México tiene una oportunidad única de elevar el crecimiento económico y asegurar una prosperidad incluyente, afirma la OCDE
México tiene una oportunidad única de elevar el crecimiento económico y asegurar una prosperidad incluyente de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
México tiene ahora una oportunidad única de elevar significativamente sus tasas de crecimiento económico y asegurar una convergencia de su nivel de vida con el de los países avanzados de la OCDE; reducir la informalidad elevada en el mercado laboral y disminuir los altos niveles de pobreza y desigualdad del ingreso y de las oportunidades. Las impresionantes reformas estructurales recién legisladas (en materia de mercado laboral, competencia, educación, energía, sector financiero, empleo, infraestructura, telecomunicaciones y sistema tributario) pueden tener un impacto económico importante, pero deberán ser acompañadas por acciones decisivas para mejorar el funcionamiento de las instituciones judiciales, fortalecer el Estado de derecho, atender los problemas de seguridad y combatir la corrupción, comentó la OCDE.
Si se implementan a plenitud, estas reformas podrían aumentar la productividad y la inversión, al elevar la tendencia del crecimiento del PIB per cápita anual en hasta un punto porcentual adicional durante los próximos 10 años, dijo la OCDE. Las reformas que establecerán la competencia en sectores tradicionalmente dominados por monopolios podrían ser las de mayor impacto en el corto plazo, en tanto que las reformas al sistema educativo ejercerán efectos más duraderos en el futuro.
Según la última edición del Estudio Económico de México 2015, presentado en la Ciudad de México por Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE, y Luis Videgaray, Secretario de Hacienda y Crédito Público de México, para avanzar en la implementación de las reformas de reciente aprobación, México tiene que adoptar iniciativas ambiciosas para mejorar la administración pública, el sistema de justicia y la seguridad. Esto puede revertir el desalentador desempeño económico de las últimas décadas.
Las reformas, aunadas a la recuperación global, pueden generar un crecimiento anual que alcance hasta un 4% en los próximos años. Converger hacia las mejores prácticas de la OCDE en las áreas de reforma judicial e informalidad podrían aumentar el crecimiento potencial de Mexico en otro punto porcentual al año.
No obstante, existen algunos riesgos para estas perspectivas macroeconómicas y presupuestales a mediano plazo, derivadas de la disminución de los precios del petróleo y el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos. En el corto plazo México está protegido por su marco de políticas y su mecanismo de cobertura financiera. Sin embargo, será necesario emprender acciones adicionales para reducir la alta dependencia de los ingresos petroleros y mantener las finanzas públicas sobre una base sólida. El bajo precio del petróleo debe constituirse en un catalizador para reducir, de una vez por todas, la dependencia de la economía mexicana de esta materia prima.
“México ha iniciado un impresionante esfuerzo para romper con el pasado y colocar a la economía en la senda del crecimiento y la prosperidad compartida”, apuntó Angel Gurría. “Esta ambiciosa agenda hace de México en un ejemplo a seguir por parte de otros países que necesitan reformarse. Sin embargo, la efectiva y total implementación es fundamental y requiere una acción concertada de todos los niveles de gobierno. Requiere también de instituciones sólidas que hagan cumplir las leyes y regulaciones, combatan la corrupción, y doten de niveles adecuados de seguridad para la ciudadanía.”
La OCDE presenta también recomendaciones detalladas para aumentar el carácter incluyente del crecimiento de México, mediante la reducción de la desigualdad del ingreso y de las oportunidades, el combate a la pobreza y el fomento de la participación de las mujeres en el mercado laboral. Dichas recomendaciones incluyen reformas adicionales en el área de educación, promoción del acceso a servicios de asistencia médica y cuidado infantil de calidad, nuevos sistemas de seguro de desempleo y pensión universal, así como la puesta en marcha en su totalidad del programa de transferencias de efectivo Prospera.
“Reducir la desigualdad del ingreso no solo mejora el bienestar, sino que también apoya el crecimiento económico”, indicó Angel Gurría. “Es necesario que los beneficios del crecimiento económico sean compartidos por el grueso de la población y no se concentre entre unos pocos. El proceso de reforma tiene que ayudar a disminuir la lacerante desigualdad y garantizar que todos los mexicanos gocen de la oportunidad de tener éxito.”
En su oportunidad, el Secretario de Hacienda de México, Dr. Luis Videgaray Caso, afirmó que este estudio de la OCDE deja claro que México es el país más reformador entre los miembros de la Organización en los últimos dos años, y destacó que el informe es alentador, al presentar importantes áreas de oportunidad en lo que se refiere a informalidad e inclusión.
El Secretario finalizó agradeciendo a la OCDE por el Estudio y por sus recomendaciones, las cuales contribuyeron a la definición del paquete de reformas estructurales aprobadas en nuestro país, y cuya implementación constituye la primera prioridad para el Gobierno, enfatizando que sus frutos comienzan a hacerse patentes en los bolsillos de las familias mexicanas.