Política

Candidatos independientes Vs. Partidos Políticos

CONFERENCIA DEL LIC. MAURO JIMENEZ LAZCANO, DIRECTOR GENERAL DE LA REVISTA MACROECONOMIA, ANTE LA ACADEMIA MEXICANA DE CIENCIAS POLITICAS.- CIUDAD DE MEXICO, 2 DE MARZO DE 2016.

 

Respetable Señor Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias Políticas, Maestro Arend Olvera Escobedo;

Respetable Secretario Adjunto a la Presidencia, Lic. Alfonso Corona Estrada

Honorables Integrantes del Presídium;

Honorables Miembros de esta Academia Mexicana de Ciencias Políticas

Estimados invitados

Es para mí un honor aceptar la amable invitación que me ha hecho el Maestro Arend Olvera Escobedo para presentar ante ustedes algunas ideas sobre el proceso electoral que se avecina para 2018, con motivo de las elecciones presidenciales.

Reconozco que es un atrevimiento de mi parte porque sé que la mayoría de ustedes conocen el tema mucho mejor que yo y están más informados tanto por lo que se ve en los medios de difusión como por las relaciones amistosas y políticas que ustedes tienen; por lo mismo, les rogaría, pidiendo para ello permiso al señor Presidente de la Academia y de la Asamblea, que me puedan interrumpir en cualquier momento para aclaraciones o acotaciones, de tal manera que esta exposición que pretendo ahora se transforme en un “diálogo Socrático” o como se dice ahora modernamente, en una sesión interactiva.

El tema que se me plantea es la participación de Candidatos Independientes a la Presidencia de la República, como ya lo permite la Constitución Mexicana, según reforma reciente; participación que ocurrirá por primera vez en la época contemporánea, toda vez que, y habrá que investigarlo, en el siglo XIX, hacia mediados y finales, así como en las primeras décadas del siglo XX, se presentaron candidatos sin partido, o de oposición; baste recordar a Ezequiel Padilla, contra Miguel Alemán y al General Enríquez Guzmán, contra Ruíz Cortines; desde entonces, es decir de los años 1950, a la fecha, no se han presentado Candidaturas Independientes; últimamente, ya con la existencia del IFE (Instituto Federal Electoral), lo intentaron Víctor González Torres (Dr. Simi), que obtuvo un millón de votos en las elecciones del 2006, y Jorge G. Castañeda, cuyo registro no fue admitido por el IFE.

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En el año de 2006, la ley no permitía la inscripción de “Candidato Independiente” sino solamente “Candidatos sin Registro”; en este último carácter concursó el señor Víctor González Torres, mientras que Jorge G. Castañeda se amparó ante el Tribunal Federal Electoral, sin éxito y después acudió a la Corte Interamericana, que admitió su derecho tiempo después.

Atendiendo a la presión de la opinión pública, el Congreso de la Unión admitió en la reciente Reforma Política (Estructural), la figura de Candidato Independiente a la Presidencia de la República, pero cubriendo los requisitos necesarios de nacionalidad, edad, buena conducta, etcétera; pero también imponiendo la presentación de una enorme cantidad de firmas de ciudadanos, equivalente al uno por ciento del padrón electoral vigente, que actualmente serían alrededor de 700 mil votos.

Como se ve, cualquiera que aspire a una Candidatura Independiente, no la tendrá fácil y se verá en la necesidad de contar con una estructura humana y administrativa razonable y se verá en la necesidad de incurrir en importantes gastos pecuniarios.

La materialización de las candidaturas presidenciales independientes (y en general, de los otros niveles: de gobernador, de presidentes municipales, de diputados, de senadores y de asambleístas o diputados locales), para establecerse constitucionalmente y a nivel nacional, provino de una larga y continua reluctancia a los partidos políticos nacionales de todos colores y sabores: de derecha, del centro, de izquierda de arriba y de abajo; el público, en general dejó de creer en los partidos y también en los políticos, al surgimiento de la “partidocracia”, un nuevo sistema político a la mexicana, que así fue bautizado por los líderes de opinión; y sobre todo, por la falla que representó la denominada “transición democrática”, que se presentó al triunfo de Vicente Fox (que no del PAN) y luego, con el gobierno de Felipe Calderón, este si del PAN, que fue cuestionado gravemente, tanto por el escaso diferencial de votos con el que ganó, como por el desempeñó realizado como gobierno.

En términos generales, sectores de la opinión pública se desilusionaron de la transición política y en el 2012, regreso el PRI a la Presidencia de la República, aunque con una proporción relativamente corta de la votación, que dió lugar, a la atracción de los grandes partidos opositores: PAN, PRD, y otros, para formar un “Pacto por México”, que dio resultados al inicio del gobierno y pronto, en el curso de un año, se desvaneció, dando lugar a una nueva situación política nacional.

