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De Estocolmo a Río y de Paris a Glasgow

COP26: La esperada Cumbre del Clima

Por el Dr. Héctor San Román A.

Analista Sociopolítico

Hay tanto de que hablar sobre el cambio climático, la protección del Medio Ambiente, los océanos, los ríos, las selvas y los bosques de la deforestación; el agua para consumo humano, el desarrollo y todo aquello que le es útil a la humanidad para su existencia. 

He dedicado décadas de mi vida a recorrer el mundo para participar en Cumbres mundiales, Conferencias Internacionales, reuniones de grupos de expertos representando al grupo trabajador para dar mi opinión sobre las condiciones sobre el medio ambiente en el trabajo y el medio ambiente en general, los procesos industriales peligrosos para la salud, (gases, humos, vapores, polvos, agua contaminada, desechos industriales peligrosos, productos químicos, desastres industriales mayores, etc), por lo tanto como testigo presencial, me permite comprender fenómenos que van desde las desigualdades hasta la globalización, pasando por el ascenso del populismo y hacer un diagnóstico sobre un mundo donde el calentamiento de la tierra lo trastoca todo y nos agobia.

 El plan mundial contra la deforestación no está inspirado en la ocurrencia reciente de algún mandatario, forma parte de los objetivos que pretenden desde las tres ultimas décadas del siglo XX corregir deficiencias importantes en las políticas, métodos y mecanismos que se utilizan para apoyar y desarrollar las múltiples funciones ecológicas, económicas, sociales y culturales de los árboles, los bosques y las tierras forestales.

Será menester recordar reiteradamente los trascendentales esfuerzos iniciales orientados y reconocer a las decenas de miles de personas preocupadas por los distintos problemas ecológicos, cuyo denominador común ha sido desentrañar la compleja relación existente entre el medio ambiente, la pobreza y el desarrollo.

Para que los pueblos puedan desempeñar una función consecuente en el proceso tutelar, no requiere de engaños o fantasías, requiere estudio e información precisa para fundamentar una participación responsable intentando revertir el infierno del calentamiento de la tierra.

En el curso de los dos decenios previos a la Cumbre de la Tierra comenzó a tomarse conciencia de que no pueden existir ni una economía ni una sociedad prósperas en un mundo aquejado por tanta pobreza y tan aguda degradación del entorno. Si bien no cabe detener el desarrollo económico, es urgente encauzarlo de modo que agreda menos al medio ambiente. En el decenio de los noventas el desafío consistió en generar acciones surgidas de esa conciencia y lograr la transición a esquemas de vida y desarrollo sostenibles.

La presentación del Programa 21 constituyó en ese tiempo un manual de referencia para la determinación de políticas empresariales y gubernamentales, así como para la adopción de decisiones personales con las que nos adentramos en el siglo XXI. Este documento fue suscrito en la Cumbre de la Tierra, la más vasta reunión de dirigentes mundiales que se celebró en 1992, en Río de Janeiro Brasil

Los cimientos de las preocupaciones actuales por las emisiones de gases efecto invernadero y el calentamiento de la atmósfera mundial se sentaron en 1972, durante la primera reunión mundial sobre medio ambiente, la Conferencia sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo con la participación de 113 naciones. 

La Organización de las Naciones Unidas creó en 1983, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Esta comisión pronto llegó a conocerse como la Comisión Brundtland en honor a su presidenta Dra. Gro Harlem Brundtland, “cuatro años más tarde” en 1987, se presentó el histórico informe “Nuestro Futuro Común” (informe Brundtland). advirtiendo que la humanidad debía cambiar su forma consumista de vida y de interacción comercial si no deseaba el advenimiento de una era con inaceptables niveles de sufrimiento humano y degradación ecológica.

Las preocupaciones expresadas por la comisión mundial sobre el medio ambiente y el desarrollo en su informe Nuestro futuro común (conocido como el informe Brundtland), sostiene categóricamente que la pobreza es causa y efectos principales de los problemas mundiales del medio ambiente; se señala que en un mundo donde la pobreza es endémica estará siempre propenso a ser víctima de la catástrofe ecológica o de otro tipo.

