En su mejor momento las Relaciones México China: Embajador Qiu Xiaoqi
Discurso del Embajador Qiu Xiaoqi, con motivo del LXV Aniversario de la Fundación de la República Popular China, el 24 de septiembre de 2014.- San Jerónimo Lídice, D.F.
Muy buenas tardes. A muy distinguidos invitados.
A todos los Excmos.señores embajadores.
Señoras y señores:
Nos reunimos el día de hoy para celebrar el 65 aniversario de la proclamación de la República Popular China. En nombre de la Embajada China en México, doy la más cordial bienvenida a todos los invitados y, aprovechando la ocasión, quiero expresar mi sincero agradecimiento y alto respeto a los amigos que han seguido con especial atención y han apoyado tanto el progreso de China como el desarrollo de las relaciones entre China y México.
El Primero de octubre de 1949, se proclamó la República Popular China, abriendo un capítulo totalmente nuevo en la historia de esta nación con una civilización antigua.
A lo largo de los 65 años, gracias al firme liderazgo del Partido Comunista de China y al esfuerzo conjunto de los pueblos de todas etnias, el país asiático ha explorado y encontrado un camino de desarrollo que se adapta a su propia realidad. El proceso de reforma y apertura de China, iniciado en 1978, ha estimulado enormemente el desarrollo de la productividad. Como resultado, la economía china ha mantenido un desarrollo acelerado durante más de 30 años consecutivos para convertirse en la segunda economía mundial, creando un milagro en la historia del desarrollo de la humanidad. En 2013, China registró un crecimiento económico del 7.7% y su Producto Interno Bruto ascendió a los 9.4 billones de dólares. Mientras tanto, el volumen total de su comercio exterior sobrepasó por primera vez la barrera de los 4 billones de dólares, convirtiéndose en la mayor potencia comercial a nivel mundial. Por otro lado, China también ha logrado notables progresos en sectores sociales como la cultura, la educación y la salud. Los mil 300 millones de chinos gozan ahora de amplios beneficios nunca vistos antes.
Aunque en los últimos años, la economía china se ha ralentizado moderadamente debido al impacto de la crisis financiera internacional y a las medidas de ajuste estructural adoptadas en China por propia iniciativa, el país asiático sigue siendo la economía más dinámica en el mundo. En el primer semestre de este año, nuestra economía creció en un 7.4 por ciento y se espera que su PIB supere 10 billones de dólares este año.
En una sesión plenaria del Partido Comunista de China, celebrada en noviembre pasado, se aprobó la importante decisión sobre la profundización integral de la reforma. Con esta decisión el país se ubica en un nuevo punto de partida para emprender una nueva ronda de reforma y apertura. A través de una serie de reformas integrales y profundas, emanciparemos en mayor medida la fuerza productiva a fin de que el mercado juegue un papel decisivo en la asignación de recursos y en el desempeño económico. Asimismo, China aplicará reformas para modernizar su sistema y capacidad de gobernanza del estado y mejorar la eficiencia de las gestiones públicas. China reúne todas las condiciones para mantener un crecimiento económico relativamente alto a largo plazo. Se prevé que en los próximos años, China importará mercancías cuyo valor superará 10 billones de dólares e invertirá más de 500 mil millones de dólares en ultramar. El número de turistas chinos al exterior excederá 500 millones, quienes dejarán una derrama económica cercana a 600 mil millones de dólares.
Nuestra meta es duplicar el PIB para 2020 con respecto a 2010 y completar la construcción de una sociedad modestamente acomodada en todos los sentidos, y modernizar al país en todos los aspectos logrando de esta manera la gran revitalización de la nación china para mediados de este siglo cuando se celebre el centenario de la fundación de la República Popular China.
Señoras y señores:
Desde que asumí mi actual cargo un año atrás, he visitado 27 estados de este país, donde la hospitalidad de la gente, sus abundantes recursos naturales, su lindo paisaje, su larga historia y ricos legados culturales me han dejado impresiones profundas y agradables. He mantenido amplios contactos con amigos de diversos sectores sociales de México, con quienes he intercambiado a fondo criterios sobre diversos temas. Me ha conmovido todavía más su especial atención al desarrollo de los lazos binacionales, su firme confianza en el futuro de los mismos y sus grandes expectativas. Podemos decir que las relaciones sino-mexicanas se encuentran en el mejor momento de su historia. Quiero resumir con tres palabras que inician con la letra R las características de los vínculos bilaterales.
