“¿Por qué el Presidente no quiere dar la cara a la población de Acapulco?”

Politólogos, periodistas, analistas e historiadores se preguntan en todos los medios de difusión ¿por qué el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no quiere dar la cara a la población de Acapulco? Llegó el Presidente de noche a Acapulco y se regresó de noche, sin ver el desastre, sin hablar con nadie de la población y sin dar oportunidad a ninguna pregunta.

Para el escritor, periodista e historiador Héctor Aguilar Camín, en el programa de Joaquín López Dóriga, “el Presidente Andrés Manuel López Obrador no quiere asumir una responsabilidad personal para la ayuda y el auxilio a la población, y no quiere escuchar ningún tipo de reclamos; no quiere ver el desastre de lo que fue el bello Puerto de Acapulco y ni siquiera tener una fotografía en medio de la Costera, con las calles y los hoteles destruidos”.

“Es una especie de horror que le causa verse en medio de esta catástrofe y saber que se gastó el FONDEN, miles de millones de pesos que la nación mexicana había ahorrado para aplicar en un caso como este, y saber que ya no tiene esos recursos, que se los gastó en otras cosas y que ahora muy difícilmente podrá atender a la población y a todos sus sectores para remediar los graves daños producidos por el Huracán Otis de categoría 5”.

ANALISIS DE ALFONSO ZARATE, CON PEPE CARDENAS

En su análisis ante millones de mexicanos que escucharon el programa de Pepe Cárdenas, el periodista y politólogo Alfonso Zárate dijo que “el viaje del Presidente a Acapulco fue una farsa, porque él mismo sabía que no llegaría al Puerto con la luz del día, ya que las dos carreteras, tanto la del Sol como la Federal estaban desechas e inundadas, había derrumbes que retrasarían su llegada”.

“No puede decir el Presidente que no sabía que las carreteras estaban destruidas, porque iba acompañado nada menos que por el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; por el Secretario de Marina, el Almirante José Rafael Ojeda Durán y por la Secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quienes sabían que las carreteras estaban desechas, ya que los tres altos funcionarios mantuvieron las comunicaciones con las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional, a través de sistemas especiales de radio telefonía y de comunicación satelital; así que todo el viaje del Presidente consistió en una farsa para tomarse fotos y decir que cruzaba ríos y lodo y se transportaba heroicamente en camiones de redilas para llegar a Acapulco, a donde arribó ya en la noche, cuando nadie lo podía ver y cuando él tampoco podía ver y no quiso ver el desastre del Puerto, y se regresó inmediatamente, a la Ciudad de México, para amanecer mágicamente en la Mañanera perfectamente afeitado, maquillado, vestido y de corbata”.

PERIODISTAS MAÑANEROS PREGUNTAN AL PRESIDENTE ¿POR QUE NO REGRESA A ACAPULCO?

Durante dos conferencias Mañaneras consecutivas, las del día jueves 26 y viernes 27, los periodistas Mañaneros, incluso los que le hacen el juego con las preguntas, lo interrogaron y le insistieron sobre ¿por qué no regresa a Acapulco? La respuesta del Presidente López Obrador fue la misma: ¡no!

El Presidente les informó a los periodistas Mañaneros que mejor va a ir a Tijuana.