Fracasará el intento de dividir a los mexicanos por razas, clases sociales o ideologías
La historia nos ha convertido en ciudadanos de plenos derechos
VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA ENTREVISTA PARA RADIO UNIVERSIDAD ANÁHUAC CON EL PERIODISTA JORGE ARIAS DEL PROGRAMA “MESA REDONDA” AL LICENCIADO MAURO JIMÉNEZ LAZCANO, 04 DE OCTUBRE DE 2021.
J
ORGE ARIAS (JA). – Amigos como están, como la están pasando; amigos, espero que bueno pues, la pérdida del WhatsApp del Instagram y del Facebook no haya horadado sus vidas y haya dejado huella permanente; yo creo que es algo que podemos superar, siempre está el Telegram y siempre hay otras opciones que podemos utilizar para suplantar al WhatsApp.
Amigos, hoy tenemos un programa bien interesante, con nuestro gran y épico amigo, Mauro Jiménez Lazcano, él es un prócer de la patria; como ustedes saben, él es director de la Revista Macroeconomía y él es miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; es una sociedad de historiadores brutal, grande, épica; esta Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, es de verdad algo que ustedes cuando tengan tiempo, métanse a internet pónganle Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y sólo los grandes y los épicos pertenecen a esta gran asociación, precisamente porque escudriñan en los anaqueles más lejanos del tema de la historia de México y mi querido Mauro Jiménez Lazcano, pertenece a esta gran organización, entre otras muchas a las que pertenece; pero en este caso y como vamos a hablar de historia, a mi me gustaría destacar precisamente esta parte; mí quiero Mauro; cómo estás mi amigo, cómo la estás pasando.
Lic. Mauro Jiménez Lazcano (MJL). – Hombre, queridísimo Jorge te doy muchas gracias por esta presentación tan amable que haces y desde luego, pues te agradezco mucho lo de prócer y eso, pero, sé que me lo dices con cariño
JA. – Y con afecto que se te quiere
MJL. – Lo que pasa es que todos los mexicanos estamos muy interesados, precisamente terminando el mes de la patria en eso; todos los mexicanos, como decía Napoleón: “Llevamos en la mochila el bastón de patriotas”; de mexicanos amantes de su país; todos somos soldados de la patria
JA. – Mauro fíjate que qué bonito que dices eso, “Todos somos soldados de la patria” y tienes toda la razón; hay una peculiaridad, yo no sé si pase en todos los países, supongo que si, y México no sería la excepción; somos amantes de nuestro país; nos gusta nuestra gente; nos gusta nuestras costumbres; nos gusta nuestra comida; nos gusta nuestros paisajes, nuestras playas, nuestras montañas, nuestros desiertos; somos amantes de todo lo que lo que significa México
Y bueno, muy peculiarmente en esta Presidencia, con el señor Andrés Manuel López Obrador, ha levantado mucho otro ingrediente que nos gusta mucho a los mexicanos, y que es la historia; la historia de nuestro país, una historia muy rica, una historia muy basta, una historia donde se mezclan una cantidad de culturas; es una fusión de culturas extraordinaria de la que somos fruto; hay una historia de los mayas verdad, que venían desde allá de California, cómo le decían, le llamaban “Aztlán” verdad, que todavía no se sabe
MJL. – Si, los aztecas y los Mayas también, pues si tenían un origen muy local, pero con mucha relación con las culturas olmecas y estaban muy ligados ahí si; pero los Aztecas concretamente, si venían de Aztlán, sí
JA. – Que son culturas que compiten en tiempos, en edad, quizá con la de Faraones
MJL. – Son más jóvenes yo creo, en Egipto, las ruinas por ejemplo de Luxor, las propias pirámides, fueron hechos miles de años antes de Jesucristo y nuestras culturas, concretamente la Azteca, aquí se fundó Tenochtitlán en 1325, porque han dicho que fue en 1321, pero históricamente se fundó en 1325.
JA. – ¿Y los Olmecas?