La primera, el relanzamiento de las relaciones binacionales. El año pasado los Presidentes Xi Jinping y Enrique Peña Nieto intercambiaron visitas y sostuvieron varios encuentros y las relaciones sino-mexicanas fueron elevadas al nivel de la Asociación Estratégica Integral, adquiriendo cada vez mayor importancia global y estratégica. Estas relaciones se han desarrollado a un ritmo acelerado con el consecuente fortalecimiento de los intercambios y la cooperación en todos los ámbitos. En lo que va del año, varias importantes delegaciones chinas han visitado México. Este fin de semana, el Ministro de Relaciones Exteriores de China Sr. Wang Yi visitará México al frente una delegación y presidirá, junto con su colega mexicano José Antonio Meade, la sexta reunión de la Comisión Binacional Permanente. Por otro lado, varios secretarios del Gobierno mexicano y gobernadores de estado han realizado sendas visitas a China. En poco más de un mes, el Presidente Enrique Peña Nieto viajará a Beijing para asistir a la reunión informal de líderes del APEC y realizar una visita de Estado. Las relaciones binacionales enfrentan oportunidades para alcanzar un gran desarrollo.
La segunda, la reciprocidad en la cooperación práctica. Tanto China como México aplican la estrategia de desarrollo basada en la apertura al exterior y están impulsando aceleradamente sus respectivas reformas. China es la mayor potencia comercial y se convertirá en el mayor mercado de consumo en el mundo. A su vez, México es la mayor potencia comercial de América Latina. Ambos países tienen un PIB acumulado de más de 10 billones de dólares y un mercado con casi mil 500 millones de consumidores. Por lo tanto, serán enormes las oportunidades de cooperación entre ambas partes. Hoy día, China es el segundo socio comercial de México en el mundo mientras el país es el segundo socio comercial de China en América Latina. Entre enero y julio de este año, el valor del comercio bilateral sumó los 24 mil 110 millones de dólares, un incremento del 11.4% en relación con el mismo periodo del año anterior. Ambas partes son fuertemente complementarias en áreas prioritarias como la energía, las telecomunicaciones y la construcción de infraestructura. Esta situación abrirá amplias perspectivas para aumentar inversiones mutuas, potenciar la cooperación bilateral y lograr beneficios compartidos.
La tercera, la responsabilidad compartida en el ámbito internacional. En el nuevo contexto mundial, China y México comparten más aspiraciones al desarrollo y asumen mayores responsabilidades compartidas. Nuestras dos naciones tienen el mismo deseo de fortalecer nuestra cooperación y la misma misión de defender nuestros intereses comunes y los de otros países en vías de desarrollo en cuanto a la promoción de la democratización de las relaciones internacionales y al enfrentamiento a los retos globales tales como la crisis financiera internacional, el cambio climático y el desarrollo sustentable.
México es un gran país y su pueblo, un gran pueblo. Este es el México que ya se atrevió a cambiar, que está cambiando y que cambiará por un porvenir muy prometedor. China concede mucha importancia a sus relaciones con México, considerándolo como un importante socio de cooperación a nivel regional y mundial. En la nueva era histórica, China trabajará de la mano con México para reforzar la Asociación Estratégica Integral entre ambos países.
Invitados y amigos todos:
El progreso de China y el desarrollo de las relaciones sino-mexicanas no pueden separarse de la atención y el apoyo de todos ustedes. Quiero aprovechar esta ocasión para reiterar mi gratitud y mi agradecimiento al Excelentísimo Sr. Presidente Enrique Peña Nieto por su fuerte apoyo y ayuda a mis labores, mi gratitud y mi agradecimiento a las autoridades de las distintas dependencias del Gobierno mexicano, a los legisladores del honorable Congreso de la Unión, a los gobernadores de los estados, a los amigos de los círculos político, económico, cultural, educativo y periodístico y a los ciudadanos de los diversos sectores sociales de este país lindo y querido. Espero sinceramente seguir contando con el apoyo de todos ustedes en el futuro para promover en conjunto un más rápido y mayor desarrollo de las relaciones sino-mexicanas, poniendo nuestros buenos deseos en acción.
Para finalizar, propongo un brindis:
¡Por la prosperidad de China y México y el bienestar de sus pueblos!
¡Por la paz y la prosperidad del mundo!
¡Por el progreso y el desarrollo de la humanidad! y
¡Por la salud y la felicidad en familia de todos los invitados!
Muchas gracias.