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Se le acabó el tiempo al Presidente López Obrador; habrá Candidato Presidencial en julio

Se apresuran en Palacio Nacional a desaparecer el INSABI, el Conacyt, la Financiera Rural y se entrega el Tren Maya a la Sedena

Discurso del Rotario Toastmaster, Lic. Mauro Jiménez Lazcano, Director de la Revista Macroeconomía sobre la Sucesión Presidencial 2024 en México, el miércoles 3 de mayo de 2023.

Todo se apresura en Palacio Nacional para preparar el cambio de Gobierno; habrá Candidato Presidencial el próximo mes de julio y se le acabó el tiempo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no pudo lograr la transformación del México republicano y democrático en una dictadura socialista.

En la llamada “noche negra del Senado”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador mandó traer a sus senadores morenistas y les exigió la destrucción total del Instituto Nacional de la Transparencia INAI y la aprobación al vapor de 20 leyes que ni siquiera habían leído esos legisladores.

El Presidente anda de prisas porque se le acabó el tiempo del Mandato que le otorga la Constitución; de aquí en adelante, la situación política del país será absolutamente diferente porque irá surgiendo un nuevo Mandatario que traerá sus propias ideas y sus propias políticas de gobierno aunque López Obrador no lo quisiera de esa manera.

El establecer un Maximato como pretende el Presidente Andrés Manuel López Obrador, será imposible; hay que recordar lo que le ocurrió al entonces Presidente Plutarco Elías Calles que fue expulsado del país nada más y nada menos que por el General Lázaro Cárdenas del Río, a quien el propio López Obrador reconoce y alaba todos los días.

Lo que ha apresurado lo que ocurre en el Palacio Nacional es el desvanecimiento, el desmayo, el váguido que sufrió en Yucatán el Presidente López Obrador el domingo 23 de abril pasado, cuando en su propia narrativa, el Presidente López Obrador dijo: “me bajó la presión; tuve un váguido y me desmayé; los médicos me aplicaron un litro de suero; querían llevarme a un hospital pero yo no quise; les dije que no, que aquí en este sillón, donde estaba en el hangar militar del aeropuerto de Mérida, que ahí me atendieran; les di un charolazo y les dije que es verdad que el General Secretario de la Defensa Nacional es el Jefe del Ejército; pero yo soy el Jefe de él; yo soy el Jefe Supremo del Ejército y de aquí no me mueve nadie…”.

El Presidente López Obrador estuvo desaparecido 77 horas, casi cuatro días, hasta que publicó un video el miércoles 26 en la noche y salió a dar la cara a las Mañaneras el jueves 27.

Es un secreto a voces en el Palacio Nacional y en los círculos políticos que el Presidente de la República no está bien de salud y en cualquier momento vuelve a darle un gran susto al país; por eso él mismo se apresura hoy y quiere nombrar un sucesor para el mes de julio próximo.

Todo lo anterior también ha encendido las alarmas amarillas y rojas en los partidos políticos de oposición y en las grandes organizaciones empresariales, sindicales, estudiantiles y científicas; porque al Presidente se le acabó el tiempo y anda de prisa; ahora mismo le está echando pleito al Presidente Joe Biden de Estados Unidos, a la DEA, a la CIA y al Pentágono, a los demócratas y a los republicanos.

Y con todo, el propio Mandatario anuncia que es probable que ahora que se vaya, el 1° de octubre de 2024, podría producirse una gran crisis económica en México, que tomaría fuerza en 2025; no ha explicado bien en que se basa para hacer esa predicción; pero debe dar a conocer pronto las razones en que se funda.

Todo ciudadano mexicano debe tomar nota de lo anterior y actuar en consecuencia; debemos estar preparados para los peores escenarios.

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