MJL. – Los olmecas son más antiguos, son los más antiguos probablemente; unos 500 años antes de Cristo
JA. – Si verdad y así parece; oye Mauro, platícanos una cosa; hemos estado platicando antes de entrar al programa, sobre el tema de la historia más reciente obviamente; ahorita nuestro Presidente López Obrador ha puesto de moda, en el ambiente, la conversación de la fusión de las razas que hubo una vez que llegaron los españoles.
Me parece que él divide; él hace una división de los mexicanos caray, como si fuera un poquito la raza indígena oprimida y destruida por la española, que no fue el caso; en Estados Unidos sí destruyeron todas las razas y las tribus que hubo allá; las destrozaron y las que quedaron, las pusieron en lugares horribles; sin embargo, aquí en México, hubo una fusión, se casaron, tuvieron hijos, tenían apellidos españoles, amaban a sus mujeres, amaban a sus hijos, los hijos amaban a sus padres, una función yo diría perfecta, de este encuentro de civilizaciones, la civilización del continente americano, con la civilización del continente europeo; platícame un poquito de esto.
MJL. – Yo estoy absolutamente de acuerdo con lo que dices, así fue; fue un choque de civilizaciones, claro muy dramático, muy fuerte, pero, de ese choque de las dos grandes culturas, las primigenias de nuestro país, quiero decir, las que habitaban aquí, con la cultura europea, particularmente la ibérica; esto también trae a cuentas por ejemplo, el descubrimiento que hizo Colón; por eso, no se entiende muy bien, por qué quitan su estatua, ahí sobre Reforma, porque Colón descubrió el Nuevo Mundo; que fue una cosa fantástica, nadie ha hecho eso, no ha habido ninguno así, un descubrimiento tan grande, tan valioso como el de Cristóbal Colón, bueno, digo yo que, ni la conquista de la Luna o de Marte es tan importante; el descubrimiento de América, fue uno de los acontecimientos mayores de la humanidad; un Nuevo Mundo.
Claro ya, avanzando que llega aquí Cortés a nuestro territorio o el territorio que habitaban, llegó por el sureste y luego subió a Veracruz y lego se traslado hasta el Valle de México, pasando por Tlaxcala y claro la caída de Tenochtitlán en el año de 1521, si fue muy dramática, muy sangrienta y relata Cortés, en su primera carta, que murieron como 50,000 mexicanos o mexicas
Pero, Cortés venía acompañado de muchísimos soldados o guerreros para decirlo mejor, de Tlaxcala, Texcoco, texcocanos, Cholultecas, Chontales inclusive trajeron algunos del sureste también venían y se unieron a Cortés; bueno la Malinche misma, era una mujer del sureste mexicano, de Tabasco; venían incluso, se relata, llego a traer Cortés como a mil guerreros de Cuba, digamos nativos de Cuba, indígenas de Cuba como guerreros a pelear contra los aztecas; por eso, ese día del trece de agosto de 1521, fue tan dramático, porque acompañando a Cortés se había preparado toda una guerra muy grande, se habían construido trece bergantines con los que se combatió a las chalupas, a las canoas de los mexicas y sí, en ese día murieron, relata Cortés, 50 mil mexicas aproximadamente, dice; el hedor era tan grande que el propio Cortés decidió irse a vivir a Coyoacán y como todos sabemos, haya fundó su casa con la Malinche y todo lo que después que paso.
Esa es la parte dramática, pero la parte vital y digamos la parte que nosotros tenemos que estar conscientes, es que se creó una nueva civilización y no sólo una nueva civilización, una nueva raza que somos nosotros, y que Vasconcelos el gran ideólogo y educador mexicano, la calificó como la raza cósmica; y con eso, recordemos que fue el autor de la frase que usa nuestra Universidad, ahora Nacional Autónoma de México y que es “Por mi raza hablará el espíritu”; o sea, somos una nueva raza los mexicanos; se quiera o no se quiera, se reconozca o no.
