Víctor García Lizama:Promotor de la asistencia privada*
Por Sandra Monroy Gutiérrez
Todo México Somos Hermanos se dio a la tarea de entrevistar a un promotor y experto en materia de asistencia privada, a Víctor García Lizama, yucateco, licenciado en derecho. En línea conductora de su vida ha sido el altruismo. Electo Director Ejecutivo de Industrias para la Rehabilitación del Inválido; Oficial Mayor de la Junta de Asistencia Privada (JAP) para el Distrito y Territorios Federales; miembro del Consejo de Vocales de la misma Junta en representación de Secretaría de Salubridad y Asistencia, Vocal de la JAP para el DF, representante del departamento del DF y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), así como Delegado Ejecutivo de la JAP y Presidente del Consejo de Vocales de la JAPDF.
-¿Cómo se inició en la asistencia privada?
-Me inicie en la asistencia privada en 1957, curiosamente al través de una asociación civil, cuyo propósito era el ayudar a personas con discapacidad a obtener su rehabilitación para el trabajo. El centro de rehabilitación, que fue fundado por el doctor Fernando Molina Font, tenía como propósito enseñar a las personas adultas con alguna discapacidad –amputaciones de brazos o piernas, sordos o sordomudos, ciegos, personas que tenían secuelas de poliomielitis o cualquier otro tipo de limitación física – a trabajar. Se les enseñaban oficios de carpintería, tapicería, electricidad, radio técnica, secretarial, entre otros, claro, funciones acordes con sus capacidades. Ya desde esa época se pensaba en el ser humano, como un cúmulo de capacidades, más que desde el punto de vista de sus limitaciones, porque éstas, todos las tenemos y en gran cantidad y variedad.
De lo que se trataba era de descubrir cuáles eran las capacidades residuales de estas personas para entrenarlos y capacitarlos para el trabajo. Esa actividad me llevó a conocer la existencia de la Junta de Asistencia Privada (JAP), a la sazón, la presidía Don Fernando Torreblanca.
García Lizama se tituló con la tesis profesional La Naturaleza jurídica, organización y funciones de la JAP para el Distrito y territorios federales. “En aquella época todavía había territorios, el de Baja California y el de Quintana Roo, de ahí que la Junta del DF se encargaba también de la supervisión de las actividades de las instituciones de asistencia privada de esas dos entidades”.
-Al recibirme como abogado, Don Fernando Torreblanca me invitó como abogado consultor de la Junta, poco tiempo después como Oficial Mayor en la propia Junta, cargo que equivale al de hoy de delgado o secretario ejecutivo. Después de esa función de oficial mayor, ya realice otras actividades en otro tipo de instituciones públicas y privadas, pero nunca deje de formar parte del Consejo Directivo de la Junta. Algunas veces representando a la Secretaría de Salubridad y Asistencia, otras veces a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y en ocasiones representado al departamento del Distrito Federal.
Hubo una ocasión en que fui simultáneamente delegado ejecutivo y vocal en el Consejo representante del departamento del DF y de la Secretaría de Hacienda.
Fue cuando vimos que era necesario fortalecer la actividad de la JAP y con el apoyo de Manuel Camacho Solís se logró la privatización mediante el cambio en la integración de su consejo directivo. Se dio el gran salto: se modificó la ley para darle a las instituciones la capacidad de autorregularse y auto vigilarse.
La JAP estaba gobernada por las propias instituciones, al través, en primer lugar, de la mayoría de votos del número de consejeros, pero además el presidente de la Junta era alguien que había sido seleccionado por ellas.
Cuando me hice cargo de la JAP, habían 120 instituciones de asistencia privada y, para el año de 1998, al término de mi ejercicio, el número ascendió a 440, ya que las asociaciones civiles cobraron confianza en la JAP al ya no sentir que se trataba de un organismo fiscalizador del gobierno, sino de una entidad donde participaban conjuntamente con los representantes de las propias instituciones con un solo propósito: el ayudar al fortalecimiento del ramo de la asistencia privada.
