México se une a Estados Unidos y Canadá en la condena a Rusia por la invasión de Ucrania
Declaración México, Estados Unidos y Canadá
Canadá, México y Estados Unidos tienen una estrecha relación basada en prioridades y valores compartidos. Reconocemos que, trabajando juntos como América del Norte, podremos traer nuevas ideas e ímpetu al hemisferio, y nos comprometemos a revitalizar la forma en que abordamos juntos los problemas de nuestro tiempo. Como tres países con perspectivas afines, reafirmamos nuestro firme compromiso con los valores democráticos y nos proponemos trabajar en estrecha colaboración para defender el multilateralismo y el orden internacional basado en normas, apoyar el Estado de derecho, favorecer el crecimiento inclusivo, invertir en el desarrollo de comunidades, proteger y promover los derechos humanos, fomentar la igualdad de género, afianzar la democracia en nuestros países e inspirar el desarrollo democrático en todo el mundo. Hemos trabajado juntos para terminar con la pandemia de COVID-19 y seguimos creando las condiciones para el crecimiento equitativo y el fortalecimiento de la competitividad norteamericana. Con ocasión de la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de América del Norte en Los Ángeles en el día de hoy, nuestros tres países expresan su compromiso de seguir profundizando nuestra alianza y continuar trabajando juntos por la paz y la prosperidad en todo el mundo.
Ratificamos que apoyamos la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y condenamos la invasión que llevó a cabo Rusia, sin que mediara provocación, de su vecino soberano y democrático en violación del derecho internacional. Canadá, México y Estados Unidos han condenado reiteradamente las muertes de civiles que son resultado de la invasión ilegal de Ucrania por Rusia, y manifestaron la importancia de que se observe el derecho internacional, incluida la Carta de la ONU. También destacamos la necesidad imperiosa de permitir y facilitar el paso rápido y sin impedimentos de ayuda humanitaria para los civiles que la necesitan. Estos principios dan sustento a nuestro orden basado en normas. Sostenemos la necesidad de que haya rendición de cuentas en los tribunales nacionales e internacionales pertinentes por los crímenes cometidos, sin excepción, y apoyamos la labor del Fiscal de la Corte Penal Internacional y de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania que estableció el Consejo de Derechos Humanos. Nos une nuestro apoyo incesante al pueblo de Ucrania. También expresamos nuestro compromiso de trabajar juntos para ayudar a quienes sufren en todo el mundo debido a las consecuencias globales de esta invasión, en particular las poblaciones vulnerables que actualmente enfrentan mayor inseguridad alimentaria y económica.
Nuestras respuestas coordinadas a la agresión rusa contra Ucrania, incluidos los llamados a que se establezca una vía diplomática, demuestran la importancia de la solidaridad norteamericana. Instamos a la Federación Rusa a retirar de inmediato a todas sus fuerzas y equipos militares de dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania y a retomar una senda de diálogo y diplomacia. Canadá, México y Estados Unidos —como amigos y socios cercanos en el hemisferio— están decididos a seguir fortaleciendo las relaciones que los unen, una condición fundamental para nuestra seguridad y prosperidad colectiva.
Reafirmamos nuestro compromiso de abordar las causas fundamentales de la migración irregular y la pobreza, y de invertir en la región, priorizando la cooperación para el desarrollo que genere oportunidades económicas para todos. En particular, los tres gobiernos convergen la inversión en iniciativas que redundan en beneficios directos para las comunidades más marginadas. Apoyamos esfuerzos multilaterales orientados al desarrollo de cadenas de valor e infraestructura física en las Américas que generarán empleo y crecimiento con equidad. Sabemos que para responder a la migración irregular en la región se requiere de una estrategia coordinada, y apoyamos la Conferencia Regional sobre Migración, el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones y la visión del Pacto Mundial sobre Migración.
Valoramos que nuestra región tradicionalmente ha acogido a refugiados y migrantes, y reconocemos las contribuciones positivas de los refugiados y migrantes al desarrollo socioeconómico de las comunidades que los reciben. Celebramos los esfuerzos sostenidos de Estados de nuestro hemisferio para asegurar una migración segura, ordenada y regular al acoger a migrantes, brindar vías para la migración regular, promover la integración económica y social local, facilitar los retornos seguros, dignos y voluntarios, y posibilitar la reintegración de las personas retornadas. Nos mantenemos decididos a aprovechar en forma colectiva los beneficios de la migración y, al mismo tiempo, responder a los desafíos que plantea en los países y comunidades de origen, tránsito, destino y retorno.
Estamos convencidos de mantener nuestra cooperación para apoyar y reforzar el proceso democrático en Haití, incluso a través de nuestras acciones colectivas de fomento de una vía política liderada por los haitianos. También estamos decididos a trabajar en forma directa con las Naciones Unidas y con otros socios regionales en la promoción de un crecimiento pacífico, justo y sostenible en todo el hemisferio.
Ratificamos nuestro compromiso de proteger los derechos humanos, en particular de comunidades vulnerables e históricamente marginadas, como las comunidades LGBTQI+ y Dos Espíritus, y las comunidades de afrodescendientes, así como los derechos de los pueblos indígenas. Destacamos asimismo la importancia de la libertad de expresión individual y la libertad de los medios, y abogamos de manera concertada por el fin de la impunidad y la desigualdad.
Nos comprometemos de manera colectiva a tomar medidas enérgicas, prontas y coordinadas para responder a la crisis climática. El cambio climático es una amenaza que se cierne sobre nuestras economías y comunidades, especialmente los sectores vulnerables y relegados. Al trabajar para abordar la crisis climática, reconocemos la oportunidad excepcional de reconstruir una realidad mejor, crear puestos de trabajo bien remunerados y confiables en mercados con crecimiento constante y posicionar a América del Norte como líder global en soluciones de energía no contaminante.
Como países socios en la promoción del desarrollo en las Américas, reafirmamos nuestro compromiso de fomentar las perspectivas feministas, eliminar los obstáculos estructurales e indirectos que enfrentan las mujeres, las niñas y las personas marginadas, e incorporar las perspectivas de género a nuestras prioridades compartidas. Seguimos promoviendo perspectivas feministas que aseguren mayor eficacia, imparcialidad, relevancia y rendición de cuentas en las Naciones Unidas, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Reconocemos el lugar fundamental de los pueblos indígenas en América del Norte, y sus contribuciones a la diversidad y la riqueza de nuestra cultura y sociedad. Aceptamos que la diversidad cultural y la pluralidad lingüística son parte del patrimonio de la humanidad, y asignamos un inmenso valor al legado histórico y cultural de las comunidades indígenas de la región.
Apreciando el legado histórico de las comunidades indígenas, nuestra visión procura conseguir avances genuinos en materia de reconciliación y una relación renovada que se base en el respeto, la verdad, la cooperación, la asociación y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Reiteramos nuestro compromiso indeclinable de que los derechos, los intereses y las aspiraciones de las comunidades indígenas se reconozcan en la toma de decisiones. Nos proponemos trabajar juntos, en alianza con pueblos indígenas de nuestros tres países, para lograr nuestros objetivos de seguridad, protección, bienestar, desarrollo socioeconómico y empoderamiento para todos los pueblos indígenas. También reconocemos que erradicar la violencia contra las mujeres y niñas indígenas requiere de un enfoque holístico, multidimensional y multisectorial.
En el encuentro que mantuvimos el día de hoy, también conversamos sobre la planificación de la próxima Cumbre de Líderes de América del Norte que tendrá lugar en diciembre en México.
Tenemos gran expectativa depositada en nuestra progresiva cooperación durante los años venideros.