Y en estos 500 años, que no fuimos una colonia, fuimos un reinado, nosotros en nuestro territorio, la raza que se creo vivió en lo que se llamo, el reino de la Nueva España; cuyo territorio se comprendía desde lo que todos sabemos, desde el norte de California, Texas, Arizona, llegamos en parte a los límites en Nueva Orleans y, por el sur, llegamos hasta Panamá, en los límites con lo que ahora es Colombia; de tal suerte que, fuimos un reino muy basto y muy rico, tanto que cuando llegó aquí el Barón de Humboldt declaró que la ciudad de México era la Ciudad de los Palacios, era una ciudad sorprendente; en el año de 1791-92, fue creado el Colegio de Minería, pero la Real y Pontificia Universidad de la Nueva España fue creada en el año de 1561, de tal suerte que estamos cumpliendo hoy precisamente un aniversario muy grande de la fundación de la Universidad, que ahora es Nacional Autónoma de México.
O sea, fuimos un reino muy grande, muy reconocido, muy rico, y por eso, la Independencia de nuestro país, fue muy grande y marca una nueva época; claro que se hizo en paralelo a la independencia de las naciones no de Centroamérica, que pertenecía a nosotros, sino de Argentina, de Colombia, de Perú del que también era un reino
De tal suerte que la historia mexicana se hizo muy rica; claro que, en el transcurso del tiempo en la Nueva España, llegando y habiendo tantas razas en nuestro territorio, se clasificaron en la práctica varias castas de todas las mezclas que se crearon, llegaron a ser 14 castas reconocidas de diversos nombres, que no hay que repetir, porque no tiene caso; pero que, al fundirse, produjeron lo que somos ahora nosotros los mexicanos, los mestizos.
Fuimos un perol de mestizaje muy grande y que nos llevó a crear lo que somos ahora nosotros, una raza maravillosa, creativa, trabajadora, abierta, liberal, que paso desde luego por muchas etapas de sacrificio que implicó la propia Independencia de nuestro país.
Después de la gran lucha de independencia en que, bueno hay que estar conscientes de que, Don Miguel Hidalgo decretó en Guadalajara, la libertad de los esclavos y después la sostuvo, Don José María Morelos y Pavón, en: “Los Sentimientos de la Nación”, se creó una nueva raza libertaria y que, durante todo el siglo pasado, estuvimos creando una nueva nación, muy grande y poderosa, tanto que tuvimos la fuerza suficiente para combatir a la invasión francesa y para expulsar a esa fuerza militar que había enviado Napoleón III, pero que pudimos vencer, al emperador que aquí se había constituido.
JA. – Cuando México se empieza a desprender, no digo la Independencia, pero en la mente de los mexicanos, cuándo empieza a distanciarse del viejo continente y empezar a tener ya una personalidad propia; desde tu punto de vista.
MJL. – Si, en efecto, fue ese momento precisamente; fue dese 1808 a 1810 por una causa muy efectiva, muy eficiente, que fue la invasión a España por parte de Napoleón I; que Napoleón era el emperador entonces de Francia, envió a su hermano, José, “Pepe botella”, así le llamaban a José Bonaparte, a reinar en España, con engaños mandó traer a Carlos IV que era el papa de Fernando VII, los llevó a Francia y ahí les pidió que abdicaran a favor de su hermano Napoleón.
Entonces, es ahí donde nace la idea de la Independencia, porque, los españoles peninsulares que vivían aquí y junto con los criollos, como era Don Miguel Hidalgo, consideraron que, al haber sido destituido el rey Fernando VII, no les quedaba más que independizarse y como dijo Don Miguel Hidalgo, pues salir a hacer la guerra de independencia; ahí nació la idea de un nuevo país y así fue, la desarrolló Don Miguel Hidalgo y a su muerte, que murió muy pronto, el 30 de julio de 1811, fue fusilado en Chihuahua, había sido aprehendido en Acatita de Bajan y su cabeza fue puesta en la Alhóndiga de Granaditas, enjaulada, durante 10 años estuvo exhibiéndose en la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato junto con otros de sus colaboradores.