Al llegarse prácticamente a la mitad del actual sexenio, y con motivo de elecciones de Gobernador en el Estado de Nuevo León, se dio un fenómeno que llamó la atención a nivel nacional: triunfó inesperadamente un Candidato Independiente, el actual Gobernador Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, que había sido un viejo militante del PRI pero que, por razones diversas, abandonó ese partido y se lanzó a la política leonesa con mucho éxito y el apoyo de importantes sectores del capital local y de la población.

52-272Con base en ese triunfo, por lo demás muy meritorio de Rodríguez Calderón, algunos líderes de opinión y sectores políticos comenzaron a argumentar la posibilidad de uno o varios Candidatos Independientes para el 2018: desde luego, se argumenta el malestar entre sectores de opinión pública contra los partidos políticos en general y contra algunos de ellos en particular.

Uno de los grandes argumentos de la opinión pública se refiere a los gastos en que la nación incurre para el sostenimiento de los partidos políticos, señalándose que son excesivos, y que por tanto debe modificarse el sistema político permitiéndose más claramente la participación ciudadana y, sobre todo, por medio de un Candidato Presidencial Independiente.

Esa idea, así en general, es la que campea en diversos sectores, que piensan que el triunfo de un Candidato Independiente traería beneficios en la administración pública y en la política.

En la práctica, se están presentando ya precandidatos de esta naturaleza independiente, encabezados por el propio Jorge G. Castañeda, politólogo, breve   Secretario de Relaciones Exteriores de Vicente Fox; que ya lo intentó; Juan Ramón de la Fuente, ex Secretario de Salud de Ernesto Zedillo y ex Rector de la UNAM; Pedro Ferriz de Con, periodista y locutor; Rodolfo Neri Vela, astronauta; y algunos otros, que todavía no se sabe bien si jugarán como Candidatos Independientes o Candidatos de un partido político, como Miguel Angel Mancera, que podría ir Independiente o por el PRD; y Margarita Zavala que podría ir Independiente o por el PAN, según sea la circunstancia y sus conveniencias.

En cuanto al actual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, su precampaña para la Candidatura Independiente de 2018, se descompuso algo con lo ocurrido en el penal de Topo Chico; pero podría recomponerse la situación.

Los candidatos independientes que surjan en el futuro, no sólo a nivel presidencial sino a los otros diferentes niveles, se encontrarán con una observación que hizo hace más de medio siglo el politólogo francés Maurice Duverger (“Los Partidos Políticos”, 1951), que dice: “… la estructura es más fuerte que la ideología…”.

Esta frase es definitiva en la actividad política real: es bien sabido que los partidos políticos agrupan a personas que coinciden en una doctrina o ideología; pero con el tiempo es la estructura de esos mismos partidos la que empieza a dominar más allá de las ideologías, que siempre tienden a diluirse.

Así que, los Candidatos Independientes tendrán que buscar apoyos económicos o monetarios, a menos que en México surja un Donald Trump, que pague su propia campaña; y por lo mismo requerirán una armazón humana, administrativa y de campaña, o de otra manera, se alejará el éxito.

Aquí también se hará notar la intervención de los medios masivos de comunicación tradicionales: prensa, radio, tv e internet, y también de las redes sociales, que lo son.

Barack Obama, que no fue un Candidato Independiente, sino demócrata, logró una gran recaudación fraccionaria de 5 a 10 dólares, a través de usuarios de internet; y lo mismo está haciendo ahora Bernie Sanders, que está recaudando fondos por Internet, y contra los grandes bancos de Nueva York, contra Wall Street.

Los Candidatos Independientes que surjan aquí tendrán que recurrir a un método semejante al mencionado, además de apoyos del sector privado y los que puedan recibir oficialmente del Instituto Nacional Electoral (INE).

 

ACTUALIDAD DE LOS PARTIDOS POLITICOS MEXICANOS

Históricamente, los partidos políticos surgen, más o menos en su estructura básica moderna en 1850 M. Duverger (op.cit pp 15 a 21); pero anteriormente, habían surgido grupos parlamentarios a raíz de la Revolución Francesa, como los “jacobinos” y “girondinos”; eso fue en Francia; y en los Estados Unidos surge por entonces el sistema bipartidista, que subsiste hasta hoy; en Europa, surge el Partido Comunista con la Revolución Bolchevique”; y después, en Alemania e Italia afloran los partidos fascistas; en España también surgen partidos políticos a raíz del surgimiento de la República.