Después de muchos años de formar parte del staff de la JAP o de haber sido miembro del consejo directivo de la misma, fue como me propusieron las instituciones como presidente, ya dentro de la reforma, y tuve el privilegio de serlo durante tres periodos.
-¿Cómo nos narraría la evolución jurídica de la asistencia privada en México Su diferencia con la asistencia pública?
-La evolución de la asistencia privada en México es muy característica. En un principio la legislación asistencial estaba dirigida a proteger la voluntad del fundador que en su testamento instituía, como heredera o legataria, a una institución creada o que pretendía el propio fundador que se crea para atender aquélla cuestión social que estaba más cerca de su corazón, de su entendimiento.
Como, obviamente, no podía hacerse sólo una ley para fundaciones, salió el capítulo para legislar respecto de la creación de asociaciones, donde los fundadores son personas vivas que se asocian para un objeto altruista.
Cuando evoluciona la Ley a favor de la democratización de la actividad asistencial, de la responsabilidad de los patronatos en el manejo de las instituciones y del propio órgano de vigilancia, viene la etapa del florecimiento.
Lo que ha sucedido es que, al subrayarse la intervención del gobierno, los dos últimos presidentes, conocedores del ramo de asistencia privada, como lo fue la señora Berinstain y como lo es el actual presidente (Rogerio Casas Alatriste), han ejercido la prudencia en la aplicación de la Ley para evitar que exista temor en los patronatos y abandono del ramo.
-¿A qué sitio de la historia de México regresaría donde la asistencia privada haya tenido su punto culminante para rehacer, restaurar y reconstruir nuestra historia como nación?
-Regresaría a los años 90’s que fueron los mejores para la asistencia privada en todos los sentidos, para el florecimiento, desarrollo, crecimiento, unidad, fuerza, significado. Y lo dicen la celebración de los congresos, las frecuentes reuniones de las instituciones entre sí, los talleres, la profesionalización de los servicios asistenciales, de los registros contables, la del Monte de Piedad y la creación de más de 200 nuevas instituciones de asistencia privada, todo lo hecho en esa época.
-¿Se comercializó o politizó la asistencia privada en algún punto de nuestra historia?
-Creo que el quiebre de la asistencia estuvo con la ley actual de asistencia privada, donde se desestimuló a los particulares en cuanto a la aplicación de su espíritu altruista. Pero esto cambiará con el crecimiento del espíritu democrático.
La asistencia privada realiza una actividad social extraordinaria, insuficiente frente a los retos sociales que tiene que atender. Estaba refundida en las páginas de sociales de algunos periódicos que hacían reseñas del té canasta, de la exposición de pinturas, lo que algunas damas voluntarias hacían para recabar recursos. Pero no se conocía la magnitud de la obra asistencial, ni de su importancia, ni de su necesidad de fomento. Como consecuencia de ello se vio la necesidad de crear un medio profesional que promoviera el altruismo al través de la divulgación de las actividades de las instituciones de asistencia privada y de la manifestación de ideas con sentido humanitario.
Y es así como un grupo de jóvenes encabezado por Fernando García Ruiz tomó la decisión de construir un pequeño capital para constituir la Fundación para la Promoción del Altruismo IAP, que generó inmediatamente el periódico que primero se llamó Somos Hermanos y ahora Todo México Somos Hermanos, ambos con la misma filosofía.
Es un orgullo para todos ustedes que laboran en el periódico, para Tere García que con tanto esfuerzo y talento lo ha sacado adelante, y para su patronato, presidido en los últimos años por el ingeniero Alberto Franco Sarmiento, llegar a este XV aniversario.
Esta necesidad de difusión se amplió al través de Radio Capital 830 AM, en un horario de 10:30 a 11:30 de lunes a viernes, conducido por la misma Tere García y la página de Internet www.anunciacion.com.mx.
Estos tres instrumentos son factores indispensables, importantes así como trascendentes que impulsa la labor altruista de las personas, por lo cual les envío una cordial felicitación por haber ya, durante quince años, mantener sus programas de fomento al altruismo.
*Tomado de la publicación “Todo México Somos Hermanos”, con autorización expresa.