Pero, eso dio lugar a nuestra Independencia; la guerra de diez años que duró, en la que llegaron a un acuerdo famoso, el Plan de Iguala y con el “Abrazo de Acatempan” que se llama, de Iturbide con Don Vicente Guerrero y entraron en la ciudad de México, precisamente el 27 de septiembre de 1821, entró a caballo Iturbide como fue representado ahora en el zócalo hace unos días, y con Vicente Guerrero también.
De tal suerte que después se le hizo fácil a Don Agustín de Iturbide coronarse Emperador de México y se creó el primer Imperio Mexicano; fue a la Catedral y ahí se coronó; vivió en el palacio nacional también le gustaba, porque como todos los virreyes habían vivido en palacio nacional, dijo Iturbide: “Pues yo también me voy al Palacio Nacional”, y ahí vivió, pero los historiadores señalan que se le hizo muy incómodo, porque ya estaba en ese entonces muy deteriorado el Palacio Nacional, tenía malos olores y ahí estaba el taller de la moneda, donde se fabricaba la moneda y pues no lo sintió que fuera muy agradable vivir ahí y entonces Iturbide se fue a vivir a otro palacio, que ahí está su nombre, era la ciudad de los palacios; recuerden que Humboldt había llegado en 1806 a la Ciudad de México y dijo: “Es la Ciudad de los Palacios”, era una ciudad maravillosa, de edificios sensacionales, que hoy todavía disfrutamos.
JA. – Y ya que palacio se fue a vivir
MJL. – Esta ubicado muy cerca del zócalo, en las calles que hoy se conocen como Francisco I, Madero en el número 17, esta entre las calles de Simón Bolívar y 16 de Septiembre, se conserva hoy y alberga uno de los centros de cultura más importantes y se le ha agregado el nombre del “Palacio de la Cultura”, y que promueve Fomento Cultural Banamex
JA. – Oye y otra pregunta, Mauro, siempre he tenido yo la duda; por qué España bajo el reinado de José Bonaparte, no intentó reclamar esos territorios tan bastos que eran en América
MJL. – Sí, si lo intentaron después, porque regresó Fernando VII; muerto Napoleón I, que murió el 5 de mayo de 1821, el Imperio de Napoleón I duró hasta 1815 y luego murió en Longwood, en la Isla de Santa Elena; a su muerte regresó el Imperio a Francia y regresó Fernando VII a España, hubo intentos de recuperación del territorio mexicano, de hecho hasta 1836; hubo antes unos acuerdos en Veracruz, con los Tratados de Córdova, para declarar ya definitivamente la independencia de nuestro país, y que firmaron Agustín de Iturbide, Comandante del Ejército Trigarante y Juan O´Donojú, que era el Jefe Político Superior de la entonces Provincia de la Nueva España, pero hubo intentos de retorno para recuperar nuestra nación, hasta que en 1836 con el Tratado Santa María–Calatrava, que fue un Tratado internacional celebrado entre México y España el 28 de diciembre de 1836 por el cual la monarquía española reconocía la Independencia de México como “Nación libre, soberana e independiente”.
Y sí, después vino una misión del Emperador francés Napoleón III, descendiente de Napoleón I, que pues se le hizo fácil invadir a México, para reclamar deudas, y mando a todo su ejército francés, y después paralelamente mexicanos solicitaron al archiduque austriaco, Maximiliano de Habsburgo, viniera a ser el Emperador de México, cosa que aceptó, primero lo dudo un poco, pero luego lo aceptó y estuvo aquí tres años, que fue el Segundo Imperio Mexicano, y que también tuvo una parte muy dramática, que fue toda la parte final; primero fue un gran disfrute por parte de Maximiliano, disfruto mucho el poder, entonces apoyado por el ejército francés, con el Mariscal François Achille Bazaine, y fue una etapa, pues digamos muy específica, muy especial en que, Juárez anduvo por otro lado huyendo, fue toda su trayectoria hacia el norte, sufrió mucho, llegó a Nueva Orleans y hasta que regresó y pudo recuperar la República, pero a través de toda una etapa muy dramática, ya que, cuando Napoleón III, mandó retirar todo el ejército francés de nuestro país, Maximiliano se quedó sin sustento militar, excepto, el ejercito que se había integrado a su alrededor y que mandaban Márquez, Miramón y Mejía; hubo generales muy famosos junto a Maximiliano, generales mexicanos; pero hubo un militar y compadre de él a quien se le atribuye haberlo entregado a Escobedo, que se llamó Miguel López, que lo acusan de haber traicionado a Maximiliano y haberlo entregado a Mariano Escobedo en Querétaro.
