“La fortuna de ser maestra, proveedora de esperanzas”
Sandra Maldonado Baur, a sus 88 años recibe condecoración del Parlamento Internacional de la Educación
Quiero agradecer muchísimo a Adriana Hernández del Parlamento Internacional de la Educación y a su Presidente Luis Ruiz por haberme invitado a este evento tan maravilloso de la mujer para recibir el reconocimiento y la medalla de condecoración a la Mujer 2024.
La fortuna de ser maestra.
Proveedora de esperanzas.
Capacidad de vivir en los valores.
El saber reconocer los orígenes.
La capacidad de observar, con el interés de descubrir para encontrar la causa y las necesidades de nuestros alumnos.
A mis 88 años donde las vivencias se descubren y se sienten, siendo parte de una evolución tecnológica y emocional, me abre nuevos caminos, con la idea de tener un sentido en mi historia o en mi propio concepto, a través del servir, teniendo elementos para transformar a nuestros niños y jóvenes deben ser la promesa del mañana.
Un proceso de desplazamiento que te afirma tus acciones con la necesidad de seguir aprendiendo para poder enseñar.
Con el deber de ayudar, se convierte en la necesidad de ganarle al tiempo en mi última etapa de mi vida.
Siempre al ritmo y a la armonía de las bellas artes, consciente del movimiento, a través de la música, la sensibilización los sentimientos del ser humano.
El valor de la palabra como punto de referencia en el desarrollo del pensamiento donde las palabras transmiten ideas, proyectan valores de la acción, lo cual la comunicación será parte de nuestra vida en la armonía de los sonidos, se hace una realidad a través de las emociones, esto que surge dentro de mí, es tener un sentido de vida y una conciencia en la realidad del ser humano, sin embargo, no todos los seres humanos pueden percibir los diferentes sentimientos ya que sus cargas genéticas y diferentes ambientes reafirman su individualidad.
La sociedad le permite al ser humano convivir con una riqueza cultural, expresión sublime unido al lenguaje universal que transforma fronteras y es cuando los maestros deben de aprovechar e involucrar el aprendizaje con la belleza del arte, reafirmando con el pensamiento y la acción al servicio de la comunidad.
Tocando el alma del niño se manifiesta sus emociones en el aprendizaje, unificando armoniosamente una obra de arte en el pensar, sentir y actuar.
En la ONU los jóvenes y las nuevas generaciones con la Cumbre y el Pacto del Futuro serán el eje de respeto, equidad, justicia y dignidad y así encontrar el camino hacía una cultura de paz.
La imaginación nos ilumina para ser capaces de expresar a través de la palabra los colores, la armonía dando forma, movimiento y sustancia a lo imaginable, siendo el ritmo el lugar de nuestros latidos y su silencio nos permita llegar a tocar el alma de los niños.
El punto que se transforma en línea ocupando el espacio hasta el infinito de la creación, plasmando un mundo imaginario con matices de armonía, del espacio los contrastes hablan en silencio.
La lluvia fecunda, se derrama en 193 países donde la labor del maestro y del alumno a través de la Agenda 2030 y los objetivos y metas de desarrollo sostenible, forjarán un sólo corazón para estos pueblos que deben conocerse y amarse con una sola bandera de fraternidad y de paz mundial, basándonos en los Derechos humanos y la sustentabilidad del planeta.