El informe Brundtland señaló que era erróneo concebir el medio ambiente y el desarrollo como objetivos distintos y opuestos, como se hacía en el pasado, y abogó por una concepción integrada de los proyectos y políticas de desarrollo que, si era beneficiosa para el medio ambiente, llevaría a un desarrollo duradero en los países tanto desarrollados como en desarrollo. El informe subrayó la necesidad de atribuir una elevada prioridad a las políticas preventivas sin descuidar la solución de los problemas ambientales inmediatos.

El informe Brundtland señaló que para conseguir un desarrollo duradero eran necesarios:

— un sistema político que asegure a sus ciudadanos una participación efectiva en la toma de decisiones;

— un sistema económico capaz de crear excedentes y conocimientos técnicos sobre una base autónoma y constante;

— un sistema social que evite las tensiones provocadas por un desarrollo desequilibrado;

— un sistema de producción que cumpla con el imperativo de preservar la base ecológica del desarrollo;

— un sistema tecnológico capaz de investigar constantemente nuevas soluciones;

— un sistema internacional que promueva modelos duraderos de comercio y finanzas; y

— un sistema administrativo flexible y capaz de corregirse de manera autónoma. <<Treinta cuatro años han transcurrido y siguen vigentes>>.

El desarrollo duradero es el que <<satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades>>.

La Comisión Brundtland expresó que la economía global debía satisfacer las necesidades y deseos legítimos de sus pueblos, pero que el crecimiento debía mantenerse dentro de los límites ecológicos del planeta. La Comisión hizo un llamamiento a “una nueva era de desarrollo económico con un sólido fundamento medioambiental”, afirmando que “la humanidad tiene la capacidad de lograr que el desarrollo sea sostenible y duradero asegurando la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, haciendo que el medio ambiente figure entre las primeras preocupaciones políticas en muchos países y foros internacionales. 

Protocolo de Montreal un Acuerdo Ambiental para proteger la capa de ozono se adopta en 1987 eliminando las sustancias que destruyen la capa de ozono, ejem. Eliminación con éxito los CFC utilizados en refrigeración y aerosoles.

 En 1990 el concepto mismo del medio ambiente había evolucionado de manera considerable en los últimos decenios “de esa época” y había pasado de un estrecho enfoque centrado en la contaminación a cubrir la gestión de los recursos ambientales necesarios para el desarrollo; suponía ahora un planteamiento integrado que incluía medio ambiente y desarrollo.

En marzo de 1990 en la Ciudad de Bruselas Bélgica nos reunimos un grupo de sindicalistas convocados por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, (CIOSL) bajo un principio fundamental: “el medio ambiente general es una extensión del medio ambiente de trabajo, no algo separado de él”. Así nos incorporamos al extenso debate que tenía lugar en esos tiempos en todo el mundo respecto al futuro del planeta y de su medio ambiente, frecuentemente las perspectivas de desarrollo eran consideradas como algo directamente en conflicto con el delicado equilibrio ambiental del planeta.

En junio de 1990 la Conferencia Internacional del Trabajo en su 77a reunión la Memoria presentada por el director general Sr. Michel Hansenne fue: El Medio Ambiente Y El Mundo Del Trabajo. Informe que despertó un mayor interés por el tema en quienes como Delegados a la Conferencia tuvimos una conciencia más clara de las cuestiones medioambientales, en especial respecto a las posibles repercusiones de las políticas y problemas ambientales sobre el ámbito social y laboral, mostrando diferentes aspectos y políticas ambientales considerados hasta ese entonces en diversos foros nacionales, regionales e internacionales y que podían merecer la atención de los diversos componentes de la estructura tripartita de la OIT.

Ese cambio de perspectiva se debió en gran parte a los esfuerzos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y al trabajo de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD)

Cumbre de Río: La Conferencia sobre el medio ambiente y el desarrollo de las Naciones Unidas nos reunió en Río de Janeiro en junio de 1992 para discutir la manera de abordar dos de los problemas más urgentes y difíciles del mundo: sus crecientes dificultades en cuestiones del medio ambiente, y el desarrollo y la seguridad económica de sus ciudadanos. Estos problemas se conocen colectivamente como desarrollo sostenido. Dos componentes claves que contribuyen al desarrollo sostenido.

Los fundamentos del proceso de Río se establecieron en 1972 cuando 113 naciones se reunieron con motivo de la Conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano, la primera reunión global sobre el medio ambiente.     

Cumbre para la Tierra: Programa para el cambio.

Lucha contra la deforestación.

