se remonta a cuando las escuelas y las instituciones universitarias se ubicaban en el centro histórico de la Ciudad de México. Y en esa zona, se encontraba, y a la fecha todavía existe, un cine que se llama Goya.

Por eso, cuando por alguna razón los estudiantes decidían suspender clases, comenzaba a gritar: ¡gooooya, gooooya!, anunciando que en vez de clases se dirigirían a ver una película.

Fue así como ese grito después se popularizó para pronunciarse, como lo he afirmado, en las celebraciones universitarias.

Esta introducción la he escrito para hacer alusión a una ocasión reciente en la que se escuchó de manera vigorosa y entusiasta.

El lunes de la semana pasada, se inauguró el remozamiento y he de decirlo, embellecimiento y construcción de obras muy importantes en la que fuera la Escuela Nacional de Jurisprudencia en la calle de San Ildefonso en el centro de la capital del país, y que se mantuvo en ese lugar hasta que gracias a un egresado de esa Escuela, el Presidente Miguel Alemán, se construyó nuestra magnífica Ciudad Universitaria considerada por la Unesco como patrimonio cultural de la humanidad.

En esa reconstrucción se ubicó también la biblioteca donada por otro egresado de esa Facultad, el Presidente Miguel de la Madrid. Durante las obras realizadas, a cinco metros de profundidad se halló impecable, y todavía con los colores con que fue pintada, hace más de quinientos años, una cabeza de Quetzalcóatl.

El Rector Enrique Graue, recorrió esas instalaciones y recibió las muestras de afecto que siempre le han prodigado los estudiantes de Derecho, y al entrar al auditorio recién construido, además de haber sido recibido con una calurosa ovación, se escuchó un entusiasta “goya”

Esa obra se pudo realizar, y lo afirmo con orgullo gremial, gracias a los esfuerzos del actual director de la Facultad de Derecho, el doctor Raúl Contreras Bustamante.

Ahora que menciono su nombre, tengo que referirme que está citado entre los diez destacados universitarios, entre los que uno de ellos, en el mes de noviembre será designado Rector por la Junta de Gobierno, que es el órgano universitario que tiene esa atribución.

Quienes aspiran a esa responsabilidad, todos tienen méritos relevantes. No podemos discutirlo, pero si es posible que hagamos algunos señalamientos en cuanto a sus personalidades.

De esos diez, las doctoras Laura Acosta es dentista, Patricia Dolores Dávila es bióloga, y ya hemos tenido varios lustros bajo los rectorados de profesionistas especializados en ciencia de la salud. También apunto que, de esos diez universitarios, siete son colaboradores directos de nuestro digno Rector, con distintas responsabilidades forman parte de su equipo de trabajo.

Uno de ellos, el Doctor Imanol Ordorica Sacristán, hijo de refugiados españoles, fue dirigente estudiantil en la Universidad, y encabezó la huelga en contra de la institución en 1987, junto con Carlos Imaz, ex esposo de Claudia Sheinbaum.

Con los breves antecedentes que he mencionado de algunos de los posibles Rectores de mi Universidad, en la que ahora tengo el honor de ser profesor, si fuera miembro de la Junta de Gobierno, razonaría mi voto de la siguiente manera.

Votaría por quien desde la Escuela Preparatoria, se formó en la Universidad; ha tenido responsabilidades en el servicio público de importancia que ha desempeñado de manera destacada; es profesor de la escuela en la que se formó profesionalmente, además de que tiene obra escrita importante en su materia; es doctor por la UNAM y por la Universidad de Salamanca en España. Puedo decir objetivamente que es de los mejores directores que ha tenido la Facultad que dirige desde hace siete años, pues ha logrado ubicar a la Facultad en el lugar 26 de las mejores instituciones de Derecho y el primer lugar de Hispanoamérica.

Por esas razones, espero que sea designado Rector de la Universidad de la Nación, el doctor Raúl Contreras Bustamante, actual Director de la Facultad de Derecho.

Será por el bien de la Universidad y de México. Pronunciaremos entonces, con alegría y confianza en un promisorio futuro, un emocionado ¡Gooooooya!

Héctor Lisandro Morales Silva

Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM