Trump juega con Sheinbaum
Pone y quita aranceles, y los vuelve a poner; exige agua y pega después de llamarla “elegante”
Donald Trump encontró la forma de imponerse a Claudia Sheinbaum; pone y quita aranceles; la llama “elegante” y a continuación grava con 21% al jitomate y exige más agua del Rio Bravo.
La Presidenta sonríe frente a la televisión y resbala los golpes; dice que “así es él”; que “es su forma de comunicarse”.
Sin embargo los sinaloenses, tamaulipecos, chihuahuenses y coahuilenses sufren y se niegan a cumplir las órdenes de Trump.
Aunque Claudia Sheinbaum presume los elogios dudosos de Trump, la realidad es muy otra.
Para fines publicitarios planeados para no alarmar a la población, dice la Presidenta Sheinbaum que las relaciones con Estados Unidos “son cordiales”; pero los agricultores, los industriales, sobre todo automotrices y los banqueros, la relación con Estados Unidos es la peor en décadas.
La presión para que el gobierno de Sheinbaum combata al crimen organizado también se agudiza; la Secretaria de Seguridad Pública vino y dijo que el gobierno mexicano “no hace lo suficiente”; 29 capos se les hicieron pocos.
Continuamente hablan de atacar militarmente a los cárteles y se niegan a decir cómo se llevaron al Mayo Zambada, cosa que exigen Sheinbaum que le informe el gobierno norteamericano pero no le hacen caso.
Es juego diplomático que parece no terminar, sino que al paso del tiempo se recrudecerá.
