Con el objetivo de poner fin a estos métodos crueles, el Senado aprobó reformar la Ley General de Salud para prohibir las pruebas de ingredientes y de productos cosméticos en animales, así como la fabricación, importación y comercialización de productos cosméticos que impliquen estos métodos.
Sancionar con hasta 7 años de prisión a quien contrate, autorice, participe y desarrolle este tipo de pruebas y clausurar los establecimientos donde se practiquen.
Se turno al Ejecutivo Federal para su trámite correspondiente.