Maximiliano, cuando se retiraron las fuerzas francesas, se había adelantado Carlota a pedirle a Napoleón III que no abandonara a México, que regresara al ejército francés, pero Napoleón II dijo que no, que ya tenía otras cosas y que no había ni un franco ya para Maximiliano, ni un soldado; esa fue la frase que le atribuyeron a Napoleón III, que esta escrita y que dice: “Ni un franco, ni un soldado”.
Y entonces, pues Maximiliano decidió desalojar el castillo de Chapultepec y retirarse con toda la aristocracia, el equipo que giraba alrededor de él, hacia Veracruz, pero se detuvo en Orizaba, donde se dice que recibió una carta de su mama, la Emperatriz Sofía, en donde le decía que, pues le sugería que mejor se quedara aquí en México porque había política allá en el Imperio Austrohúngaro al que ellos pertenecían y como que él ya no tenía cabida ahí, no tenía ya papel que desarrollar en la Corte.
Entonces Maximiliano, digamos, lo sintió mucho eso que le estaban mostrando que no era necesario ya en Austria y eso, junto con el convencimiento que lograron quienes digo, Leonardo Márquez y Miguel Miramón y otras gentes que estaban junto a él, le dijeron que podían vencer a Juárez, a los ejércitos republicanos mexicanos y lo creyó Maximiliano, entonces, regresó de Orizaba hasta llegar a Querétaro, donde sabiendo ya el ejercito juarista que estaba en Querétaro, Mariano Escobedo lo sitió durante 90 días, creando hambre y sed en la ciudad hasta que Maximiliano decidió rendirse
Hay dos versiones que dicen una, que él decidió rendirse y usó entonces a Miguel López para decir que se rendía, pero que, lo dejaran escapar, le mandó decir a Escobedo que lo dejara escapar y aparentemente, hubo un acuerdo con Miguel López pero, cuando salía Maximiliano fue aprehendido y, entonces ya fue digamos que encarcelado ahí, en el convento de Querétaro; ahí estuvo un tiempo, luego él, fue juzgado, tuvo un juicio muy serio, con siete jueces; el presidente de ese jurado se llamó Platón Sánchez, que era un veracruzano cuyo nombre lleva un pueblo todavía allá en Veracruz, Platón Sánchez.
Y dicen que la votación, los historiadores, fue de tres contra tres; tres lo consideraban que debería ser liberado, pero tres lo condenaron y Platón Sánchez dio el voto de calidad para que fuera condenado y fusilado; Platón Sánchez murió poco tiempo después, a manos de ex soldados de Maximiliano fue ejecutado.
Pero, Maximiliano fue ejecutado en el cerro de las campanas, junto con Miramón y Mejía; se dice que, cuando llegó ante su pelotón, Maximiliano, que señalan que estaba formado por seis fusileros, a cada uno le dio una moneda de oro solicitándole que no le tiraran a la cara, porque les dijo: “Mi madre, la emperatriz Sofía, me va a ver” y se dice que los fusileros, aceptaron esta condición y le tiraron el pecho.
