Se le acaba el tiempo al Presidente
Ya no perseguirá ni encarcelará a sus antecesores
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de la Revista Macroeconomía
El tiempo se le acaba al Presidente Andrés Manuel López Obrador; solo le quedan tres años del sexenio y falta mucho por hacer; de lo prometido se ve poco y los grandes problemas crecen, especialmente la inseguridad, con más muertos que en todos los sexenios anteriores a los que suman ahora más de medio millón de fallecidos por la pandemia, que no se atendió correctamente, al negar el uso del cubrebocas y mantener una falta de medicinas, así como la aplicación deficiente de vacunación.
Muy negativa la decisión de no vacunar a los menores, que se reflejara después en los niveles de mortalidad, que ya son muy altos; México tiene un índice de 7.5% de mortalidad por el coronavirus, cuando en el mundo el promedio es de entre 2 y 2.5%.
INTENTO FALLIDO DE JUZGAR A 5 EX PRESIDENTES
Repentinamente, el 17 de septiembre, después del Grito de Independencia, que dio ante un Zócalo vacío, acompañado solamente de su esposa la señora Beatriz Gutiérrez Müller, el Presidente informó a los periodistas que le escuchan todos los días en el Salón Tesorería del Palacio Nacional, que ya no perseguirá ni encarcelará a sus antecesores: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto; decisión que parece sumamente extraña, y que de proseguir sus intentos podrían crearle problemas una vez finalizado su mandato.
Se quejó también ese día por la mañana, de que diversos grupos y organizaciones civiles convoquen a no participar en la Revocación de Mandato, que consideran una farsa; y dijo no entender esa posición porque “¿entonces, cómo me quieren quitar?”.
El Presidente empieza a resentir la crítica de la opinión pública que lo condena por haber invitado al Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a presidir el Desfile Militar del día 16 de septiembre, en lo que pareció un realineamiento político con Cuba, frente a los Estados Unidos, lo cual en las condiciones actuales no es explicable, primero, porque las relaciones económicas de México con Estados Unidos son más intensas que nunca y de ellas depende de 85% la economía mexicana: 50 mil millones de dólares de remesas de mexicanos que envían a nuestro país, este año; el Tratado Estados Unidos, México, Canadá de comercio que representa el 70% de las exportaciones e importaciones mexicanas, y porque la política diplomática del Presidente Biden hacia nuestro país ha sido respetuosa, atenta y de beneficio mutuo; y, por otro lado, el pueblo cubano, cuando recientemente protesto por falta de alimentos y medicinas y libertad, fue reprimido por el actual gobierno que preside Miguel Díaz-Canel.
Esa actitud de realineamiento con Cuba, Venezuela, y Bolivia, no la entiende ni la acepta la opinión pública nacional.
A todo lo anterior se suma el repudio de la opinión pública a la pirámide de cartón en el Zócalo, al hecho de quitar la estatua del descubridor de América, Cristóbal Colon, del Paseo de la Reforma, y a los constantes ataques, descalificaciones e improperios del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la clase media mexicana, a los jueces y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de todo el Poder Judicial; a los insultos a los consejeros del Instituto Nacional Electoral y a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; a los directores y dueños de los periódicos y cadenas de televisión del país; a los periodistas, escritores y dirigentes de organizaciones civiles de la nación; a los votantes que las elecciones del 6 de junio votaron a favor de otros partidos políticos, especialmente en la Ciudad de México, con lo que el Presidente perdió la mayoría calificada en el Congreso y perdió más de la mitad de la Ciudad de México y sus alcaldías; todo esto le ha producido un choque psicológico que lo lleva todos los días a compararse con Jesucristo, con Miguel Hidalgo y Costilla, con Francisco I. Madero y otros héroes nacionales; con Mandela, con Martín, Luther King, con Gandhi y otros dirigentes mundiales que han sido sacrificados.
Las conferencias mañaneras del Presidente Andrés Manuel López Obrador ya son analizadas y estudiadas no sólo por políticos y politólogos, sino también por médicos y psicólogos, que tratan de descifrar la psicología y objetivos políticos y sociales del Presidente.
PREOCUPACION EN LOS CIRCULOS POLITICOS Y PERIODISTICOS
Tanto en los programas de radio como de televisión, y en las columnas periodísticas de todo el país hay preocupación por el Presidente, en relación a sus constantes menciones de que sí la gente no lo quiere y no votan por él en la Revocación de Mandato, se va para Palenque, donde está su finca a la que puso el peor nombre; y la preocupación de la opinión pública está en que realmente nadie le ha pedido que se vaya del Poder Ejecutivo, salvo algunos pequeños grupos, y que más bien se dedique a trabajar y aproveche el tiempo ya tan corto que le queda; así por ejemplo, las mañaneras son un enorme desperdicio de dos o hasta tres horas diarias hablando de Porfirio Díaz y Benito Juárez, en las que el Presidente podría hacer muchas cosas en favor de la patria, de la gente, del sector salud, de la infraestructura del país, atender a las poblaciones y ciudades enteras que están inundadas; del Estado de Guerrero que fue dado por el terremoto reciente; a los hospitales que no funcionan y no tienen medicinas, que han sido inundados y muchos pacientes han muerto por las inundaciones de los ríos, como el Río Tula.
Es muy importante que el Presidente don Andrés Manuel López Obrador se dé cuenta del valor del tiempo; y del gran valor del tiempo de un Presidente, como es él; ¿qué sentirá el Presidente de vivir en un Palacio vacío? La imagen que vio toda la nación la noche del 15 de septiembre de este año 2021, en el Palacio Nacional, es deplorable: el Presidente y su esposa caminando en salones vacíos; el Presidente dando el grito ante un Zócalo vacío, sin que nadie lo acompañe excepto su esposa la señora Beatriz Gutiérrez Müller; fue una imagen y un acto verdaderamente patéticos.
Y ahora, presentarse en la mañana y decirle a los periodistas que ya no va a perseguir los cinco ex Presidentes sus antecesores, “para que no se sientan víctimas” de una persecución.
Como decimos líneas arriba, aún es tiempo de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien realmente luchó y batalló muchísimo para llegar a ser Presidente, aproveche la oportunidad que le brindó México, para poder servirlo y llevarlo a una nueva era de progreso; pero que sea progreso para todos; que se dé cuenta que el país es muy grande y necesita servir a todos los mexicanos no solamente a un grupo o una clase social o a los funcionarios que muchas veces lo engañan y le dan por su lado; le quedan tres años al Presidente Andrés Manuel López Obrador y en vez de que esté pensando en irse a Palenque a escribir, tiene mucho trabajo por delante; tiene mucho que hacer en favor del país; tiene mucho que planear, ordenar, supervisar, recorrer la nación entera y servir a México como lo prometió; buscar la unidad de los mexicanos y no dividirlos.