Don Hugo Salinas Price y su esposa Doña Esther Pliego inauguran la Exposición “Historias de Oro y Plata”, Monedas de la Antigüedad, en el Museo Interactivo De Economía
VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LAS PALABRAS DEL LIC. HUGO SALINAS PRICE, PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN PRO-PLATA, A.C. DURANTE LA INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN “HISTORIAS DE ORO Y PLATA, MONEDAS DE LA ANTIGÜEDAD, COLECCIÓN DE HUGO SALINAS PRICE”, EN EL MUSEO INTERACTIVO DE ECONOMIA, –MIDE– EL 23 DE ENERO DE 2020.
Lic. Hugo Salinas Price. – Buenas noches distinguido público; quiero agradecer primeramente a la Directora de este Museo Interactivo de Economía, MIDE; la Licenciada Silvia Singer y a su valioso equipo de funcionarios, la oportunidad de mostrar mi pequeña colección de monedas antiguas de oro y plata al púbico mexicano.
Agradezco también al Maestro Sergio Vela, Director de Arte & Cultura del Grupo Salinas y a su apreciable equipo, por la esmerada organización de este evento en este estupendo escenario; agradezco la honorable presencia del Director de la Casa de Moneda, Don Jorge Andrés Raygoza y del Maestro Maximiliano Reyes Zúñiga, Sub Secretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe; aprecio muchísimo la honrosa presencia de mis amigos Embajadores, así como la asistencia de nuestros honorables Legisladores, muy distinguidas personalidades y amigos.
Mil gracias, y gracias también, para mi querida familia que me hace el favor de acompañarme en este evento que jamás imaginé pudiera darse; ¿Cómo empecé con esta colección? En primer lugar, quiero decirles que se pongan a gusto, porque, los griegos no toleraban a los farsantes y a las personas que se sentían importantes, eran personas muy difíciles de complacer y además, aparte de eso, les gustaba mucho reír; les encantaba la risa y eso, me parece que es un distintivo muy particular que no sé si otros se hayan fijado, como no leo mucho, no se si otros se hayan fijado en que la risa nace con Grecia; ¿por qué?, vamos a ver: los egipcios, no reían; los persas, pues, dudoso que rieran; los asirios, pues tampoco; los romanos, pues sí había algo de humor, tenían una gente muy estirada y muy seria en realidad.
La risa, nace con los griegos; ellos no toleraban al farsante, ellos eran muy críticos; quiero empezar por contarles un chiste, bueno, no es un chiste, sino una cosa curiosa que a mí me ha intrigado siempre; y pues, como aquí tenemos como anfitriona a Doña Silvia Singer, que es nuestra anfitriona, pues quiero hablar un poco de la palabra anfitrión que es una palabra griega.
Es una palabra griega y me voy a distraerme un poco; yo empecé a estudiar griego recién casado; en los años posteriores a 1955, empecé a estudiar griego porque sentí que mi educación no había sido satisfactoria, ya que pasé por tres universidades, sin recibir título alguno y empecé a trabajar a muy temprana edad; empecé a los 20 años a trabajar en Elektra; en el Segundo Aniversario de Elektra el 31 de octubre de 1952, me presentaron una caricatura de mí mismo; como el niño gerente, vestido de marinerito, porque a mi me gustaba remar, así empecé a trabajar, prácticamente un niño, con la ayuda de gente mayor.
Luego sucedió que tuvimos un ingeniero genial, porque fabricábamos radios; era una pequeña fabriquita de radios, no teníamos empleados, o sea, que los que están aquí son muchos más, el doble de los que teníamos nosotros de empleados; íbamos a quebrar en medio año o año y medio; pero este hombre me dijo: “Señor Salinas, ¿por qué no fabricamos televisores?”, y yo le dije, “No ingeniero, pero si apenas podemos producir radios, ¿cómo vamos a producir televisores? Eso es imposible; No –dice él– sí podemos; bueno le digo, pues haga una muestra”.