En México, se va generando poco a poco el nacimiento del Partido Liberal al surgimiento de la República Mexicana, partido que se fortalece con Don Benito Juárez (Ralph Roeder “Juárez y su México”), contra el Partido conservador; luego del porfirismo y con la Revolución Mexicana, surgen en el país numerosos partidos regionales y ya en la época del General Plutarco Elías Calles, en 1929, integra todos esos partidos en uno para dar lugar al Partido Nacional Revolucionario (PNR), que deviene en Partido de la Revolución Mexicana (PRM), a propuesta del General Lázaro Cárdenas del Río, Presidente de México (1936); para dar lugar, posteriormente a la transformación de ese partido en: Partido Revolucionario Institucional (PRI) (1946), con el Presidente Miguel Alemán Valdés, nombre que continua vigente; este partido representa la ideología de la Revolución Mexicana y se ha ido adaptando a la ideología neoliberal-social.

El Partido Acción Nacional, surgió en 1939, a propuesta de Manuel Gómez Morín; representa una ideología conservadora, que se ha ido modernizando, hasta la actualidad.

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) (1988) surgió como un desprendimiento del PRI, por desacuerdos internos.

El Partido Morena (2015), con ideología de izquierda, nació como un desprendimiento del PRD, por razones políticas e ideológicas.

También se han registrado los otros siguientes partidos: Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM), cuya ideología está implícita en el nombre y ha enfrentado muchas acusaciones recientemente; Partido Nueva Alianza (PANAL), es organismo político creado por la Profesora Elba Esther Gordillo, teniendo como militantes a una gran parte de los maestros del SNTE; Partido Encuentro Social; en total son 10 partidos políticos nacionales los que están registrados; se trata de una realidad política y social muy diferente a la que había planteado en 1965 el politólogo Pablo González Casanova, en su libro “La Democracia en México” de editorial ERA (1965).

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Entonces, sólo existían el PRI, el PAN, el PARM y el PPS; aunque el Partido Comunista (PC) actuaba en la clandestinidad; como se sabe, Pablo González Casanova fue Director de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y luego Rector de la UNAM.

En aquel entonces, y como es debido, el escritor mencionado relacionaba la realidad política con la económica, planteando la tremenda desigualdad social y demostrando la existencia de un “colonialismo interno”, en México, que desangraba la riqueza nacional.

De cierta manera, Pablo González Casanova anunciaba el movimiento estudiantil de 1968 y sus consecuencias.

Puede decirse que ese movimiento dio lugar a un punto de inflexión del sistema político mexicano, que comenzó a abrirse en lo político, primero con los diputados de partido en el año de 1964, en el régimen del Presidente Gustavo Días Ordaz; luego con la denominada Apertura Democrática, del Presidente Luis Echeverría Alvarez y más tarde con la Reforma Política del Presidente José López Portillo y su Secretario de Gobernación e ideólogo Jesús Reyes Heroles.

Luego se presentaron las crisis económicas en el sexenio de Miguel De la Madrid y el terremoto de 1985 que dio lugar al surgimiento de un poder popular urbano, que se proyecto hacia la política, dando lugar al surgimiento del PRD con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo a la cabeza como un gran desprendimiento del PRI.

Vino la “caída” del Sistema y la toma de posesión del Presidente Carlos Salinas de Gortarí (1988), que dio paso a una alianza del Presidente con el PAN y su líder moral, Diego Fernández de Cevallos, así como la apertura a una mayor intervención de la Iglesia, en asuntos políticos y sociales.

El Presidente Salinas declaró entonces en un Informe Presidencial el fin del sistema “de un partido casi único”.

Esto coincidió en el tiempo con la desaparición de la Unión Soviética y el establecimiento en la Europa comunista de la Perestroika (Reestructuración) y la “Glasnost” (transparencia ), ideas que inmediatamente se reflejaron sobre la política nacional.

Con la crisis de los Tesobonos, la aparición del Sub comandante “Marcos” y la aprobación del FOBAPROA (1994), el nuevo régimen del Presidente Ernesto Zedillo puso en venta los principales bienes nacionales, incluyendo ferrocarriles, aeropuertos, líneas aéreas y el embargo del petróleo en Nueva York, eso dio paso al PAN y particularmente, a Vicente Fox, que ganó fácilmente ante un Candidato débil, Francisco Labastida Ochoa en julio del año 2000.

En el año 2000, luego de tremendos cambios económicos, políticos y sociales, incluyendo el establecimiento de TLCAN y la devastación del FOBAPROA; luego de la aparición en 1994 del Sub Comandante Marcos (1ro. de enero de 1994) y del incalificable asesinato de Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo de ese mismo año, y el proditorio ataque mortal a José Francisco Ruiz Massieu, el 28 de septiembre de ese año, se inició un cambio político radical con el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en el Distrito Federal, en 1997; y luego el triunfo de Vicente Fox en las Elecciones Presidenciales del año 2000

Ahí se inició la transición democrática que para algunos estudiosos resultó fallida por varias razones, aunque logró transmitir el poder a Felipe Calderón cuyo principal objetivo fue combatir a la delincuencia organizada.