Maximiliano fue embalsamado allá en Querétaro, y traído después a la Ciudad de México ya en muy malas condiciones del embalsamiento y aquí, se le volvió a embalsamar; y fue cuando, se narra que, lo fue a visitar al cadáver, Don Benito Juárez y algunos miembros de su gabinete, ahí, a donde estuvo recientemente el Senado, que es el palacio de Xicoténcatl, ahí estaba el cadáver de Maximiliano; y ya de ahí, se lo llevaron a Veracruz, hasta donde llegó y se lo llevaron hasta Viena, donde lo recibió su madre, la Emperatriz Sofía; una cosa muy dramática y si me permites un segundito, Carlota, que era una mujer muy joven, duró 60 años viuda; murió Carlota el 19 de enero de 1927, en el Castillo de Bouchout, en los alrededores de Bruselas; pero si perdió la razón, se lo habían comunicado a Maximiliano que había perdido la razón y eso le dolió muchísimo; eso también lo entristeció mucho, dicen los que narran esos momentos.
JA. – ¿Por qué perdió la razón?
MJL. – Carlota perdió la razón porque no le hicieron caso; Carlota le pidió al emperador, Napoleón III, que no los abandonará aquí en México, que los sostuviera con el ejército francés, a lo cual ya se negó Napoleón III; y entonces, eso la hizo enloquecer, porque en la corte austriaca y en las cortes europeas, ya había perdido valor, y ella se había sentido muy abandonada; perdió la razón y vivió en Roma, ahí vivió ya toda esa parte de su vida, y se dice que tomaba agua de la Fuente de Trevi, porque una de sus ideas fijas, que caracteriza a quienes pierden la razón, era de que la iban a envenenar y entonces, tomaba agua de las fuentes de Roma; y también, dicen que, amarraba una gallina a su cama, para comer huevos de esa de esa gallina, para que no le envenenaran y comer carne de esa gallina; esta escrito eso, por diferentes historiadores; entonces sí, en efecto, Fernando del Paso, en “Noticias del Imperio”, narra mucho de esos detalles, y recientemente, algunos otros autores; hay una colección de autores, que tratan sobre todos esos detalles; muy dramático ese punto.
JA. – Ahora, viene la situación de, el gobierno ya desprendido totalmente de Europa, y es donde entra una siguiente etapa muy importante, donde México, ya siendo México, no dependía de Europa y se enfrentaba a que pues, “Había crecido el niño”.
MJL. – Así es, tienes toda la razón; hay que recordar que, antes de la llegada de el Emperador Maximiliano, habíamos tenido la guerra con Estados Unidos, la invasión norteamericana; la guerra de Texas, la pérdida de los grandes territorios mexicanos; y había, con la pérdida de los territorios mexicanos, los historiadores señalan que, vino una gran tristeza en el país; hubo una depresión psicológica de los mexicanos, lo cual es muy razonable de pensar y de creer
Vino toda esa guerra intestina, la guerra de tres años y hasta que, Juárez recupera la nación, recupera la República y viene esta etapa juarista de 12 años; lo sustituye Sebastián Lerdo de Tejada, que fue un gran presidente, que hay que reconocer; eran hombres que reconstruían el país, hicieron la Constitución del 57, que era una Constitución muy adelantada y bueno, después dentro de las diferencias y guerras intestinas, vino Don Porfirio Díaz, que dejó brevemente como sucesor, a Manuel González, lo dejó por un periodo y, Manuel González fue rechazado por la gente, hizo un mal gobierno; lo recupero entonces Porfirio Díaz y duró como sabemos hasta 1910
Pero Porfirio Díaz, reconstruyó el país; volvió el país al desarrollo económico, a la economía internacional, durante toda esta etapa se construyeron, desde Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, se construyeron los ferrocarriles de México, para unir al país, y también, para exportar minerales y mercancías hacia los Estados Unidos.
JA. – Mauro una pregunta, en este inter, estamos hablando de que los mexicanos habían sido, como ya lo habíamos mencionado, habían sido los invadidos; y de repente, en esta historia que ya hemos contado, se empiezan a entremezclar, no había un racismo, no había una situación de que, ellos son los indios y nosotros los europeos, sino que, eran gentes con las que estaban a un continente de distancia y tenían que convivir, tenían que hacer familias; se mezclaron, se entremezclaron entre cubanos, entre colombianos, entre hondureños, digo, las tierras que hoy conocemos, pero antes se llamaban de otra manera; y hoy día, a partir yo creo que ya, a la altura de principios del siglo XX, ya estaba muy superado aquello de la mezcla de los españoles con los indígenas, estoy en lo correcto, ¿verdad?
