Temen que Ovidio “Cante”
En círculos oficiales piensan que puede dar muchos datos a la justicia de Estados Unidos que lo ha aceptado como “testigo protegido”
Hoy, 11 de julio de 2025, la justicia de Estados Unidos negoció con Ovidio “El Chapito” Guzmán López, quien aceptó su culpabilidad en cuatro delitos graves de 12 por los que se le acusa y por los cuales podría merecer cadena perpetua, pena que se invalida por recomendación de la Fiscalía de ese país.
La negociación incluye la denuncia de delitos por tráfico de drogas, lavado de dinero y otros realizado por ciudadanos mexicanos inclusive funcionarios de diversos rangos.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reclamó al Gobierno norteamericano la negociación con una persona clasificada como “terrorista”, por ese propio gobierno, y ayer mismo, voló a Culiacán Sinaloa, para entrevistarse con el Gobernador Rubén Rocha Moya y otros funcionarios de seguridad pública.
Ovidio “El Chapito”, Guzmán López, fue la persona que logró “extraer” al “Mayo” Zambada de su guarida en Sinaloa, y lo entregó a la justicia norteamericana en Arizona.
La propia Presidenta Claudia Sheinbaum volvió a reclamar hoy mismo al Gobierno norteamericano que “no ha informado todavía cómo se llevó al Mayo Zambada a los Estados Unidos, sin avisar a las autoridades mexicanas”.
El juicio contra Ovidio “El Chapito” Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, también preso y cumpliendo cadena perpetua en cárceles de Estados Unidos, se ha iniciado y se extenderá hasta seis meses para que el juez o la jueza encargada dicte sentencia.
Al admitir su culpabilidad por cuatro delitos graves, Ovidio “El Chapito” Guzmán López evita la pena de cadena perpetua, a solicitud de la Fiscalía al juez encargado de la sentencia, pero queda a disposición de la propia Fiscalía de Estados Unidos para que revele los delitos cometidos por otros ciudadanos mexicanos de diversas condiciones y niveles, incluyendo funcionarios públicos.
También obtiene Ovidio, “El Chapito” Guzmán López el privilegio de que más de diez personas integrantes de su familia vivan en Estados Unidos con identidades nuevas y gozando de sus bienes materiales, que se les respetarán.
