En Memoria de Henry Kissinger
Falleció el 29 de noviembre de 2023, a la edad de 100 años
Por Dr. Jorge Navarro Lucio
Director de Asuntos Diplomáticos para Revista Macroeconomía
Politólogo, diplomático, historiador, catedrático-investigador. Personaje de conversación pausada, extraordinario sentido del humor, directo, reflexivo, contundente y visionario. Fue galardonado con el premio Nobel de la Paz, logró lo imposible e hizo de la Guerra Fría el centro de sus paradigmas teóricos, un realista y un pragmático. Sus libros van más allá de simples textos académicos para ofrecernos abstracciones elevadas a categoría.
Henry Kissinger, falleció el 29 de noviembre de 2023, a la edad de 100 años.
Tuve la oportunidad de entrevistar a Henry Kissinger el 6 de mayo de 1998, en el marco de la celebración del Centenario del Monte Sinaí del Teatro Abraham Chávez del centro de El Paso, Texas.
Le pregunté que si coincidía con la visión de Alan Riding de que México y Estados Unidos eran vecinos distantes.
Con humor y pausa, dijo “los destinos de México y Estados Unidos están estrechamente ligados de muchas formas, y difícilmente podrán estar distantes, e incluso cada vez estarán más cercanos con muchas más coincidencias”.
Dijo ser un gran admirador de México y con frecuencia visitaba el país.
Indiqué que México y Estados Unidos tienen a veces diferencias de fondo en temas como el estado de derecho y la democracia partidista.
Me contestó “México ha tenido una muy importante transición en la última década, el TLCAN por ejemplo abre un horizonte de gran importancia que definirá una asociación estratégica de gran valor para la economía de ambos países. México también es un puente fundamental entre América del Sur y Centroamérica. Pero, también considero que habrá cambios en el proceso electoral, muy pronto las elecciones mexicanas se definirán en procesos de transición política, en el pasado se daba por hecho que el candidato del PRI sería el ganador, pero los escenarios actuales y futuros serán distintos. Emerge una sociedad muy politizada y una clase política mucho más afín a los cambios.”
Le pregunté sobre si consideraba el proceso de certificación al que cada año está sujeto México como una medida diplomática correcta y de respeto a la relación binacional. Considerando nuestra colaboración estratégica en diversos rubros.
Dijo que no estaba de acuerdo con la “certificación y creía que “era más valiosa la cooperación diplomática para avanzar en los temas de interés mutuo”.
Kissinger, me preguntó si había leído el libro “Diplomacy” en español y que me había parecido.
Le respondí que, como especialista de relaciones internacionales, sus libros son textos obligados. Pero no había leído su libro “Diplomacy” en español, lo “leí en inglés” y me pareció sumamente valioso, pero desde mi punto de vista era una combinación de momentos históricos fundamentales, complementados con su participación en ellos, y dije que la diplomacia, desde el pragmatismo, es el arte de la negociación para lograr objetivos de política exterior basados en el interés nacional. Una especie de realismo negociado.
Kissinger, sonrió y se despidió.