Homenaje luctuoso al Director de Cine Servando González Hernández, en la Cineteca Nacional
Con grata velada que tuvo como punto principal la proyección de la película Viento negro, la Cineteca Nacional y La Central de Abasto, CDMX conmemoraron el décimo aniversario luctuoso del cineasta Servando González Hernández (1923-2008) quien a través de su filmografía aportó al cine mexicano una visión interiorista de sus personajes magistralmente ligadas al entorno con una visión social, descriptiva y antropológica.
Al evento asistieron miembros de la comunidad cultural, cineastas, invitados especiales, público en general, amigos y familiares de González Hernández, se proyectó Viento negro, estrenada en 1964 en la que se abordan los avatares del equipo de construcción de la red ferroviaria del desierto de Altar en Sonora.
Durante la reunión, se recordó que Servando González inició en el cine en los Estudios Clasa y posteriormente designado jefe del laboratorio de los Estudios Churubusco, asimismo se mencionó que fue el fundador del Departamento de Cine de la Presidencia de la república en el gobierno del presidente Adolfo López Mateos.
Sus documentales sobre la participación de México en distintas ferias internacionales le valieron el reconocimiento de la crítica europea y varios premios. Luego de prepararse en Hollywood, inicia una brillante trayectoria con Yanco, estrenada en 1960 la cual recibió múltiples premios.
En 1962 dirige Los mediocres, en 1963 El asesino de tontos (The fool killer), en 1964 Viento negro, en 1966 El escapulario, el hijo pródigo en 1968, de qué color es el viento en 1972, El elegido en 1975, Los de abajo, Las grandes aguas, El último túnel 1986.
En su afectiva remembranza, Servando González Muñoz, hijo del cineasta, recordó a su padre como un profesional que dedicó su vida al cine mediante una labor perfeccionista para lograr las escenas proyectadas, labor que iniciaban con la adaptación del guion, la búsqueda de la locación exacta, la elección del reparto, y la edición.
A Servando González Hernández le sobreviven sus hijos Alicia, Rosalinda, Servando, Ángel y Alejandro González Muñoz, quienes recordaron a su hermano Gustavo ya fallecido.
Como parte del homenaje del Décimo Aniversario, esta misma película se proyectó el miércoles 24 de octubre a las 12:00 horas en La Bodega del Arte de la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA CDMX), que administra el Licenciado Sergio Palacios Trejo y quien ha impulsado, la cultura y el arte en el mercado más grande del mundo, pintando murales, que han hecho de esta Central un punto turístico, por lo que se le entregó el premio EXCELENCIA, en Madrid, España.
Durante la presentación en la Cineteca, el maestro José Antonio Valdez Peña (el Golden Boy), a nombre del Director General de la misma, Dr. Alejandro Pelayo Rangel dio la bienvenida a los invitados y recordó, que esta joya de la cinematografía se estrenó un 23 de diciembre de 1965 en el cine Roble, permaneciendo casi 6 meses con multitudes que rompieron record de taquilla.
Sergio Reynoso a nombre de la familia del gran actor, recordó algunas anécdotas, mencionando que originalmente el papel era para Anthony Queen, pero que finalmente y por suerte lo tuvo su padre, ganándose el apodo de “EL MAYOR”.
Al término de la proyección L.A. Cetto ofreció un vino de honor en las terrazas, donde pudieron comentar los asistentes la impactante cinta, entre otros se dieron cita, Lolita Ayala, Víctor Lichtinger (representante del Gobierno de Michoacán en la CDMX), Sebastián González Núñez, Abigail González Herrera y Enrique Rosas (nietos de Don Servando), Verónica Murillo, Natalia Reynoso, Camila Reynoso, Soraya Bulhosen, David Agrasánchez y otras personalidades.
Viento Negro
Con argumento de Mario Martini, basado en hechos reales, la cinta relata la hazaña del grupo de ingenieros y obreros encargados de trazar la conexión del ferrocarril entre el sur y el norte. Manuel Iglesias (David Reynoso), hombre rudo y curtido por el trabajo es el líder de la cuadrilla de obreros y quien labora en medio del conflicto emocional por la separación de su esposa y su repercusión en la relación con su hijo recién graduado de ingeniero civil quien también se incorpora al proyecto.
En una de las misiones de exploración, su hijo y tres obreros, entre ellos su mejor amigo, se pierden en el desierto, de forma tardía, Iglesias sale en su búsqueda en medio de las inclemencias del desierto mexicano, los encuentra muertos pero descubre los apuntes con las coordenadas por dónde debía tenderse la vía con lo que se logra cumplir la misión.
De esa forma llega el día de la celebración de la unión de las dos rutas en que también se rinde homenaje a los caídos, Iglesias ya no siente motivación para vivir, ha perdido a su familia, a su amigo y la misión de partir el desierto en dos ha concluido.
Inicia el camino para adentrarse al desierto en una caminata suicida cuando un niño sin padres que había estado cerca de él durante los trabajos lo trata de detener, lo rechaza, pero descubre que el niño no desea que muera, se abrazan, ríen y juntos corren para alcanzar a uno de los trenes que parten en el viaje inaugural.