Entre tanto surgió en el país la llamada partidocracia, pero, interrumpida momentáneamente en el año 2006, por la candidatura Presidencial de Andrés Manuel López Obrador y todo lo que ello representó, en una “ruptura política e institucional” que fue descrita con precisión por Porfirio Muñoz Ledo; “La Ruptura que Viene: crónica de una transición catastrófica” (Editorial Grijalbo), 2008

Ante la desilusión de muchos, y la falta de resultados, regresó el PRI al poder, con el Presidente Enrique Peña Nieto; Felipe Calderón Hinojosa resume algunos de los asuntos que no pudieron ser superados por su gobierno en su libro “Los Retos que Enfrentamos” editorial Penguin Random House, Grupo Editorial, S.A. de C.V. (2014).

 

ELECCIONES EN EL 2016 Y HACIA EL 2018

Como muchos países de diversos continentes, México se enfrenta a una evolución permanente de su sistema político, como diría el filósofo español José Ortega y Gasset, en “Vieja y Nueva Política”; en un momento en que tiene que acudirse a instrumentos que puedan satisfacer la demanda o lo que llamó el mismo escritor “la Rebelión de las Masas”, que ahora se podría parafrasear como “La Rebelión de las Redes Sociales”

Hoy, la política se ve influida muy intensamente por la acción y observación de los medios masivos de comunicación, tanto prensa escrita como televisión, radio e Internet; pero muy especialmente por un nuevo fenómeno de comunicación nacional e internacional constituido por las redes sociales y todo lo que ellas significan.

Además, la política mundial se deja sentir fuertemente sobre la vida mexicana, con fuerzas tan claras como lo que acabamos de ver con la justicia española, y los graves ataques del Precandidato Republicano Donald Trump, en una relación cada día más intensa entre México y los 55-272Estados Unidos que ya fue descrita por el ex Embajador norteamericano Jeffrey Davidow, en su libro “El Oso (Estados Unidos) y el Puercoespín (México), editorial Grijalbo, 2003”, y que es una relación que no puede extinguirse o cerrarse como plantea erróneamente el político republicano Trump, y que implica hoy un comercio de 750 mil millones de dólares anuales (dos millones de dólares por minuto); así que mientras Trump anuncia levantar un nuevo muro y que sea pagado por los mexicanos, los dos gobiernos abren más puertas y puentes en su frontera para acelerar el comercio y firman un Convenio para que aviones comerciales puedan volar de todas las ciudades de Estados Unidos a todos los aeropuertos de México.

México vive uno de sus mejores momentos democráticos en su historia, con libertad de expresión absoluta, como lo demuestran las redes sociales a cada minuto, y el funcionamiento de un sistema político que garantiza el voto ciudadano, la existencia de partidos políticos y el lanzamiento de candidatos presidenciales y de otros niveles políticos.

Es un momento que no debe ni puede desaprovechar la nación, aunque, como ocurre en todo el mundo, existe una lucha profunda por el poder, con todas sus luces y sus sombras (Michael Korda “El Poder”, editorial “Pomaire”, 1980).

El regreso del PRI al poder, en lo que algunos han llamado “la restauración”, parafraseando a lo que fue el regreso de las monarquías después de Napoleón en Francia, lo anunció con precisión el periodista y escritor Carlos Ramírez (“El Regreso del PRI”, mayo de 2009, Editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V.).

Independientemente de la opinión política personal y de grupos, el regreso del PRI a Los Pinos causó una gran sacudida en la opinión pública nacional, y el renacimiento de una furibunda posición de diversos grupos y partidos, que se ha reflejado en los gruesos ataques de las redes sociales al sistema político mexicano y sus protagonistas.

Lo que viene para el 2018 será una lucha muy aguda, pero que se irá resolviendo a través de las elecciones de 12 gubernaturas (o 13 con la de Colima, que ya ganó el PRI) y sus respectivos congresos y presidencias municipales.

El actual sistema político establece una gran dispersión del voto electoral y su distribución entre diez partidos políticos y candidatos independientes.

Es muy probable que el nuevo Presidente de la República gane con alrededor del 30% de la votación efectiva, lo cual podría llevar, nuevamente, a la búsqueda de un Gobierno de “composición” y al establecimiento de alianzas políticas .

Pienso que lo que debe prevalecer en la política mexicana y en la opinión pública es una actitud positiva, que permita esperar la evolución del país hacia un sistema político y económico más equitativo socialmente y en el que se de prioridad a la seguridad pública, la educación y la cultura y el mejoramiento de los niveles de vida y de salud de la población.

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