México, una Nación Imparable
Al cumplirse los primeros tres años de su gobierno, el Presidente Enrique Peña Nieto llega con la convicción de que “México es una nación imparable”.
Y Macroeconomía tiene esa misma concepción; nada ni nadie podrá detener el tránsito venturoso de nuestro país y de nuestro pueblo.
Eventualmente, en su historia moderna, México ha enfrentado problemas grandes, medianos y pequeños, pero siempre ha sabido salir adelante; el trabajo de los mexicanos, sus capacidades intelectuales y morales y su solidaridad social han salido vencedores ante los diversos retos que se han presentado.
En los últimos 100 años, a partir de la Revolución Mexicana, México se ha transformado a gran velocidad: de ser un país esencialmente campesino, a pasado a ser una nación urbana; el 80% de su población vive en ciudades y poblaciones urbanizadas; el nivel de educación se ha elevado notoriamente; la comunicación masiva electrónica es una realidad; la telefonía, la radio, la TV y el Internet comunican a la mayoría de la población y como país ha quedado inserto en la globalización total; en la economía, en la cultura, en la ciencia; y como nación es una de las primeras diez como potencia económica.
Solamente nuestro comercio con los Estados Unidos es de un millón de dólares por minuto: 550 mil millones de dólares al año.
Claro que enfrentamos rezagos y desigualdad social; pero como sociedad no bajamos las manos y proseguimos en la lucha por lograr un mejor nivel de vida para la población pobre.
También estamos en la lucha para neutralizar la delincuencia organizada y la corrupción en diversos campos; pero enfrentamos esos temas, no los disimulamos.
Como país, vamos adelante; nuestro potencial es muy grande y, en efecto, como dice el Presidente Enrique Peña Nieto, “estamos destinados a ser una nación imparable”.