MJL. – Efectivamente, así es; naturalmente en todo este lapso, pues existieron clases sociales, clases acomodadas; había y se crearon aristocracias como dije, sobre todo en tiempos de Maximiliano, se creo una aristocracia, nacieron los bancos, empezaban a hacer los bancos, había comerciantes, hacendados; se creaba la nueva raza mexicana; de tal suerte que, cuando vino la Revolución Mexicana en 1910, y luego la Constitución de 1917, que promovió Don Venustiano Carranza, pero que se hizo en Querétaro, con toda la participación; se dice que Don Venustiano Carranza mandó un proyecto y la Constitución de 1917, fue otro proyecto; o sea, le hicieron muchas modificaciones a la iniciativa de Don Venustiano Carranza.
Y, en esa máxima carta mexicana, el ser mexicano era un signo de igualdad y nos señalaba como mexicanos, a todos los nacidos en el territorio mexicano; claro, se fueron haciendo luego adecuaciones, para los viajeros, el derecho de los mexicanos que nacían de padres en el extranjero; pero el principio era que, todo el ser humano, por el hecho de haber nacido en el territorio mexicano, eran mexicanos y nunca se mencionó, desde Morelos y Pavón, hasta la Constitución de 1917 y después, la existencia de razas y clases sociales en nuestro país, para nada; los mexicanos somos iguales, para todo; tenemos los mismos derechos, las mismas obligaciones; y no hay diferencia entre un mexicano, por ninguna razón; eso es lo que se ha ganado en toda esa evolución de la nación mexicana, y en eso estamos; por eso es muy necesario, pienso yo, que se mantenga la unidad de los mexicanos; es muy importante no caer en ningún prejuicio, en ninguna razón para estar dividiendo a la nación mexicana en clases medias, clases altas, clases bajas en blancos, afro mexicanos, pues no sé de qué hablan, eso no existe en la Constitución.
JA. – Y en la mente de los mexicanos tampoco existe, esto que está pasando y que quizá sea como algo artificial.
MJL. – Sí es algo que no está en el carácter de los mexicanos; todos cuando hemos ido a las escuelas, desde la primaria, desde el kínder, hasta la universidad, pues son nuestros amigos; yo nunca me fijé en el color de ojos o en el color de la piel de mis amigos, de mis amigas y ustedes tampoco; ni en la manera de hablar, ni de dónde venían; si venían de Durango, o si venían de Tijuana, o si venían de Sonora, o si venían de Tabasco, de Yucatán, de Chiapas; nunca hubo diferencia en nuestras escuelas.
JA. – Qué es lo que hace que hoy este surgiendo esta diferencia; está cambiando algo en el mundo, en la percepción de los mexicanos, quizá gente que está viniendo de otros países emigrando hacia Estados Unidos; ¿qué está pasando?
MJL. – Pues sí, yo siento una pues como, que se intenta en alguna forma extraña, una división de entre los mexicanos; como una división entre malos y buenos; entre ricos y pobres; entre blancos y morenos y pues eso, a mí se me hace muy artificial; que eso no ocurrirá, no se logrará una división de la nación mexicana; en ese sentido, todos sabemos que ya en este momento, en nuestro país, habemos ya de todas las razas, tenemos todos amigos de ascendencia japonesa, china, libanesa, turca; bueno, al General Plutarco Elías Calles, le decían “El turco”, porque sí, provenía de una familia turca, pero era tan mexicano, como Porfirio Díaz.