Los bosques son fuentes de abastecimiento de maderas, carbón de leña y otros bienes. Desempeñan, asimismo, una importante función en la conservación del suelo y de las fuentes de agua, la preservación de la atmósfera y de la diversidad biológica animal y vegetal. —“Hacer frente a la deforestación es un componente esencial para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C. Será buena noticia que la COP26 logre el compromiso político para dar fin a la deforestación”— 

Existe la urgente necesidad de proteger y plantar bosques, tanto en los países desarrollados como en desarrollo, para preservar y restablecer el equilibrio ecológico y satisfacer las necesidades de la población. Los gobiernos nacionales deberán colaborar con las empresas, organizaciones sindicales, organizaciones no gubernamentales, científicos y técnicos, grupos comunitarios locales, pueblos indígenas, autoridades locales, y público en general, en la formulación de políticas a largo plazo para la preservación y el ordenamiento de los bosques en toda zona forestal y las áreas adyacentes a los cursos de agua.

Los gobiernos, en asociación con las empresas, organizaciones no gubernamentales y otros grupos deberán: 

>plantar más árboles para aminorar la presión que se ejerce sobre los bosques primarios y antiguos, e intercalar cultivos productivos entre los árboles para incrementar aún más el valor de los bosques sujetos a ordenación.

>Fomentar el cultivo de especies de árboles con mayor rendimiento y resistencia a las presiones ambientales;

El programa 21 es un programa dinámico. Describe las bases para la acción, los objetivos, las actividades y los medios de ejecución. Y entre esos objetivos señalemos como ejemplo: lucha contra la deforestación. Bases para la acción: objetivo 11.1 hay deficiencias importantes en las políticas, métodos y mecanismos que se utilizan para apoyar y desarrollar las múltiples funciones ecológicas, económicas, sociales y culturales de los árboles, los bosques y las tierras forestales. Objetivo 11.2 Los objetivos de esta área de programa son: 

– Reforzar las instituciones nacionales que se ocupan de cuestiones forestales; ampliar el alcance y la eficacia de las activas relacionadas con la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques y asegurar eficazmente el aprovechamiento y la producción sostenible de los bienes y servicios forestales, tanto en los países desarrollados como los países en desarrollo; para el año 2000, reforzar la capacidad y competencia de las instituciones nacionales de manera que puedan adquirir los conocimientos necesarios para proteger y conservar los bosques, así como ampliar su esfera de acción y, en consecuencia, aumentar la eficacia de los programas y las actividades relacionadas con la ordenación y el desarrollo de los bosques; fuertes aliados contra el calentamiento del planeta son los árboles. 

Bases para la acción: Los bosques de todo el mundo han estado y están amenazados por la degradación incontrolada y la conversión a otros usos de la tierra a raíz del aumento de las necesidades humanas. La expansión agrícola, la mala ordenación que es nociva para el medio ambiente, y que incluye, por ejemplo, la falta de medidas adecuadas para combatir los incendios forestales y la explotación ilegal, la explotación comercial insostenible de los bosques, el pastoreo excesivo y el ramoneo (talar) no reglamentado, los efectos nocivos de los contaminantes transportados por el aire, los incentivos económicos y otras medidas adoptadas por otros sectores de la economía. Las repercusiones de la pérdida y la degradación de los bosques son la erosión del suelo, la pérdida de diversidad biológica, los daños al hábitat de la fauna y la flora silvestres y la degradación de las cuencas, el empeoramiento de la calidad de vida y la reducción de las opciones de desarrollo.

Existe la urgente necesidad de proteger y plantar bosques, tanto en los países desarrollados como en desarrollo, para preservar y restablecer el equilibrio ecológico y satisfacer las necesidades de la población. Los gobiernos nacionales deberán colaborar con las empresas, las organizaciones no gubernamentales, los científicos y técnicos, los grupos comunitarios locales, los pueblos indígenas, las autoridades locales, y el público en general, en la formulación de políticas a largo plazo para la preservación y el ordenamiento de los bosques en toda zona forestal y las áreas adyacentes a los cursos de agua.

Los gobiernos, en asociación con las empresas, las organizaciones no gubernamentales y otros grupos deberán: 

>plantar más árboles para aminorar la presión que se ejerce sobre los bosques primarios y antiguos, e intercalar cultivos productivos entre los árboles para incrementar aún más el valor de los bosques sujetos a ordenación.