Entonces fue a Radio Azul, aquí en el centro, la calle creo que era de López, donde estaba un vendedor de partes electrónicas y compró partes electrónicas; y pasó creo que un mes, y me llamó al laboratorio que tenia y se veía la pantalla blanca, pues yo maravillado y dije ¡Guau!, ya tenemos barrido; ¡que cosa!, y cuándo vamos a tener imagen, pues espéreme tantito –dijo–, y pasaron otras dos o tres semanas y ahí teníamos el patrón de transmisión de canal 2; bueno, le dije, tenemos que hacer doscientos televisores y entonces, junté cinco mil dólares, a duras penas, porque no teníamos, estábamos bien quebrados; y le di los cinco mil dólares con la esperanza que regresaran, porque a lo mejor se me iba a Estados Unidos y no lo volvería yo a ver; pero pues me la jugué. No, el ingeniero era muy buena persona; regresó y al cabo de un mes o dos, empezaron a llegar las partes, armamos los aparatos y sin ninguna tecnología adicional de alguna compañía extranjera, produjimos los primeros televisores que hizo Elektra y de los primeros televisores que se hicieron en México y auténticamente hechos con tecnología nacional.
Así que, esos fueron mis primeros años; pero, como les estaba yo diciendo en 1952, pasando el 55, ya casado y en casa, me entró la idea de querer obtener un poco más de cultura; entonces busqué a un profesor de griego, y finalmente di con el señor ingeniero Kleoves Iconomópulos y este señor y su esposa Alpha, también con nombre griego, tuvieron un hijo que se llama Vito, otro nombre griego; pues ellos fundaron el Colegio Westminster que existe hasta la fecha y es un excelente colegio.
Y entonces, empecé a tomar clases, dos veces por semana con el Ingeniero Iconomópulos, y eso siguió, no me acuerdo cuanto, pero eso serían dos o tres años, en la calle de López, aquí no lejos, en la calle de López estaba su oficina; y ahí obtuve cierta eficiencia en poder leer el griego, llegue a poder traducir alguna página de Aristóteles, sí, llegue hasta ese grado, pero luego lo dejé y ya todo eso se me ha olvidado, ya no retengo ningún conocimiento del griego, mas que; Alpha, Beta, Gamma, Delta, Epsilon, Zeta; etc., el abecedario y sí puedo leer el griego, pero sin gran cosa de comprensión, prefiero la traducción; bueno, pero hablando de traducciones, vuelvo a la cuestión de nuestra anfitriona.
¿De dónde viene la palabra anfitrión?, es un cuento muy interesante; resulta que había un General griego, que se llamaba Anfitrión, un General, y tenía una esposa bellísima, de insuperable belleza que se llamaba Alcmena y el General tuvo que ir a la guerra y abandonó la casa; entonces, el pícaro Zeus, el Dios de los dioses, el jefe de los dioses, siempre tuvo ojo para la belleza, pues se le antojó visitar a la señora Alcmena y eso hizo, y llegó disfrazado como Anfitrión y se coló a la casa, y pues, Alcmena lo recibió con mucho gusto y sucedió lo que tenía que suceder; se fue el Anfitrión falso, el Zeus, se regresó a su aposento al Monte Olimpo y al ratito, llega el verdadero Anfitrión y pues resulta un poco raro, porque primero se va y luego ahí está otra vez de nuevo, pero pues, Alcmena no dijo nada, pero al cabo de nueve meses, nace Heracles; le ponen Heracles que quiere decir “Gloria de Héra” para apaciguar a la Diosa Héra, la esposa de Zeus, que no estaba nada contenta con el nacimiento de este hijo de su esposo, hijo de una infidelidad; pero Heracles, o Hércules, logra destruir una víbora que le manda Héra y otras peripecias; el caso es que sobrevive; finalmente, es aceptado Hércules entre la familia de los dioses; pero de ahí viene la palabra “anfitrión”; o sea, que el anfitrión era “cornudo”, su hijo Hércules no era su hijo; así es que, yo no sé por qué usamos la palabra anfitrión para denotar a quien preside una fiesta; yo creo que ya se olvidó esa antigua relación y ese antiguó origen de la palabra (risas). No, todo esto lo menciono sin el menor deseo de ofender a la Licenciada Singer, desde luego (risas), perdónenme.
