Hoy se cumple el 2° Aniversario del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, y pensamos que los próximos 4 años deben ser de “Paz, orden y progreso”; es lo que demandan amplios sectores de la sociedad mexicana.
Estos dos años que terminaron el 30 de noviembre se caracterizaron, primero, por un gran avance en las reformas estructurales que demanda el país para impulsar su desarrollo económico, social y político.
A iniciativa presidencial, el Congreso de la Unión integrado por el Senado de la República y la Cámara de Diputados aprobaron 11 grandes reformas estructurales que marcarán el inicio de una nueva etapa en la vida nacional, que se recordará y que influirá en el desarrollo de nuestro país por lo que queda de este siglo XXI.
Claro que el haber logrado estas profundas reformas legislativas y constitucionales, ofendió a muchos grupos económicos, políticos y sociales, que han manifestado ahora su inconformidad.
Es lógico, por tanto, que el caso de Ayotzinapa se haya convertido en un detonador de inconformidades políticas y sociales y que también haya sido aprovechado por los grupos afectados por las reformas estructurales aprobadas por el Congreso.
Lo importante es que hoy, cuando empieza el tercer año de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, se pongan en práctica los planes y programas de gobierno enunciados por la máxima autoridad a fin de impulsar el desarrollo económico y social de la nación, en un clima de paz, orden y progreso.
Los programas de obras públicas anunciados hace unos días desde el Palacio Nacional para los Estados menos avanzados, que son precisamente Guerrero, Oaxaca y Chiapas, son los indicados para que los grupos de población rezagados se incorporen al ritmo de crecimiento de los sectores más avanzados del país.
CAMINAR CON LOS DOS PIES
El país tiene que proseguir su camino, avanzando sobre la base de la paz pública y la seguridad pública, el cumplimiento de la ley y la vigencia plena del Estado de Derecho, y al mismo tiempo mediante programas de inversiones públicas tanto en infraestructura económica: carreteras, puentes, ferrocarriles, como en infraestructura educativa: escuelas, universidades, normales para maestros, con inversiones que les permitan funcionar en las mejores condiciones y también alcanzar niveles de calidad, técnica y científica.
Así, por ejemplo, tanto la Universidad como el Instituto Politécnico Nacional tienen que seguir siendo los líderes en sus respectivos campos educativos, en todo el país.
México es muy grande y resolverá los problemas coyunturales que hoy enfrenta, y para ello, el gobierno tiene que continuar aplicando una política de diálogo y tolerancia, pero a la vez, de hacer cumplir el Estado de Derecho, las leyes que nos hemos dado los mexicanos a lo largo de nuestra historia, y cuya aplicación es la que nos hace iguales.
En México amanece el año de 2015; felicidades a todos los mexicanos y a nuestros lectores, en especial.