Alianza Federalista rechaza la división y desigualdad en el país; los derechos de los mexicanos no están sujetos a negociación
La ciudadanía y gobiernos de los diez Estados reunidos en la Alianza Federalista cerramos filas mediante pronunciamientos específicos de cada entidad en denuncia a los irreflexivos recortes al gasto federalizado, la apropiación de los recursos de 109 fideicomisos y la falta de previsiones y acciones sustanciales en el manejo de la pandemia por Covid-19 a nivel federal.
La Alianza Federalista se dio a la tarea de convocar a importantes actores sociales, económicos y ciudadanos con el fin de impulsarlas expresiones que de otra forma no hallarían eco ni difusión.
El involucramiento en la deliberación de miembros clave de la sociedad, como lo son universidades, academia, investigadores, líderes empresariales, organizaciones agrarias, sindicatos y representantes de los ciudadanos, además de los poderes Legislativo y Judicial de los Estados, así como de sus Ayuntamientos, deja en claro que nuestra causa responde a una preocupación fundada y generalizada de los mexicanos en nuestras entidades federativas, compartidas por los de las demás.
Mediante nuestras plataformas, todos estos importantes sectores dejaron expresadas sus inquietudes y exigencias, y pronunciaron su liderazgo en nombre de un verdadero desarrollo y bienestar para nuestros pueblos y a favor de una auténtica República Federalista. Sin esta unidad no hay democracias posible. Por su parte y ante el riesgo latente de un exponencial rebrote de casos por Covid-19 en toda la República Mexicana, pues es de conocimiento público la contradicción y falta de consistencia en las acciones que la federación lleva a cabo para resolver el fondo de esta crisis, es necesario expresar que nos preocupa sobre manera que no se corrija el rumbo y que se lleve al país hacia una segunda catástrofe social, económica y de salud.
Cabe señalar que han sido las administraciones locales las que han brindado la certidumbre existente en torno al tema de salud, pues la cobertura de gastos por la pandemia quedó relegada casi por entero a los gobiernos de los Estados. Además, la extinción de fondos dejó en la indefensión a los ciudadanos más vulnerables y a las dependencias y organismos que más requieren del apoyo del Gobierno, como los son los sistemas estatales de salud, educación, seguridad, campo, fomento económico, ciencia y tecnología, deporte y atención a desastres naturales, por citar algunos ejemplos.Nuestros posicionamientos son para establecer un diálogo que nos permita construir acuerdos con el Gobierno de la República, pero también para mandar el mensaje contundente de que no estamos dispuestos a tolerar más abusos de su parte. Como Estados libres y soberanos defenderemos nuestra dignidad ante el demérito, ataque y confiscación de lo que nos pertenece. Es momento de alzar la voz ante los atropellos cotidianos de una exacerbada visión centralista que borra las agendas locales.
Pedimos al Gobierno Central que se ponga en nuestros zapatos y que otorgue con equidad y justicia lo que por derecho nos corresponde a Estados y ciudadanía. Las restricciones en materia de recursos públicos repercuten aun sinnúmero de sectores de la sociedad, los cuales se verán afectados por la falta de rumbo en la dirección del país. Se requiere voluntad para crear consenso en medio de la divergencia, el centralismo sólo daña al proyecto de nación.
Éste es un llamado a la reflexión. Es momento de olvidarnos de filias y fobias, pues no se trata de confrontarnos, tampoco nos atañe un tema electoral, pues la pluralidad de nuestra Alianza nos exime de colores y partidos. Tiempos extraordinarios como los que vivimos requieren decisiones prudentes y responsables, no decisiones arbitrarias.
Es hora de respetar el espíritu republicano, federalista y democrático y replantear el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, reconsiderar la extinción de los 109 fideicomisos y ponderar un cambio de ruta en la estrategia federal contra la pandemia por Covid-19. En necesario establecer un diálogo efectivo y una empatía real. De no establecer puentes firmes y de respeto entre el Gobierno Central y los Estados y Municipios, se pondrá en riesgo la consistencia y razón de ser de nuestro pacto federal.