Pasando a la Colección; que pueden ustedes ver, no los voy a demorar mucho tiempo, pero me gustaría mencionar una que otra moneda; que desgraciadamente no tengo mi manual para poderlas identificarlas ahí arriba y decirles cuál es, pero hay cuatro monedas que me gustaría mencionarles y que les tengo especial interés.
Una moneda es, la moneda que se acuñó en Atenas, en el periodo de 480 a 431 antes de nuestra era; en 480 antes de Cristo, los griegos de Atenas y sus aliados habían derrotado por segunda vez a las fuerzas invasoras de los Persas, primero del Rey Darío, que sus fuerzas fueron derrotadas en los llanos de Maratón, en el 490; pero la guerra no terminó, cuando los atenienses, y creo que entre ellos estuvo Sócrates de joven, obligaron a los soldados Persas a retirarse al mar donde se ahogaron y ahí terminó la invasión, la primera invasión
Pero la guerra siguió con Jerjes, que llegó con un inmenso ejército, cruzando por el Bósforo, los bárbamelos y bajando por Grecia; y tomó la ciudad de Atenas, pero, ya había evacuado la ciudad el gran Temístocles, un hombre de una sagacidad increíble; Temístocles evacua a todos los atenienses a la isla de Salamis (Salamina) y como todos ustedes quizá sepan, fue ahí donde atrapó a la flota Persa que llegó con tal número que se metieron en el estrecho, mar estrecho que hay entre Salamis y tierra firme y él los agarró de un costado con los barcos, que había mandado construir; porque, los atenienses tuvieron una mina de plata en ese tiempo y quisieron los ciudadanos de Atenas, que eran una minoría, ellos quisieron dividirse la plata; a cada uno, una parte y Temístocles fue el que les dijo, ¡no¡, no repartamos esa plata, usemos la plata para construir naves, porque las vamos a necesitar a futuro nuestras naves para defendernos; y así fue, y así se comprobó su sagacidad con la victoria de Salamis, más o menos en el 480 antes de Cristo.
Después viene la era de la gran gloria de Atenas, y de esa moneda que yo me estoy refiriendo; tiene la efigie de Atena, la diosa protectora de Atenas y también aparece junto a ella, una pequeña lunita creciente, que recuerda que en la batalla de Maratón hubo una luna creciente, así que se le recuerda a esa batalla en la moneda.
Atena era una diosa virgen y Pericles, en esa época, después de estas dos guerras, Pericles manda construir la Acrópolis de Atenas y el Partenón; el Partenón fue obra de Pericles; Partenón quiere decir “Lugar de la Virgen”; quiero comentar que parece que la naturaleza humana tiene necesidad de venerar a una virgen y nosotros también tenemos a una virgen; la Virgen de Guadalupe, y es que podría decirse que el santuario de la Virgen de Guadalupe es nuestro Partenón, porque es el templo de la virgen, en griego.
Ahora bien, vamos a pasar a otra época; tenemos una moneda muy antigua que muestra un tripié; y esa es de la ciudad de Crotona, en el sur de Sicilia; ahí en Crotona vivió Pitágoras, y formó un círculo de seguidores de sus doctrinas, juramentados al secreto de tal manera que nunca se supo qué se decía, formó una colonia ahí cerca y a los de Crotona les dio celos, porque, “!pues qué se traían este grupo tan secreto, presumido con sus conocimientos, que no nos dicen en qué consisten!”, de ahí vino la envidia y fue destruido ese grupo y Pitágoras logró salir ileso; pero esa es una moneda interesante.