Hay que recordar una cosa muy extraña; Porfirio Díaz se llamaba, José de la Cruz Porfirio Díaz Mori; y Mori, es un nombre japonés, que significa “Bosque”, es una cosa muy simpática; y si uno observa un retrato de Don Porfirio, a la mejor sí tenía ascendientes japoneses, porque él era de Oaxaca; y a Oaxaca, habían llegado, oleadas de japoneses, todavía a mediados de este siglo, llegaron muchas gentes de Japón a Chiapas; a Oaxaca, bueno, en el Istmo de Tehuantepec, hay muchos cantos y costumbres parecidas digamos, a árabes, turcas o del Medio Oriente; los vestidos, la “China Poblana”, el vestido de la “China Poblana”, pues claro, venían gentes que veían vestidos bonitos y los imitaban; bueno, lo francés, los vestidos franceses, que son los más hermosos; los vestidos que se fueron mezclando con toda la cultura mexicana; hicimos esto, somos un país que nos han copiado, bueno, los tejidos indígenas mexicanos han sido copiados por fábricas y marcas extranjeras; todos, los huicholes, las figuras de los huicholes, de los tojolabales, de los yaquis, de los otomíes; somos una mezcolanza de razas por todos lados, y nadie le pregunta a uno en el camión, de qué raza es, nos pueden preguntar de donde somos, y dicen, tú de dónde eres y dices, yo soy de Veracruz, yo soy de Aguascalientes, yo soy de Guerrero; pero nadie te pregunta: “Oye, ¿tú de qué raza eres?
JA. – Nos queda dos minutitos mi querido Mauro; cuál sería tu conclusión en el sentido de que esta situación de quizá, un choque otra vez de razas o quizá es algo artificial que tú estás viendo políticamente; en dos minutitos Mauro, que nos está haciendo tomar esa distancia de nosotros mismos; confrontarnos a nosotros mismos.
MJL. – Mira, yo creo que hay cierta intención política en ese sentido; pero no creo que fructifique, porque el mexicano es muy abierto; el mexicano invita a comer a su casa a todos; en el mexicano no hay acepción de personas, como dice San Pablo: “Que no haya acepción”, no hagas acepción de personas, no hay; en el mexicano no existe la discriminación; no existe el racismo; el mexicano es muy abierto, es muy amistoso, es generoso, entonces, no creo que el intento de dividir el país en clases sociales, porque esto fue superado también ya con la globalización, con el avance de la cultura mundial, ya la división de clases de tipo leninista, trotskista, marxista, pues eso, ya es parte de la historia; todo eso ha sido superado
Ahora ya lo importante, es el espacio sideral; es el espacio del Internet, los internautas, lo que está ocurriendo ahora, que se caen las redes sociales, las plataformas digitales, bueno, el propio virus, las pandemias; eso es lo importante, la pandemia le da lo mismo a quien sea de cualquier color, no hay diferencia entre unos y otros y nuestro país, es de la misma manera; no creo que fructifique ningún intento para dividir al país en razas, en clases sociales, en ideologías; yo creo que el mexicano, saldrá adelante, que seguirá considerándose mexicano, conforme a la Constitución de nuestro país, con todos sus derechos, y todas sus obligaciones; eso pienso, queridísimo Jorge.
JA. – Pues con eso me quedo mi querido Mauro, amigos, nos extendimos un poquito, porque realmente la plática está interesantísima, pero bueno, el tiempo es cruel y finalmente termina nuestro programa de hoy, de “Mesa Redonda”; yo le agradezco a mi querido Mauro, este espacio, porque yo quería preguntarle a alguien que supiera y quién mejor que un miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, para que nos platicara un poquito de esta historia de México, y mi querido Mauro, nos estamos escuchando en la próxima semana, o el próximo mes, el día que siempre estemos en contacto, que tu eres tan amable de recibirnos.
MJL. – Cuando tú lo indiques y gracias a tu auditorio, tan amable y paciente que a mí que, en lo particular, me escucha y desde luego, gracias a ti, por darme esta oportunidad, estimadísimo Jorge, y a Radio Universidad Anáhuac, muchísimas gracias por todo.
JA. –Muchísimas gracias; amigos, esto ha sido todo por hoy, nos estamos escuchando la próxima semana; pásenla bien.