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Fin de un Sexenio de pesadilla

Andrés Manuel López Obrador se va con el repudio y reclamos de millones de mexicanos

Por el Lic. Mauro Jiménez Lazcano,

Director General de la Revista Macroeconomía

Termina el 30 de septiembre de 2024, a las 12 de la noche, un sexenio de pesadilla para México, caracterizado por la demagogia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se va en medio del repudio y los reclamos de millones de mexicanos, entre ellos los padres de los 43 de Ayotzinapa, los padres de los niños con cáncer que no recibieron medicinas, las madres buscadoras de 50 mil desaparecidos y de 200 mil asesinados; los familiares de los muertos por el covid que podrían haber sobrevivido con buena atención médica, los pobladores de Acapulco que nunca recibieron ayuda real para la reconstrucción de sus viviendas y del Puerto; las víctimas de inundaciones y desastres, para los que no hubo dinero pues se acabaron el dinero del Fonden destinado para ello; las madres que vieron destruidos sus refugios y las guarderías de sus niños; los médicos y enfermeras que jamás fueron atendidos en sus demandas y muchos de los cuales murieron a causa de la falta de equipos para sobrevivir a la pandemia; las familias de los mineros de Coahuila que nunca fueron rescatados; y los millones de mexicanos que no vieron el sistema de salud mejor que el de Dinamarca y de todo el mundo.

SU MAXIMO TRIUNFO:

DIVIDIR A LOS MEXICANOS

El máximo triunfo del Presidente Andrés Manuel López Obrador fue haber logrado la división de los mexicanos; la persecución a los científicos del Conacyt; la destrucción del CIDE; la destrucción de los organismos autónomos; el sometimiento a su voluntad del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; las trampas, amenazas y sobornos para obtener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República; y la destrucción y sometimiento del Poder Judicial de la Federación, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el ataque a los jueces y magistrados y trabajadores del Poder Judicial Federal.

Convirtió en un circo al Palacio Nacional y lo rodeó de barreras de acero para que nadie pueda pasar; habitó el Palacio Nacional y no salió de ahí para visitar la Ciudad de México ni siquiera para dar el pésame a las víctimas de la Línea 12, a las que les dio la espalda, gritando “¡Al carajo con eso!”.

Hizo López Obrador a un lado los grandes triunfos de la diplomacia mexicana construidos a lo largo de los 200 años de vida independiente de la nación, para contestarle al Gobierno americano con canciones de los Tigres del Norte, y se enfrascó en una guerra con el pasado en contra del Rey de España y hasta del Papa Francisco; rompió relaciones con Perú y con Ecuador y “pausó”, las relaciones con Estados Unidos, se alejó de Canadá y del nuevo Gobierno de Argentina encabezado por Milei; en cambio, quiso acercarse al dictador Putin de Rusia al tiempo que criticaba al Presidente Zelenski, de Ucrania, a la vez que insultaba a 700 diputados del Parlamento Europeo, a quienes llamó “borregos, bee, bee”.

Deja a México como un país aislado de los Países de Occidente, a la vez que realizó un coqueteó con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Ha emitido López Obrador decretos y leyes para editar la rendición de cuentas de los costos del Tren Maya que según su propio Secretario de Hacienda lleva de 500 mil millones de pesos, y no se termina todavía; de la Refinería de Dos Bocas, que a la fecha ha constado 24 mil millones de dólares y todavía no da un litro de gasolina; del Tren Transístmico y de otras obras públicas.

Se acabó los recursos del Fonden y de decenas de fideicomisos para la realización de obras y servicios públicos; deja un déficit presupuestal para este año de 2024 de 5.9% del PIB, y aumentó la deuda pública a más de 50% del PIB.

El peso, que se ha devaluado en las últimas fechas, sostiene su valor gracias a las remesas de 70 mil millones de dólares anuales que envían los mexicanos en el extranjero, Estados Unidos y Canadá a sus familiares; y las inversiones extranjeras y nacionales en bonos de la Tesorería se sostienen gracias a una tasa de interés que llegó a ser de 11.5% anual, y que hoy se redujo a 10.5%, lo cual representa un enorme costo para la nación mexicana, que así se desangra, ya que las tasas de interés en Estados Unidos (4%), y en países desarrollados son mucho menores, como en Japón.

DEJA MALA HERENCIA A SHEINBAUM

López Obrador le deja a Claudia Sheinbaum una mala herencia; la ha paseado por todo el país para comprometerla en programas y tareas que no son suyos y para obligarla a disimular las fallas y obras inconclusas con altos costos.

Curiosamente, algunos mexicanos cruzan los dedos esperando que la nueva Presidenta que deja López Obrador rompa con él, como lo hizo Lázaro Cárdenas con Plutarco Elías Calles, o Ruiz Cortines con Miguel Alemán, o Zedillo con Salinas de Gortari, para darle a México un nuevo rumbo que retome el progreso y la democracia que por ahora esta cuarteada.

Algunos ciudadanos todavía creen que Claudia Sheinbaum Pardo pueda deslindarse de López Obrador en su discurso de Toma de Posesión del próximo martes 1º de octubre.

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