Luego tenemos, la moneda de Alejandro Magno; Alejandro Magno nace en el año 556 antes de Cristo y muere 33 años más tarde; a los diez años, su padre compra por una cantidad de oro enorme, porque el Imperio de Felipe II de Macedonia, en su imperio, tenían una mina de oro muy productiva, y entonces tenía oro el Rey Felipe II y compró carísimo un caballazo en Tesalia, el centro de Grecia, donde estaban los mejores caballos de Grecia; los griegos siempre tuvieron una admiración exagerada a los caballos, y entonces, llegó éste animal y cuando hizo una exhibición el Rey, como ustedes lo saben, nadie lo pudo montar, porque no se dejaba este animal, un caballazo; vino Alejandro y le dice a su papa que él quiere montarlo y le dice su papa: “bueno, pues inténtalo”; pensando él que lo iba a aventar inmediatamente; pues para su sorpresa sale Alejandro sobre el caballo desbocado y regresa con el caballo; y Felipe II le dice: “Hijo mío, búscate un reino más grande, porque Macedonia no es suficientemente grande para ti”; ¡que momento¡
Fue Alejandro Magno uno de los hombres más enérgicos que registra la historia; tuvo por maestro a Aristóteles y quizá eso ayudó a su carácter que fue, feroz contra sus enemigos, pero piadoso con los vencidos; a la madre del Rey cuando inició, hizo la guerra contra los Persas, le llevó, todos pensaban que era una locura, pues les fue ganando; el Rey Persa cobardemente huye y sigue huyendo y sigue huyendo y Alejandro lo sigue buscando pero no para matarlo sino para conciliarlo y decir que ejerza, que siga siendo rey, pero sujeto a él; pero para cuando lo encuentra ya está muerto el Rey Darío, creo que fue Darío III; va con la madre de Darío III y le dice: “!Madre!” y ella, lo acepta como su hijo; lo quería ella mucho, porque siempre fue piadoso y ayudó a la madre del rey y a las que fueron esposas del rey; así que fue un hombre magnánimo. Él muere después de trece años de la actividad incesante.
Ahora quizá les mencione, otra moneda que para no extenderme mucho, una moneda romana; que acuñó Julio César; ahora, yo pienso que, Julio César tenía bastante sentido del humor; hay un dato acerca de Julio César, que noté en su historia de la Guerra de las Galias; que habla con unos sacerdotes, allá en el corazón de lo que hoy es Francia y, en qué idioma se comunica con ellos: en griego; qué andaba haciendo el griego como idioma entre los sacerdotes de los Celtas, eso nos lleva a otro tema muy discutido, ¿Dónde estuvo el origen de la Guerra de Troya? muy discutido el tema, sino esta muy discutido el tema, si hay quien lo discute; en fin.
Julio César acuña una moneda porque su primera ocupación oficial, pública, fue ser sumo sacerdote encargado de la Ceca, de la acuñación de moneda; me abstengo de hacer algún comentario respecto a la conveniencia de que tuviéramos un sumo sacerdote encargado del Banco de México, pero, no entraré en ese tema (risas).
Entonces, una de las monedas que acuña César, tiene un elefante; por qué un elefante, yo creo que es el sentido del humor de César; puso un elefante porque si dices “Caesar”, en el idioma de los Cartagineses que tenían elefantes, pues “Caesar” quiere decir elefante, y por eso, puso un elefante en la moneda, es su broma, para poner su nombre en la moneda de Roma.
Creo que ahí puedo dejar la cosa; siempre se me queda algún otro comentario que después me voy a lamentar no haberlo hecho, pero, ya no los quiero detener más tiempo, así es que, les agradezco a todos su atención y espero que no los haya aburrido con mi plática. Gracias a todos.