Editorial

El PRI administra la salida de Calderón

En la medida que se acerca el tiempo electoral de julio del 2012 la fuerza política del PRI aumenta notoriamente y ha llevado a sus dirigentes en la Cámara de Diputados y en el Senado, a administrar la salida de Felipe Calderón. No quiere el PRI que le entreguen la casa tirada.

Es por esa razón que, sin que sea abiertamente a regañadientes, pero si con mucho cuidado y con muchos candados, los diputados y senadores del PRI discuten y avalan muchos párrafos de las iniciativas de Ley Laboral, Ley de Seguridad Pública Nacional y otras que promueve el Lic. Felipe Calderón y su Gabinete.

A la Iniciativa de Ley Laboral que había mandado el Ejecutivo, el PRI de plano interpuso una Iniciativa Laboral elaborada en su totalidad por el PRI mismo, pero que se parece mucho a la que había originalmente enviado el propio Felipe Calderón; sin embargo, a la hora de la hora, el PRI reculó porque iba a dañar las elecciones en el Estado de México, que es un Estado industrial y donde votan millones de trabajadores que iban a ser afectados por esa Iniciativa de Ley Laboral y que, por tanto, podrían modificar el sentido de su voto el 3 de julio próximo.

Es por ello que bajo esa consideración, la diputación del PRI, que encabeza Francisco Rojas en San Lázaro decidió posponer la discusión de su propia iniciativa y por lo mismo diferir su votación y aprobación posible; este hecho disgustó profundamente al PAN, que denunció la jugada política de los priístas, a través de la diputada Josefina Vázquez Mota lideresa del sector panista en San Lázaro y Precandidata Presidencial, pero ya sin efecto alguno.

Por cuanto a la iniciativa calderonista de Ley de Seguridad Nacional, que otorgaría mayores libertades al Ejecutivo para disponer del Ejército contra movimientos sociales, políticos y laborales, además del crimen organizado, el PRI primero anunció que votaría a favor de la propuesta del Ejecutivo; pero al sopesar la reacción contraria de las fuerzas de izquierda, de los intelectuales y las universidades, el PRI mismo atemperó su posición al notar el extremismo de la ley que podría llevar a lo que después diversos sectores, incluso de ese partido, denominaron el establecimiento de un “Estado Policíaco-Militar”.

Así que, aunque el Presidente de la Cámara de Diputados, el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín haya anunciado, en principio, que el sector priísta de San Lázaro votaría a favor de la Iniciativa de Ley de Seguridad Nacional, por su parte el senador también priísta Francisco Labastida dió marcha atrás a esa intención y dijo que el Senado, por lo menos el sector del PRI en esa Cámara Alta, no aprobaría en sus términos esa Iniciativa de Ley de Seguridad Nacional porque abriría la posibilidad del establecimiento en el país de un “Estado Policíaco-Militar”, lo cual sería indeseable para la población.

La salida de Calderón, que será un largo proceso de 19 meses a partir de ahora, será difícil y pudiera ser doloroso y tormentoso, sobre todo políticamente; pero también podrían avecinarse momentos álgidos socialmente hablando y hasta laboralmente, por los problemas generados con sindicatos como el SME, el de Mexicana de Aviación, el de los mineros y otros.

La salida de Calderón será difícil y cada día más se agudizará el malestar que muestren diversos sectores como el que ahora va a encabezar el poeta Sicilia, con una marcha desde Cuernavaca al centro de la Capital de la República; al darse cuenta de eso, los dirigentes del PRI , tanto en el Senado de la República como en la Cámara de Diputados en el sector de los Gobernadores, y ahora con el partido mismo encabezado por Humberto Moreira, están tomando medidas legislativas y políticas, contemporizadoras con Calderón, para lograr, hasta donde sea posible una salida suave de Calderón, y que no deje la casa tirada y en mal estado.

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