>Fomentar el cultivo de especies de árboles con mayor rendimiento y resistencia a las presiones ambientales…, “Hoy existen motivos para el escepticismo sobre el pacto, anunciado en la cumbre climática de Glasgow, para poner fin a la deforestación antes de que termine la tercera década del siglo XXI”.

Presencia sindicalista 

15o Congreso de la CIOSL marzo de 1992 en Caracas Venezuela 

En base a la experiencia de la participación sindical en la Cumbre de la Tierra celebrada el Río en 1992, el movimiento sindical había comenzado a traducir sus pensamientos a pasos concretos de acción para la realización del desarrollo sostenido.

La convención marco de Naciones Unidas se adoptó en 1992 y establecía que los gases de efecto invernadero que emite el ser humano en su actividad cotidiana contribuyen al cambio climático. La convención, además, fijó que los países firmantes deben reducir esos gases. Para desarrollar ese tratado se celebran las COP, en las que participan los delegados y ministros de los casi 200 países del mundo. La primera COP se desarrolló en Berlín en 1995 y la COP-26 (2021) se celebra en Glasgow, la pandemia obligó a aplazarse un año.

¿Qué es una COP? Las siglas COP en inglés se refieren a la Conferencia de las Partes. Es decir, a la reunión —normalmente anual— de los casi 200 países que forman parte de la Convención marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

En septiembre de 1993 nos reunimos en Reino Unido para formar parte de la Conferencia en Manchester, el medio ambiente y los sindicatos en una encrucijada; un paso importante de ese proceso donde se esbozaron los retos positivos para los sindicatos que estuvieron representados en las decisiones tomadas en Ginebra, Rio y Caracas.

La convención marco de Naciones Unidas adoptada en 1992 sirvió para que se adoptara en 1997 el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático y entró en vigor en 2005; la COP18 ratificó su segundo periodo de vigencia de 2013 a 2020.

Septiembre de 2002: Cumbre de Johannesburgo Sudáfrica; objetivo de la Cumbre fue renovar el compromiso político con el desarrollo sostenible, acudí como miembro del grupo de expertos en seguridad, salud y medio ambiente del trabajo del TUAC órgano asesor sindical de la OCDE. No fue una conferencia sobre la pobreza sino una conferencia sobre la clase de desarrollo que deberían procurar alcanzar tanto las naciones en desarrollo como las desarrolladas. Sin embargo, la pobreza, el consumo excesivo y las formas de vida insostenibles fueron las grandes preocupaciones de la Cumbre de Johannesburgo. Por lo tanto, el desarrollo sostenible debía procurar abordar esas preocupaciones mediante medidas que promovieran el crecimiento económico y el desarrollo social y, además, la protección del medio ambiente.

La Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible fue avalada por cien Jefes de Estado.

Se puso de manifiesto: la profunda brecha que divide a la sociedad entre pobreza y riqueza, el abismo entre países desarrollados y en desarrollo representa una amenaza global para la paz y el desarrollo.

 >Se denunció que: el aire, agua, mares, ríos, bosques, selvas medio ambiente se deterioraban a pasos agigantados. Pérdida de biodiversidad y desertificación hacían evidentes los efectos negativos del cambio climático.

>Se fijaron metas precisas para acuerdos ya existentes como la reducción de personas que carecen de agua para consumo humano para el 2015; la reducción de productos químicos que dañan la salud.

>Se logró un Acuerdo para que la OMC no viole los tratados ambientales.

>Sin embargo no se acordaron prohibiciones específicas para los países que más daño causan al cambio climático como EE. UU, China, Rusia.

En 2015, en la Cumbre del Clima se adopta el Acuerdo de Paris, que obliga a todos los países se sumen al pacto a acometer recortes de sus emisiones de gases.

2021- COP26: La esperada Cumbre del Clima de Glasgow

La ciudad escocesa de Glasgow acogió del 31 de octubre al 12 de noviembre la esperada COP26, la Cumbre Internacional sobre el Cambio Climático. Una cita organizada bajo el paraguas de Naciones Unidas y cuyo objetivo es encarrilar la lucha contra el calentamiento global.

Un mayor el interés, el registro para esta Cumbre fue de 39.000 personas, con el fin de llegar a acuerdos para reducir las emisiones que calientan el planeta. Uno de los problemas de las jornadas ha sido que el aforo del escenario principal de la Cumbre “La zona azul” es limitado a 10.000 personas por las restricciones de la COVID-19.

