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Breve historia de Palacio Nacional Mexicano

La joya histórica deberá abrir sus puertas nuevamente a los mexicanos

La Directiva del Club Rotario Plateros Centro Histórico, que preside la Rotaria Laura Teresa Vargas, entregó reconocimiento al Lic. Mauro Jiménez Lazcano, por su ponencia sobre Palacio Nacional

Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director de la Revista Macroeconomía y Rotario de Club Plateros Centro Histórico.

El Palacio Nacional Mexicano es una de las máximas joyas históricas de nuestro país; su origen se remonta al Palacio del Huey Tlatoani Motecuhzoma, que traducido al español era el Rey de los Aztecas; al llegar Hernán Cortés se apropió de los Palacios del Rey Azteca y luego los vendió a la Corona Española en el año de 1522.

Esos Palacios de el Huey Tlatoani comenzaron a habitarse desde el primer gobernante mexicano Acamapichtli hasta Cuauhtémoc y después desde Hernán Cortés y los 66 virreyes, el Emperador Iturbide; del primer Presidente de la República Mexicana Guadalupe Victoria, hasta el Emperador Maximiliano; de Benito Juárez restaurador de la República, hasta Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Alvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas, Manuel Avila Camacho, Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y los demás hasta la fecha.

En el año de 1969, se inauguró el Metro, Servicio de Transporte Público Metropolitano y en algo dañó algunas estructuras del Palacio Nacional, por las excavaciones que se hicieron en su cercanía, fue por ello que el Presidente Luis Echeverría Alvarez mandó realizar una obra de preservación, restauración, reestructuración y remodelación del gran edificio de Palacio Nacional.

Lo mismo se encargó a la Secretaría de Obras Públicas realizar tareas similares, por otros motivos ajenos al Metro, en el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Postal, el ex Palacio de Comunicaciones, el Hospital de Jesús, la Pinacoteca del Virreinato, el ex Convento de la Cruz, la ex Aduana del Pulque, el ex Convento de San Jerónimo todos en la Capital de la República, y en el interior del país, en la Casa la “Moreña”, en la Barca, Jalisco, en el ex Convento de San Agustín, en Celaya, Guanajuato; el ex Convento de San Francisco, en Pachuca Hidalgo, la Casa del Constituyente, en Texcoco, México.

Con motivo de las grandes obras de restauración, remodelación y reestructuración ordenados por el Presidente Luis Echeverría en el Palacio Nacional, y que duraron prácticamente todo el sexenio, la Secretaría de Obras Públicas realizó una monografía formidable del propio Palacio Nacional de nuestro país, en que se apoya esta breve historia del Palacio Nacional Mexicano, en el que, por lo demás, en mi caso personal, experimenté vivencias extraordinarias, como fue trabajar durante seis años en los espléndidos salones de este monumento histórico por el que pasaron, trabajaron y vivieron algunos de los más extraordinarios personajes de la vida mexicana, incluyendo desde luego, los 66 virreyes de la Nueva España y los más de 60 Presidentes de la República Mexicana así como los emperadores Agustín de Iturbide y Maximiliano.

Los más grandes pasajes de la historia nacional tuvieron y han tenido ahí su epicentro.

Ahí, en Palacio Nacional, se ejerció el poder del Reino de la Nueva España durante 300 años y luego el poder de la República Mexicana durante otros 200 años que están cumpliendo en esta forma de Gobierno.

Ahí en Palacio Nacional se recibieron las protestas de la población por el hambre, por la economía, por la demanda de cambios gubernamentales.

Entre sus numerosos patios y salones, hay que recordar que también se instaló la Casa de la Moneda, dándole el nombre a la calle lateral norte de Palacio; que fue ahí naturalmente donde se fabricaban y emitían las monedas mexicanas desde las de mayor valor hasta las de menor; y también se acondicionó el recinto para el Poder Legislativo y ejercieron también los jueces supremos del virreinato.

El Palacio Nacional recibió ataques de cañones y fusilería, y estuvo bajo el mando del Ejército Norteamericano durante todo un año de 1847 a 1848, en que ondeó en su asta la bandera norteamericana.

En 1910, el Palacio Nacional contempló las festividades del Centenario de la Independencia Nacional, cuando Porfirio Díaz recibió a numerosos representantes de las potencias internacionales, que felicitaron entonces al pueblo y Gobierno de México por la libertad e Independencia de sus primeros 100 años; en el Palacio Nacional han quedado numerosos obsequios de alto valor histórico y artístico como jarrones chinos, pinturas, porcelanas, espadas, vestimentas y otras numerosas joyas históricas que están clasificadas y que ahora pertenecen al Museo Nacional que ha sido instalado en su recinto.

EN PALACIO ESTUVIERON FRANCISCO I. MADERO, PANCHO VILLA, EMILIANO ZAPATA, OBREGON Y CALLES

Por los pasillos de Palacio Nacional deambularon Francisco I. Madero, Pancho Villa, Emiliano Zapata, Alvaro Obregón y Calles; también Lázaro Cárdenas del Río, que desde ahí anunció la Expropiación Petrolera.

Desde Palacio Nacional, el General Manuel Avila Camacho, Presidente de México, declaró la Guerra a las Potencias del Eje: Alemania, Italia y Japón.

Y en su balcón central, de Palacio Nacional el Presidente Adolfo López Mateos anunció la Nacionalización Eléctrica.

Cuando vayas al Palacio Nacional y quede abierto nuevamente para el público, se verán nuevamente su grandiosidad, incluyendo los grandes murales de la historia mexicana que pintó Diego Rivera.

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