Cuando el Presidente Enrique Peña Nieto anunció el lunes 28 de abril una inversión gigantesca en infraestructura (7.7 billones de pesos), abrió una ventana de oportunidades y de respiro para la economía nacional.
Se crearán adicionalmente a lo esperado 350 mil empleos anuales, lo cual constituye una amplia respuesta a las necesidades planteadas por la juventud mexicana que se ha visto envuelta en los últimos años en las sombras del desempleo.
De esa enorme cantidad de dinero, más de la mitad (3.9 billones de pesos) se destinarán al sector de energía, es decir a lo relativo a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad.
Si en sus seis años de gobierno el Presidente Enrique Peña Nieto solamente lograra este propósito de inversiones públicas y privadas por una cantidad tan grande como son 7.7 millones de millones de pesos, habría justificado su gobierno; pero si a eso se suma la necesidad de pacificar el país y combatir el crimen organizado hasta acabar con las bandas de delincuentes, en este sexenio, habrá hecho el mejor papel presidencial habido en muchos, muchos años.
Es notable que el Primer Magistrado, Enrique Peña Nieto, esté encontrando un firme apoyo en estos propósitos, en amplios sectores de la población, que incluyen a empresarios, a gran parte de trabajadores organizados y sindicatos, apoyo que se irá ampliando en las clases populares, en la medida en que se sienta el aumento en el empleo, en el nivel de ingresos y, como ya hemos dicho, en la seguridad pública.
Es claro, como lo ha advertido el propio Jefe del Ejecutivo Federal, que el avance de México y los resultados de las Reformas Estructurales, se irán viendo poco a poco y requerirán un amplio lapso de tiempo, para comprobar sus efectos positivos; así que la mejoría nacional tendrá que percibirse poco a poco por la población.
NUEVAS ESTRATEGIAS EN SEGURIDAD
En cuanto a la seguridad pública, el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto ha puesto en marcha nuevas estrategias, como en Michoacán, donde se ha abierto a la incorporación de los llamados “autodefensas”, para que ayuden en la persecución del crimen organizado y se conviertan eventualmente en “guardias rurales”, en apoyo de las fuerzas federales.
Es válida toda nueva estrategia que se desarrolle dentro de la legislación vigente, especialmente, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Al paso que va, el Presidente Enrique Peña Nieto irá encontrando más y más apoyos y reconocimientos de los sectores sociales conscientes y racionales, que observan el esfuerzo que está haciendo por mejorar la vida interna de México y darle una nueva imagen a nuestro país en el exterior.
De otro lado, siempre habrá grupos inconformes, escépticos y hasta anarquistas, que si no fueran tan dañinos estos últimos parecerían ridículos ante la población.
Tampoco hay que olvidar que hay pequeños grupos representantes de grandes intereses económicos que tampoco están contentos por la decisión, ésta sí valiente, del Gobierno actual, de terminar con los monopolios, cualquiera que sea su ramo y su nivel.
LIC. MAURO JIMENEZ LAZCANO,
Director General de la Revista Macroeconomía