“El secretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió a los líderes mundiales presentes en la ceremonia de apertura de la Cumbre de Glasgow de que la humanidad esta “cavando” su propia tumba debido al creciente ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero en el que está inmerso el ser humano desde la Revolución Industrial. “Basta de tratar a la naturaleza como una “letrina”, ha reprochado. “Basta de quemar, perforar y minar nuestro camino” , ha añadido en referencia a los combustibles fósiles, principales responsables de esas emisiones y el alimento de la economía mundial desde esa Revolución Industrial”.

No hay duda son tiempos de definiciones para hacer frente a las amenazas que trae consigo el cambio climático, tiempos de acciones y compromisos para alejarse de las supuestas buenas intenciones y de los pronunciamientos vacíos.

Son muchas las incongruencias de las políticas publicas en los compromisos para eliminar el uso de combustibles fósiles, detener la deforestación y cumplir con los tiempos para disminuir emisiones de gases de efecto invernadero; el debate mundial sobre la necesidad de energía y el cambio climático revela una verdad fundamental: todos quieren salvar el planeta, pero nadie desea una factura energética que afecte la economía de su país.

Incongruencia e ironía pedir más producción de petróleo y gas a la par que se promete mayor compromiso para limitar el calentamiento del planeta —ello es para sorprendernos—. La energía hasta hoy utilizada representa una prioridad absoluta para cualquier gobierno del mundo es la savia que da vigor a nuestras sociedades actuales, ¿qué irónico, verdad?

La naturaleza multifacética de la política energética se puede esquematizar en un triángulo cuyos vértices son la seguridad, la competitividad y la sostenibilidad. Virtualmente todos los sectores sociales imaginables están directa o indirectamente involucrados en este proceso.

Más países que nunca se están comprometiendo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, alejarse del carbón, eliminar la deforestación y apoyar económicamente para ayudar a que los países pobres se adapten. Pero los grupos ambientalistas y las naciones pobres son escépticas. Ya han vivido esas promesas en el pasado.

Frenar las emisiones de gases efecto invernadero, Para ello, tendrían que cerrar las plantas de energía que funcionan con carbón, eliminar gradualmente los vehículos que funcionan con motores de combustión interna que emiten carbono promoviendo el uso de tecnologías de energía limpia. Lograr el objetivo de 1,5° Celsius del acuerdo de París ¿un sueño? décadas de promesas que hasta el momento no se han cumplido.

La COP26 ha logrado un importante compromiso para desarrollar un plan de tecnología limpia y energética que pretende eliminar de forma gradual el uso del carbón, como parte de sus esfuerzos para minimizar los aumentos de temperatura de conformidad con el Acuerdo de París. 

La cumbre de Glasgow que finalizó el viernes 12, avanza en medio de críticas y promesas ambiciosas y la forma en que se resuelvan estas disputas podría determinar el éxito de las conversaciones de Glasgow.

Solo con cambios rápidos y contundentes se va a conseguir ralentizar el cambio climático que ya vivimos. Para ello, las emisiones netas de CO2 de origen humano a nivel global, tienen que reducirse un 45% para 2030 con respecto a los valores de 2010 y conseguir que sean cero en 2100. Todos estos retos a los que nos enfrentamos a nivel global se están debatiendo para llegar a acuerdos en la COP26 y se agota el tiempo. Esta vez, no valen las medias tintas, ni los compromisos dudosos.       

Son muchos los países que todavía están lejos de acercarse a lo que se comprometieron a hacer hace 6 años en París. Está vez, la acción tiene que ser mucho más contundente y arrancar de manera inmediata.

Al concluir la COP26 en Glasgow, llegará la hora de la verdad cuando cada país empiece a implementar esa política en casa para doblar la curva de emisiones. Bolsonaro, Xi Jiping, Putin y López Obrador ausentes de la cumbre del clima COP26 en Glasgow. El protocolo en la Sede de Naciones Unidas en Nueva York no es usual, las críticas a lo que hace o deja de hacer un mandatario, pero en las salas y restaurantes habrá comentarios sobre incongruencia, ineptitud y corrupción, lo damos por hecho.

“La humanidad depende de las decisiones que se tomen en Glasgow” es quizá “la última y mejor esperanza” para salvar el planeta.

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