En medio de la tormenta económica, política y social, México avanza por el rumbo correcto; así se demostrará en las próximas elecciones del 7 de junio.
Como siempre, desde hace incontables décadas hay grupos y facciones políticas que quisieran que México desbarrancara hacia el caos, con la finalidad de que en medio del desorden, pudiera haber, como se dice, “ganancia de pescadores”.
De esa forma, ilusamente, sectores y pequeños grupúsculos, que la opinión pública conoce, pretenden ahora “que no haya elecciones en el Estado de Guerrero” y hasta dicen que tampoco debería haberlas “en todo el país”.
Están equivocados esos pequeños grupos: México no entrará en el caos electoral y, en cambio, mantendrá el rumbo; el 7 de junio entrante, la nación ratificará una vez más su deseo profundo de progreso, de orden, de libertad y de vigencia plena de un Estado de Derecho.
¿Qué pasaría en Guerrero si se suspendieran las elecciones por el deseo de unos cuántos?, ¿o si se suspendieran en Michoacán o en Oaxaca?
Nada de eso ocurrirá; México es un país grande y fuerte, reconocido en la vida internacional por sus avances en la economía, en la cultura, en la ciencia, en la educación, en el deporte, en la salud, en las finanzas, que siempre aparece entre los diez o quince primeros lugares en los foros internacionales.
Es evidente que en su camino de progreso nuestra nación ha encontrado problemas y obstáculos que siempre son difíciles de resolver; pero la marcha de la nación no se detiene.
Nos contamos entre las primeras y más grandes de las llamadas naciones emergentes, pero al mismo tiempo pertenecemos a los veinte países más importantes del mundo, que actúan dentro de la OCDE, de la Organización Mundial de Comercio, dentro de la OEA, la ONU y que hoy actúa con liderazgo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con Estados Unidos y Canadá.
Así que, pequeños grupos de inconformes, de disidentes, de anarquistas trasnochados, imitadores de modelos extranjeros, no van a descarrilar el país ni las elecciones del 7 de junio, en las que el pueblo mexicano demostrará nuevamente su vocación por la paz, el orden y el progreso.
El combate a la delincuencia organizada continúa sin tregua; después del Chapo, ha caído ahora “La Tuta”, lo que significa una marca nueva en la lucha contra el hampa, que dará mayor seguridad y tranquilidad al pueblo de Michoacán.
Así que, en un clima de libertad, de libre expresión de las ideas, de libertad política y proliferación de partidos políticos nacionales que ahora son un total de diez; en un ambiente político en el que hasta Andrés Manuel López Obrador “El Peje” ha reconocido a la gran institución electoral que es el INE, en el cual ha quedado registrado su partido y ha logrado la obtención de las prerrogativas económicas y políticas que le ofrece la ley electoral, tanto a su nuevo partido como a los representantes legislativos en el Senado y en la Cámara de Diputados; en ese marco de institucionalidad y paz social y política se efectuarán las próximas elecciones federales del 7 de junio, para renovar parcialmente los poderes de la Unión.
Los ciudadanos de México ratificarán el rumbo de país hacia el progreso, la legalidad y la institucionalidad.