Reclamo histórico del Presidente de México
– Carta del Editor.
Al conmemorarse los 500 años de la primera batalla indígena contra los conquistadores españoles en Centla, hoy Tabasco en 1519, el Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador, acompañado de su esposa, la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, recordaron los pasajes históricos que dieron origen a lo que hoy es México, nuestro país.
Coincidentemente, el importante periódico español, El País, dio a conocer las versiones de las cartas enviadas por el Presidente mexicano al Rey de España, Felipe VI y al Papa Francisco, demandándoles una disculpa por lo ocurrido hace 500 años en lo que ahora es territorio mexicano: una cruel guerra de conquista “con la espada y la cruz”, en que las fuerzas europeas avasallaron a los pueblos indígenas que habitaban en estos territorios en aquel entonces.
De inmediato se produjo un gran escándalo diplomático y político, toda vez que el Rey español, Felipe VI, se negó inmediatamente a la emisión de cualquier disculpa, y los voceros del Vaticano, dijeron que con anterioridad varios papas ya expresaron sus disculpas a los pueblos indígenas americanos, por lo que haya ocurrido en este Continente.
La condena de importantes intelectuales como Arturo Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia Española de la Lengua, quien le expresó unas lindezas al Presidente López Obrador y del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, peruano nacionalizado español, de prestigio mundial, fueron la señal para una ola de ataques procedentes de la Península Ibérica y de territorio mexicano, donde han salido verdaderos megatones en las redes sociales criticando la postura presidencial.
Con todo, y habiendo revisado tanto los textos del Presidente al Rey español y al Papa Francisco, así como las numerosas expresiones de escritores e historiadores mexicanos y españoles, yo no puedo estar en contra de la posición histórica del Presidente Andrés Manuel López Obrador, primero, porque por mis venas también corre sangre indígena de mis abuelos y bisabuelos, lo mismo que sangre española: soy un mestizo producto de ese choque histórico de dos grandes civilizaciones, que han dado lugar al surgimiento de nuestra Patria; pero no podemos ignorar lo que pasó entonces.
Cuando López Obrador menciona la Conquista por medio de “la espada y la cruz”, tiene razón: así fue; sin embargo, el resultado de ese “Encuentro de Dos Mundos” como lo resolvió en su momento el gran Octavio Paz, dio como producto la fascinante Cultura Mexicana, que todo el mundo admira y ama y que es verdaderamente grandiosa.
Somos un país mestizo y más, donde llegan negros, blancos, africanos, chinos, japoneses y mongoles; gente de todas las razas y nacionalidades como se ve ahora más que en cualquier otro tiempo, para quedarse y vivir aquí: una maravilla de país, que es México.
No podemos olvidar lo que pasó, pero sí lo podemos asimilar ahora y, como dice el propio López Obrador, llegar a una “reconciliación”, que puede marcar el futuro de nuestros países, si se refleja en los hechos, en la economía y en el desarrollo cultural y social de México, y su relación con España.
México es hoy, para España, un paraíso económico, cultural y turístico; aquí progresan los más grandes bancos españoles y sus más grandes empresas industriales; así que, venga esa reconciliación planteada por el Presidente de México, que se refleje en actos positivos económicos y diplomáticos sólidos y reales.
Los lazos económicos, poblacionales, raciales y culturales entre México y España son indestructibles y permanecerán por siempre; aquí hemos creado una nueva gran Civilización y Cultura como producto de aquél choque de razas europeas y autóctonas producido hace 500 años.
Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,
Director General de la Revista Macroeconomía.