El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró ante los banqueros: “seremos siempre respetuosos de las empresas y de los bancos del sector privado nacional y extranjero”
“Lo que no se permite es la corrupción y el influyentismo”, expresó el Presidente en la 84 Convención Bancaria
Mensaje del presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, en la 84 Convención Bancaria
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos.
Licenciado Luis Niño de Rivera Lajous, presidente de la Asociación de Bancos de México, ex presidente.
Licenciado Daniel Becker, presidente entrante de la Asociación de Bancos de México.
Amigas y amigos de esta 84 Convención Bancaria.
Por tres años consecutivos, en mi carácter de Presidente de México, asisto a este importante encuentro con ustedes, para compartir opiniones y puntos de vista sobre la economía y el desarrollo de nuestro país.
Ahora, de manera breve y simplificada, les comparto algunos datos para sostener, que aun con los tremendos efectos de la pandemia de COVID-19, hemos podido resistir sin tanto deterioro.
Y gracias, considero, a la estrategia que aplicamos, que nos está permitiendo la recuperación y el crecimiento.
Primero, expreso que hicimos a un lado la receta de siempre, de recurrir a contratar deuda para rescatar a corporaciones empresariales o financieras.
Tampoco aumentamos impuestos, ni subimos los precios de las gasolinas, el diésel, del gas o la energía eléctrica.
Lo que hicimos fue destinar más recursos de la base de la pirámide poblacional hacia arriba, de abajo hacia arriba; procurando mantener la capacidad de compra de los sectores mayoritarios, para evitar una crisis de consumo y de seguridad.
Afortunadamente el plan de otorgar rápido, sin burocratismo y a la palabra, 3 millones de créditos a personas, pequeñas empresas y talleres, y entregar por anticipado pensiones, becas y otras ayudas para el bienestar, se vio toda esta acción fortalecida con el gran apoyo que significó el aumento de las remesas, es decir, el envío de dinero de nuestros migrantes, que los consideramos héroes, heroínas vivientes, que como nunca enviaron apoyos a sus familiares. Cuando más los necesitábamos, más ayudaron.
Se alcanzó el año pasado la cifra récord de 40 mil 600 millones de dólares, a pesar de la pandemia hubo un crecimiento del 12 por ciento de las remesas.
No hay que olvidar que estos recursos llegan a 10 millones de familias que reciben promedio 350 dólares mensuales. Y este apoyo, estas remesas constituyen la principal fuente de financiamiento para consolidar el mercado interno y la economía popular.
Con la estrategia de rescatar primero a los de abajo, logramos también que nuestra economía no se cayera tanto, 8.5 por ciento.
Es de mal gusto decir que se cayó más la economía en otros países y mencionarlos, pero esto debe de tomarse en cuenta. Y logramos que no se cayera tanto la economía, repito, sin contratar deuda adicional.
Además, como aquí se ha dicho, tenemos un estimado de crecimiento o tiene la presidencia, falta que lo dé a conocer Hacienda, en el caso de la presidencia tenemos un estimado de crecimiento de cuando menos 5 por ciento.
Asimismo, de 1 millón, 100 mil empleos perdidos por la pandemia, me refiero a empleos formales, hemos recuperado 500 mil, y a mediados de año vamos a volver a contar con 20 millones 600 mil trabajadores inscritos en el Seguro Social.
Otros datos adicionales, desde que estamos en el gobierno no se ha depreciado nuestra moneda. Ya sabemos que se depreció hasta más de 25 pesos por dólar, pero ya, ha vuelto a preciarse y estamos prácticamente igual que cuando inició el gobierno.
El salario mínimo aumentó en este periodo 44 por ciento en términos reales, y –esto es importante– la inflación ha permanecido estable; se cayó el mito de que el aumento al salario provocaba inflación.
Ha crecido la Bolsa, vale más afortunadamente el precio del petróleo crudo, que llegó a costar cero durante la pandemia, o lo más grave, del periodo de la pandemia; y en dos años, que este es un buen indicador, las ventas de las tiendas de autoservicio han aumentado en 5 por ciento en promedio.
Amigas y amigos de la Convención Bancaria:
Termino –decía cuando dicté este escrito– con dos asuntos, pero voy a terminar con tres, por Luis.
Primero, quiero felicitar a la plataforma uLink de la empresa Uniteller, subsidiaria de Grupo Financiero Banorte, que fue –así se les conoce– la remesadora mejor evaluada durante 2020 por el programa Quién es Quién, en el envío de dinero.
Esta remesadora durante 29 semanas del año pagó más pesos por cada 350 dólares americanos enviados mediante depósito a cuenta, y durante 31 semanas fue la que más pagó por el servicio de depósito en efectivo; también fue la remesadora que tuvo la comisión más baja, tanto en el servicio de depósito a cuenta con el pago en efectivo, con un cobro de 0 dólares por envío.
Un aplauso.
Lo segundo que lo incluyo, por la solicitud de Luis. Coincido que debemos de facilitar los trámites para la creación de empresas y para el cumplimiento de las obligaciones fiscales de las empresas. No a la burocracia, y tener más confianza a los ciudadanos, a los contribuyentes.
Por eso me comprometo a que vamos a llevar a cabo una reforma profunda, radical, de simplificación en beneficio de las empresas, en especial de las pequeñas y medianas empresas.
¿Cuándo? Pronto, muy pronto.
Una vez que terminemos y ya estamos por cerrar ese capítulo. Una vez que terminemos por completo con las malas prácticas, como las facturas falsas, y los fraudes fiscales.
Pero afortunadamente hemos avanzado bastante. De modo que es probable que este mismo año presentemos, conjuntamente una propuesta, de simplificación a fondo para pequeñas y medianas empresas. Ese es el compromiso.
Y lo tercero, para concluir. Amigas, amigos del sector bancario y financiero, les aseguro que no cambiarán las reglas para que ustedes sigan operando sin trabas de ninguna índole en el mercado nacional.
Que nadie se confunda. Seremos siempre respetuosos de las empresas y de los bancos del sector privado nacional y extranjero.
Repito. Estamos a favor de que se hagan negocios en México, en el marco de la ley y con ganancias razonables. Lo que no se permite es la corrupción y el influyentismo.
Eso se acabó.
Vamos a transformar a México, como lo estamos haciendo. Vamos a la transformación de nuestro gran país. juntos, por el camino de la honestidad y de la concordia.
Muchas gracias.